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Filosofia politica. Facultad de Derecho, ciencias políticas y sociales

Mario GonzalezApuntes4 de Mayo de 2016

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Filosofía política

Jaime Alberto Ángel Álvarez

Universidad Libre – Seccional Cali

Facultad de Derecho, ciencias políticas y sociales

Área de sociales

2016


Contenido

Presentación                                                                                        3

1. IDEAS POLÍTICAS EN LA ANTIGÜEDAD                                                4

1.1. Platón: Estado y justicia                                                                        4

1.2. Aristóteles: la vida teorética y el Estado                                                        9

2. LAS PRIMERAS IDEAS POLÍTICAS MODERNAS                                13

2.1. Maquiavelo: el origen de la política como ciencia                                                13

2.2. Ideas políticas en el siglo XVII: del absolutismo al contrato                                        14

2.3. Hobbes: la sociedad según un pesimista                                                        16

2.4. John Locke: entre la filosofía y la política                                                        21

3. LAS IDEOLOGÍAS CONSERVADORAS Y LIBERALES                                26

3.1. Edmund Burke: teórico del conservadurismo                                                26

3.2. Alexis de Tocqueville: un conservador liberal                                                30

4. LA IDEOLOGÍA REVOLUCIONARIA MARXISTA EN EL SIGLO XX                41

4.1. Gyórgy Lukács: sociedad, conciencia y clase                                                41

4.2. Antonio Gramsci: la verdad es siempre revolucionaria                                        45

4.3. Althusser o el marxismo entre la ciencia y la política                                        49


Filosofía política

Presentación

¿Qué entendemos nosotros por política?  En principio, la política concierne a la totalidad de los ciudadanos de un Estado, luego, es asunto de todos. Cada cual define con libertad cómo examinar e involucrarse con este tema, de acuerdo con sus intereses, sus pensamientos, sus ideologías y su historia de vida, normalmente en grupos, asociaciones y partidos políticos, escenarios naturales para la experiencia particular de la política.

Aquí asumimos que la política desde un punto de vista filosófico es la manera de examinar la administración y dirección de la sociedad dentro y fuera de lo inmediatamente posible; y desde un punto de vista práctico, la política se refiere a los medios de llegar al poder con el objetivo, no siempre real, de aplicar la filosofía política. Estas dos concepciones habitualmente se encuentran en disputa, fundamentalmente en el terreno ético.


  1. IDEAS POLÍTICAS EN LA ANTIGÜEDAD
  1. Platón: Estado y justicia

Todas las concepciones sobre el conocimiento, la verdad, sobre las cosas y las ideas de las cosas autorizan a Platón (427 a.C. - 347 a.C.) para atender a su primer interés, la política, al menos en pura teoría, en la República, las Leyes, en parte del Timeo. Su sociedad perfecta, que deja ver la admiración del filósofo hacia la Esparta que había derrotado a Atenas en las recientes guerras del Peloponeso, tiene jerarquías: En lo más alto, los gobernantes, que deben ser los que conocen la verdad: los filósofos. Luego, a las órdenes de los filósofos, estarían los guardianes, especie de policías criados desde niños para el servicio, sin casa, ni hacienda, ni mujer exclusiva, educados sólo con las modalidades virilizadoras de la música y apenas un poco de Homero censurado pero sin nada de teatro. Finalmente, por debajo de ellos estarían los productores (agricultores y comerciantes), con propiedad privada y familia.

El Estado, en esta hipótesis, no sólo tendría derecho de vida y muerte, sino también derecho a mentir y a engañar, por el bien de la sociedad. Así, en el Timeo se admite que los guardianes tengan cada cual su mujer, concedida aparentemente por sorteo, pero se advierte que los gobernantes harían trampas para emparejar a los mejores con las mejores y a los peores con las peores, a fin de ir seleccionando la raza.

A esto lleva la fe en las ideas puras y en el alma como independiente de su cárcel carnal: la filosofía no siempre está a favor de la libertad ni del individuo.

Pero esta consideración no parece haber estorbado nunca al incomparable prestigio que siempre ha tenido Platón en todo el desarrollo del pensamiento occidental, del que suele vérsele como padre. Siempre tenderá a parecer axiomático que el movimiento del espíritu ha de asumir la fe en una esfera de ideas prístinas, previas a las cosas y al lenguaje, y elevarse hacia ellas como hacia una perdida patria celestial. Sólo en nuestra época actual empieza a parecer que ya no se da por supuesto a Platón.

Se ha dicho innumerables veces que el origen de la filosofía platónica es político. Platón creía que todos los sistemas políticos entonces conocidos eran incorrectos:

“Terminé por adquirir el convencimiento, con respecto a todos los Estados actuales, de que están, sin excepción, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma, acompañada además de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdaderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra"[1].

Pensaba que un verdadero Estado debe ser racional y que el Estado racional debe procurar la felicidad de todos los ciudadanos. En la polis griega, como es natural, existían las divisiones de clases sociales contrapuestas, con lo que ello implica de dominación, opresión y lucha. En un régimen aristocrático-oligárquico, las clases superiores oprimen a la popular; y en un régimen democrático, las clases populares tienden a barrer a los oligarcas. Por supuesto, nos referimos a la democracia griega, distinta a la nuestra. Por otro lado, los regímenes democráticos siempre fueron en Grecia más humanitarios y progresistas que los otros tipos de regímenes. Así, por ejemplo: la primera amnistía política concedida en la historia fue otorgada por la democracia de Trasíbulo y Trásilo en el 403 a.C. Aunque esa democracia fue la que condenó a Sócrates, Platón la juzga benévolamente, reconociendo la justicia de tal acto, la concesión de la amnistía.

“Ocurrían desde luego también bajo aquel gobierno, por tratarse de un período turbulento muchas cosas que podrían ser objeto de desaprobación; y nada tiene de extraño que en medio de una revolución, ciertas gentes tomaran venganzas excesivas de algunos adversarios. No obstante, los entonces repatriados (se refiere a los desterradas del partido democrático, que recuperaron Atenas bajo la dirección de Trasíbulo y Trásilo) observaron una considerable moderación (obviamente, con esta expresión se refiere a la mencionada amnistía)"[2].

¿Qué es lo que sueña Platón? La existencia de un Estado unitario, sin luchas de clases ¿Cómo se logra tal cosa? Platón reconocía que en todo Estado tiene que haber diferencias entre los ciudadanos. Mas pensaba que tales diferencias no debían basarse en la economía. Las distinciones generadas por la diferencia económica generalmente suelen ser injustas. Estipuló, pues, un Estado meritocrático. Las diferencias provendrían de la necesaria división del trabajo, de los méritos de cada cual para ocupar determinadas tareas y del gusto y deseo de cada uno para dedicarse a las tareas para las que está dotado. El problema que se plantea es cómo puede haber gentes a quienes no gusten los honores, los cargos, el poder, las riquezas. La respuesta del Académico es: desposeamos a quienes se dediquen a gobernar de las riquezas y de todo aquello que genera egoísmos y estimula la carencia de generosidad y entrega, desposeamos a los tales de la propiedad privada, de la familia, del dinero y de las riquezas. Deberemos darles una esmerada formación, no sólo matemático-geométrica, sino de carácter. Deberemos ofertarles las condiciones de posibilidad para que, siendo generosos, miren por el bienestar de los demás. Los demás pueden dedicarse al comercio, a las ganancias, a tener familia, a amasar los beneficios y dulzuras del dinero. ¡Aunque moderadamente!. Pues Platón, frente al desarrollismo de la talasocracia imperialista de Atenas en el siglo V a.C., hace votos por una polis contenida económicamente.

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