El Trabajador Social Chileno Frente A Los Desafíos De Los Pueblos Originarios Andinos

“El Trabajador Social Chileno Frente a los Desafíos de los Pueblos Originarios Andinos”

Nasdine Herrera M.

Técnico en Trabajo Social

Introducción

La sociedad chilena de inicios del Siglo XXI enfrenta múltiples desafíos en el ámbito del desarrollo humano. Uno de los más urgentes, transversales y complejos es posibilitar mayores niveles de equidad y justicia social para todos ciudadanos de pueblos originarios.

Desde el punto de vista cultural, nuestra sociedad se ha ido configurando como un escenario altamente complejo, contradictorio, conflictivo y significativamente diverso. Se han consolidado así dos tendencias de larga duración: una tendencia profunda hacia la desigualdad y la exclusión social en diversos planos de la vida social; y otra tendencia hacia la diversidad cultural y la expresión de variadas formas de vida. Desde el cual emerge la interculturalidad como uno de los principales retos que la sociedad le impone al Trabajo Social chileno en los inicios del Siglo XXI.

En este sentido, junto con el desafío teórico que implica dar cuenta de estas nuevas demandas propias de una sociedad diversa culturalmente; se configura la necesidad de un genuino reconocimiento y valoración de las distintas formas de vida que constituyen a nuestro país.

EL Trabajo Social, hoy en día se ha convertido en una de las profesiones más interesantes y complejas porque comprendiendo e interpretando su dimensión cultural, su cosmovisión, comportamientos y modos de vida, con ese ser que tiene sentimientos, valores, pensamientos, una forma de ver y sentir la vida en ese relacionamiento “cara a cara” ( Shutz.)

Interculturalidad

Las culturas latinoamericanas y en el caso de Chile la cultura andina (quechuas y aymarás), son legados preciados de nuestros antepasados por los logros y avances que han aportado a la civilización que a pesar de los siglos, hoy aún persisten y se visualizan no sólo en los restos arqueológicos que aún quedan sino en la pervivencia de sus saberes que se plasman en el uso de las hierbas medicinales, en la radiografía por medio de sus rituales , costumbres prácticas que expresan sentimientos de solidaridad, reciprocidad y armonía con la naturaleza, y con la vida espiritual, expresando seguridad, certidumbre e identidad. El mundo andino también se halla inmerso en la globalización, neoliberalismo para unos y para otra modernización en los ámbitos económicos, sociales y culturales. Este modelo ha enmarcado, en una relación desigual y de subordinación, a la cultura andina. La cultura occidental ha tratado de homogenizar la cultura, las costumbres y tradiciones de los pueblos, controlando la vida de los hombres mediante el uso de la informática y los medios masivos de comunicación.

Cosmovisión andina

La cosmovisión andina es considera como “una totalidad” en el que todos los elementos o dimensiones del universo: la dimensión de lo humano, la dimensión de las divinidades y la dimensión de la naturaleza silvestre se encuentra en equilibrio donde prima el dialogo, respeto, afecto y reciprocidad, en la lógica del pensamiento del hombre andino es el “sumaq kausay que es el vivir en armonía con los cosmos, es lograr el bienestar, es la esperanza de una vida mejor. (Enríquez – 2005)

El pueblo andino tiene gran diversidad de simbologías que le ha permitido mantenerse e identificarse como hijos y guardianes de los cerros, nuestras costumbres y mitos son parte de esa simbología, dentro de ellos encontramos el comportamiento del verdadero sentir

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