Estado De La Educacion

Todas las sociedades humanas consideran a la educación como el eje principal de su desarrollo y al docente como el actor principal de este proceso, razón por la cual siempre se ha analizado y cuestionado su actuar, sin considerar las condiciones sociales, psicológicas y económicas en las que se encuentra inmerso, aunado a esto las exigencias políticas que en materia educativa recaen directamente sobre el y su labor.

El carácter humano del docente es quizá, la parte menos importante, cuando se trata de evaluar el desempeño profesional de los maestros, esto lo deja claro la actual Reforma Educativa en México, cuya modificación al artículo tercero constitucional establece la calidad de la educación en nuestro país, estableciendo planes y programas de estudio que no están acordes a las características de los estudiantes mexicanos y de las condiciones sociales y económicas prevalecientes, donde las oportunidades de empleo son cada vez menores y las condiciones laborales cada vez menos motivadoras, situaciones desalentadoras para los jóvenes que se encuentran dentro del Sistema Educativo Nacional, donde la educación ya no forma parte de su proyecto de vida en la búsqueda de alcanzar sus metas y satisfacer sus necesidades.

Este fenómeno cada vez más complejo impacta directamente en el quehacer docente donde el término “calidad”

El compilador muestra en su libro “La catástrofe silenciosa” los resultados de un diagnostico exhaustivo solicitado por Carlos Salinas de Gortari en 1988 sobre el panorama integral del estado de la educación en nuestro país , entre los aspectos que destacan se encuentran el bajo interés por la profesionalización docente , la diversificación de los planes de estudio , así como la desarticulación de los mismos a lo que se suma la nula evaluación académica , burocratización y la insuficiente inversión económica lo que lamentablemente dio como resultado un nivel deplorable en la calidad educativa y a raíz de esto México se posiciono como un país de reprobados.

El libro está divido en seis importantes apartados:

- El estado de la educación.

- Un diagnostico global.

- El rezago 1980-2010.

- La descentralización.

- Financiamiento y gasto.

- El futuro inmediato.

En el primer capítulo se habla de que la educación había dejado de ser un instrumento de mejoría social, justicia y equidad a causa del bajo rendimiento académico que dicho de otra manera no era más que un factor que encaminaba a la ineficiencia social en expansión ya que no se reflejaba una pluralidad cultural ni mucho menos la participación social. Otra anomalía de la época era que la inversión económica destinada a la educación era equivalente al 3.6% de PIB inferior al 8% recomendado para los países en desarrollo, en consecuencia la creación de plazas magisteriales nos respondía a las verdaderas demandas públicas, cuestión que prevalece hasta la actualidad.

Un aspecto que vale la pena reflexionar por su aplicación actual es que para promover el desarrollo científico y tecnológico así como la fuga de talentos es necesario promover la articulación progresiva entre el mundo académico y las empresas ya que de esta forma se puede impulsar la investigación y la productividad, lo cual resulta importante y benéfico tanto para la sociedad como la educación y la inversión destinada a este sector.

Por su parte en el capítulo dos se aborda el deterioro progresivo en la calidad académica de los distintos niveles educativos y la desvinculación entre la función educativa y las exigencias del desarrollo y a su vez se evidencian los bajos niveles de aprovechamiento reflejados en los resultados de los exámenes de ingreso a los diferentes niveles escolares.

Se habla principalmente de la reprobación y el rezago escolar así como de las repercusiones de dichas acciones a causa de que cada escuela definía sus propias normas para la evaluación.

Las cifras señalaban el decadente estado de la educación pues 49.5% de los alumnos de las escuelas primarias estaban inscritos en grados inferiores a los que corresponden a sus respectivas edades. En 1988 sólo el 55% de los niños que habían iniciado la educación primaria cinco años antes lograron terminarla. El rezago educativo no parecía a educación primaria cinco años antes lograron terminarla.

El rezago educativo no parecía a disminuir, pues todo indicaba que el analfabetismo funcional continuaba en aumento pues al parecer el progreso educativo se condicionaba como hasta la fecha al origen social de los alumnos.

Para 1988 la escuela secundaria podía absorber el 83% de los niños egresados de primaria, siendo que en 1982 absorbía el 87%,

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