Género y masculinidades. La importancia de abordar la masculinidad y la salud de los hombres

TEMA DE GÉNERO Y MASCULINIDADES

Para poder hablar de género es de vital importancia comprender como a lo largo de la historia se han incorporado las ideas dentro de una sociedad referente al deber ser como mujer o hombre; El siguiente ensayo se adentrará en el análisis de las masculinidades existentes en la sociedad y como generan un impacto de violencia personal y social en busca del cumplimiento de los mandatos referentes al ser “Hombre”.

El concepto de masculinidad ha sido un tema de gran relevancia en la sociedad a lo largo de la historia. Las definiciones y percepciones de lo que significa ser un hombre han evolucionado considerablemente a lo largo de los años, y la comprensión de las masculinidades ha adquirido una mayor complejidad en la actualidad.

Partiendo de las lecturas o de las experiencias vividas e identificado que nuestra construcción como mujeres y hombres se ha visto fuertemente influida por diversos agentes socializadores los cuales conllevan al desarrollo de la construcción de género sin tomar en cuenta si son ideas con las que nos identificamos o no por lo que se hace más difícil el cuestionamiento a los roles o estereotipos que naturalizan la violencia contra las mujeres, otros hombres o entre los mismos hombres ( como lo abordado en la clase mediante la diapositiva Principales Riesgos de la Masculinidad Tóxica).

Las masculinidades se construyen en torno a las normas de género impuestas por la sociedad, que a menudo promueven la virilidad, la fortaleza física, la racionalidad y la independencia como características masculinas. Estas normas pueden ser limitantes y pueden llevar a la supresión de una gama más amplia de expresiones emocionales condicionando a una interacción insana con falta de responsabilidad con la familia, la sociedad y la persona misma.

La masculinidad hegemónica como ya hemos hablado está construida bajo ciertos pilares que a mi parecer suelen ser un tanto irracionales por que reflejan infinidad de impactos de violencia contra las mujeres durante el desarrollo del cumplimiento de las normas tradicionales de género que terminan en conflictos internos y problemas de salud mental.

 Aun cuando estos impactos son identificados y reflexionados son pocos los hombres que modifican las conductas a una masculinidad alterna a la hegemónica ya que es la misma interacción social a través de los usos y costumbres que justifican y   naturalizan los ejercicios de violencia sobre todo cuando se trata de cuestionar los privilegios otorgados por el patriarcado la masculinidad hegemónica tiende a defender una postura en la cual le es más cómoda la interacción bajo un binomio de dominio y sumisión para con las mujeres, niñas y otros hombres.  

Hoy en día se habla no solo de la existencia de una masculinidad tradicional sino también de masculinidades que podrían no estar siendo representadas por un ser viril fuerte y siempre imponiendo su poder, hablo pues de masculinidades cómplices que podrían no representarse como el patriarcado les impuso pero gozan de los privilegios otorgados del mismo o masculinidades que han aprendido el tecnicismo de género (Macho Pro) apropiándose de nuevas modalidades en el ejercicios de violencias sutiles que se vuelven más difícil la identificación y por lo tanto más difíciles de erradicar en un círculo de violencia familiar o de pareja.

Conclusión

La comprensión de las masculinidades es esencial en la lucha por la igualdad de género y la construcción de una sociedad más inclusiva. Reconocer la diversidad de las masculinidades y desafiar las normas de género tradicionales es un paso importante hacia la creación de un mundo en el que las personas de todas las identidades de género puedan vivir auténticamente y sin discriminación. La evolución de las masculinidades es un proceso el cual se logra solo y cuando el hombre se permita cuestionar los mandatos que le han construido a lo largo de su vida para desnaturalizar conductas aprendidas generadoras de impactos de violencia para reaprender nuevas formas de interacción sanas y libres de violencia.

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