El Ultimo Plagio

Es evidente que vivimos en una época de cambios acelerados, la mecánica social ha entrado en los últimos años en una etapa de convulsión como pocas veces en la historia, las fronteras geográficas e ideológicas se desvanecen y cada vez más nos acercamos a la verdadera globalización.

El comercio internacional, los procesos de integración económica multinacional, y sobre todo los medios digitales de comunicación han propiciado enormes transformaciones en nuestra sociedad, somos testigos de cómo la tecnología abarca más y más aspectos de nuestras vidas, cosas tan simples como leer el periódico o escribir una carta, hacer las compras e incluso conocer personas, son hoy en día con aterradora frecuencia productos de una conexión digital.

Las relaciones socio-políticas y las antiguas instituciones que durante siglos las han regido se enfrentan al complejo mundo de bits, el cambio es inevitable, los actores políticos tradicionales pierden poco a poco su cuota de poder y surgen nuevos factores como resultado de los procesos globalizadores.

La pregunta central es ¿es la revolución informática una nueva forma de hacer y organizar la política o es un medio mas de difundirla?

II. Un vistazo al pasado

A mediado de los 60’s surge un movimiento a nivel mundial con el propósito de elevar al neocapitalismo a la hegemonía mundial, la globalización es la consecuencia directa de la división del mundo en dos sistemas polarizados y en constante enfrentamiento, por cuestiones de objetividad este tema será abordado brevemente. Los países capitalistas liderados económica, política e ideológicamente por los Estados Unidos comienzan a tejer alianzas multinacionales como parte de un plan maestro de integración del Orbe a un nuevo orden, entre estas estrategias se encuentran los tratados de cooperación económica y de libre comercio, la homogenización de las políticas internacionales y la búsqueda de la supremacía mundial.

Como una consecuencia inmediata de lo anteriormente planteado las compañías transnacionales ampliaron sus mercados a niveles insospechados logrando incidir en las grandes decisiones geopolíticas de manera alarmante, los llamados tecnócratas expandieron su poder por todo el mundo a una velocidad fulminante, las naciones subdesarrolladas tecnológicamente pero ricas en materias primas fueron rápidamente avasallados por los amos del capital.

A finales de los 80’s la Unión Soviética se derrumbó dejando libre el camino para el proyecto globalizador, Europa Occidental hace frente al nuevo mapa económico integrándose en la comunidad Europea, América del Norte hace otro tanto con el TLC, Asia por su cuenta intenta lo mismo, el mundo entero comienza así a crear bloques económicos mas o menos definidos para poder hacer frente a la nueva y cambiante realidad social.

III. Una mirada al presente

A partir de el año 2001 la humanidad entró en una nueva era, la verdadera era de la información, o mejor dicho de la metainformación, si hay algo que distingue a nuestro tiempo, es el manejo de la información, en este sentido todas las sociedades lo han sido(Navarro2005), la peculiaridad de muestra sociedad es el manejo masivo de la información, en épocas anteriores era el uso de la información lo que le daba su valor, hoy la información por si misma crea nuevas formas de información con valor propio y diferenciado del contenido inicial, por ejemplo una cadena de correo electrónico, su contenido puede ser información valiosa, pero el número de usuarios que la recibieron antes, sus direcciones de correo, e incluso sus nacionalidades, le dan un valor agregado(metainformación).

Es evidente a todas luces como los Nuevos Medios de Comunicación Masiva (NMCM) y sus respectivas tecnologías han desplazado las formas de comunicación tradicionales, obligándonos con mayor y mayor urgencia a rediseñar nuestro repertorio conceptual como ciencia social. La expansión y consolidación del Internet como medio de medios o simplemente el MEDIO y su masiva generación de contenidos ha revolucionado la manera de ejercer y entender la política, su complejidad y amplitud de contenidos aunado a su infinidad de posibilidades de transmisión, generación y difusión de datos en formato digital lo han posicionado como factor mas que como medio de comunicación política.

Recientes fenómenos internacionales y nacionales nos demuestran de manera fehaciente su creciente y decisiva influencia en los procesos políticos, con mucha frecuencia la fenomenología política es afectada o reflejada en y por la red.

En México pudimos observar como nunca

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