El desprestigio del empleado público

El desprestigio del empleado público

Últimamente, en los diferentes medios de comunicación se lee y escucha de la crítica situación fiscal del Estado costarricense, en donde la masa salarial por parte del sector público aparece como el principal disparador del gasto público.

La situación es compleja, sin embargo el tema del empleo y salarios públicos no es nuevo y se ha convertido en uno de los temas polémicos, en posiciones que en ocasiones se han formado de conceptos errados. En este sentido, me surgen preguntas como: ¿Es en realidad el empleo público el principal problema del déficit fiscal en Costa Rica? ¿Puede resolverse la crisis fiscal a partir de acciones en el empleo público?

Como funcionaria pública es preocupante observar como se ha creado y vendido la idea a la población de que el empleo público es excesivo y abusivo, tratando de deslegitimar nuestro trabajo, haciendo creer que lo mejor es la privatización y es ahí donde vemos que los ataques a trabajadores de empresas del Estado que son rentables para hacer negocios, se incrementa.

Y es que en medio de todo este caos que se ha generado, muchas de las instituciones del país han optado por tomar medidas para reducir sus gastos, ejemplo de ello es que han iniciado con la implementación del salario único. Esta medida de optimización no la veo inadecuada, incluso evaluaciones de desempeño a los funcionarios y hasta procedimientos que garanticen su remoción en caso de no cumplir bien las labores son acciones a tomar, sin embargo, es preocupante que al no ser competitivos los salarios provoque que las personas opten por pasarse al ámbito privado una vez que han adquirido la experiencia y experticia en la Administración Pública, en donde una fuga masiva de trabajadores al ámbito privado traiga consigo consecuencias graves para las instituciones del Estado en cuanto a garantizar la eficiencia y la calidad de los servicios que presta, porque al final lo único que importa es el “ahorro” sin cuestionarse nada.

Otro de los puntos en discusión, es la diferencia entre los salarios de los empleados públicos respecto a los del sector privado, sin embargo uno de los errores que suele presentarse es el de comparar el promedio de las remuneraciones públicas y privadas, y es que para evitar este tipo de equivocaciones, se deben confrontar salarios promedios en categorías ocupacionales similares. Si se habla a nivel profesional entre Gobierno Central y sector privado la diferencia es poca, particularmente en gerentes, profesionales e intelectuales la relación es uno a uno.

Por otra parte, también se tiene el tema de los incentivos, estos son el rubro de mayor importancia en las remuneraciones, pero están concentrados en dos entidades: El Ministerio de Educación y el Poder Judicial, juntos concentran el 72% de los incentivos pagados en el Presupuesto Nacional. .

Investigando un poco más sobre el tema en cuestión, se puede llegar a la conclusión de que:

Los pluses creados no son la causa real que se ha querido vender a la opinión pública, del causante del problema fiscal.

Existen deficiencias de gestión por parte de las autoridades, las cuales no quieren reconocer y se encubren atribuyendo la responsabilidad al sector público con la mención de los pluses.

Es necesario estímulos que permitan a los empleados a rendir al máximo. Además, los salarios tienen que ser decentes y remunerado como corresponde.

Si se desea continuar teniendo el país que tenemos, los trabajadores sin importar del sector donde se encuentren deben ganar bien.

En fin, considero hay que prestar especial atención a los intereses reales de aquellas personas que salen a defender al “pueblo” con un discurso en contra de los empleados públicos, haciéndoles creer como verdad absoluta al resto de la ciudadanía, que el empleado público es

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