Ferrocarril gorka

En el siglo XIX, España se levanta siendo una nación 

periférica y empobrecida, con bastantes temas a 

resolver. Uno de esos problemas era conseguir un 

sistema de comunicaciones interior para permitir 

integrar toda la economía y articular el proyecto 

industrial. Así pues, llegó el ferrocarril, capaz de resolver ese problema. 

A mediados del siglo XIX, España encuentra otra oportunidad para saltar barreras e incorporarse al  proceso de modernización económica y social evidente ya en Europa. 

Se empezó a implantar una red de carreteras, con establecimiento de la capital en Madrid. Las  necesidades de transporte hacia los puertos y la exportación de lana y textil y abastecimiento de las  grandes ciudades, son las que definen las grandes líneas de comunicación que se van a establecer en España. El diseño de las redes de transporte puede definir el mapa contemporáneo del país y  condicionar decisivamente la distribución de la población, el comercio o los flujos de  comunicación, sobre todo permitir la creación de un espacio que por primera vez adquiere sentido  nacional. Un ejemplo de ello es que gracias al ferrocarril, el recorrido de Madrid a Cataluña se  reduciría a 24h, siendo anteriormente 5-6 días. Gabriel Torteya “ Hay una gran mancha en el centro de la península que es Madrid,(...) y después la población está agrupada a las costas dejando un enorme vacío entre medio de ellas”. 

Las principales ventajas que aportaba este era: el tráfico de mercancías, los movimientos de  población y el acceso a territorios antes aislados.  

Durante este siglo se observa el nivel tan bajo que poseían los españoles en cuanto a la educación.  No sabían leer ni escribir y el sistema educativo era deficiente. 

Esto condiciona el retraso económico e industrial de España respecto a otros países de Europa. La  producción era primitiva, sin tecnología e innovación, dedicada al autoconsumo. La industria mas importante por ese entonces era la textil, algodoneras principalmente, en Cataluña, que crecían a costa de industrias textiles artesanales del resto del país. 

También se le da importancia a otras industrias como la alimentaria donde sobre todo se  confeccionaba pan, vino y aceite. 

Esa economía y sociedad van a recibir el ferrocarril como gran esperanza de cambio. En este siglo se destaca el sector agrario por ser el más importante hasta 1930,que como bien aclaraba Pedro Pablo Ortuñez “ el 45% de la población trabajaba en el sector agrario”. A diferencia de otros países enmarcados en la revolución industrial, España apenas evolucionaba  económica y socialmente.Javier Vidal “ España era un Estado Liberal, que cree en el Estado Nacional”. Aunque en estos momentos España estaba sometida a un atraso cultural de efectos demoledores. Este país se  había desconectado, durante el siglo XVII, del ritmo modernizador de otras potencias competidoras, como bien afirmaba Francisco Cayó “ El nivel tecnológico del País era muy limitado”. A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX atormentados con dificultades políticas, la  sociedad se empezó a modernizar a un ritmo más rápido que las instituciones, a pesar de las  dificultades en la hacienda pública acrecentadas por los conflictos bélicos. Esto fue un momento  clave de la historia industrial a lo largo del siglo XIX. 

Las primeras iniciativas para construir un ferrocarril fueron protagonizadas por promotores  individuales, es decir, empresarios que captaron la importancia que podría tener la construcción del  mismo. 

Cuando llega el tren como vehículo de comunicación y como factor de desarrollo, España se plantea que el ferrocarril tenga un papel de elemento estratégico vital para las comunicaciones y además  una el territorio nacional. 

Los liberales españoles buscaban atraer a los inversores del exterior para crear sociedades  financieras que permitieran financiar el ferrocarril, dada la escasez de bancos en España. 

...