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INCOMUNICACION FAMILIAR


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  3.647 Palabras (15 Páginas)  •  360 Visitas

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1. INTRODUCIÓN

La familia es el más básico de todos los grupos humanos, es el contexto donde se dan los primeros pasos hacia la comunicación.

La mayoría de los jóvenes se sienten distanciados de sus padres aun cuando buena parte de ellos aseguran tener una excelente relación con sus hijos. Sin embargo, lo cierto es que son una minoría los casos en los que esa aparente interrelación se lleva a efecto.

Los padres deben ser conscientes de las necesidades afectivas y de conocimiento de sus hijos siendo necesario que exista entre ellos una armonía tal que les permita comunicarse sin impedimento alguno. Si eso no se produce desde la infancia cuando el niño llegue a adolecentes no sabrá como acercarse a sus padres, y por tanto, difícilmente podrá llegar a conectar con ellos. De hecho, lo que ocurrirá es que ocultará sus sentimientos. Para evitar que esto suceda es necesario hablar, saber escuchar y saber interpretar los silencios de los hijos, ya que esos silencios delatan muchas veces las omisiones y las carencias educacionales.

La comunicación no resulta fácil para aquellos adolecentes que no han vivido una infancia equilibrada en el terreno afectivo. Y eso no quiere decir que no hayan tenido el cariño necesario. Un hijo puede haber sido muy querido pero si e ha faltado comunicación, entrega, afianzamiento de sus necesidades psicológicas (afecto, valoración, sinceridad) no tendrá equilibrio en su vida.

Los padres deben saber también que cuando el niño llegue a la pubertad necesitará sentirse comprendido, estimulado y aconsejado pero deben respetar su libre elección. Comunicarse bien con los hijos cuando son adolecentes o jóvenes es entregarse a ellos y hacerles saber que ahí están si los necesitan, pero no interfiriendo en su vida, en sus decisiones. El mayor error que puede cometer un padre con un hijo es hacerle sentir que no sabe hacer las cosas por sí mismo.

2. LA COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA:

2.1. GENERALIDADES

La manera en que la familia se comunica con el medio externo, influye en cómo cada miembro se comunica con su mundo extra familiar. En general podemos afirmar lo siguiente:

Si en la familia los padres mantienen entre ellos una comunicación sincera y clara, los hijos aprenden a comunicarse de una manera semejante dentro y fuera del hogar. Si un adolescente, joven está acostumbrado a vivir en una familia en la que sus padres le comunican claramente sus pensamientos y sus normas, en la que está permitido hablar de los sentimientos de cada uno de sus miembros, el adolescente se comunicará con más libertad, pues sentirá que le está permitido ser sincero.

Si en una familia hay muchos secretos, miedos y mentiras, para los hijos le será muy difícil cambiar esta manera de expresarse y continuará con estas pautas.

Cuando la familia critica frecuentemente el mundo exterior y es tan cerrada que no permite entrar a nadie en el suyo, los hijos tendrán dificultad en aceptar a los demás, tendrán miedo a contar a sus padres las cosas e incluso él mismo será demasiado desconfiado.

2.2 PROBLEMÁTICA:

a) ¿Cómo puede afectar a los hijos la comunicación entre los padres?

En ocasiones, cuando hay problemas de relación y de comunicación entre los padres, éstos involucran directamente a los hijos con la esperanza de poder solucionar sus propios problemas o de demostrar que tienen razón por estar los hijos de su parte.

Si el conflicto entre la pareja es grande, esta actitud separa a los hijos de los padres, a veces sin entenderlo y haciéndoles un daño inmenso que no les permite madurar con normalidad.

Si la relación entre los padres no es buena, los hijos crecen en un ambiente inadecuado y por ello sufren. No obstante, si lo que pasa en casa se habla entre los padres, si cuando los hijos preguntan se les dice la verdad, si no hay mensajes ocultos, la implicación de los hijos es menor y, por lo tanto, el daño también lo es.

Recomendaciones:

• Si te encuentras reflejado en alguna de estas situaciones, no lo dudes, procura dejar fuera del problema a tu hijo.

• No obstante, si tu hijo te pregunta, puedes comentar con él estos problemas, pero sin entrar en los detalles íntimos. No debes intentar que tu hijo los resuelva, pues no puede hacerlo.

b) El Hablar Muy Poco.

Hay casas en las que el diálogo ha sido sustituido por el silencio. Las conversaciones se limitan a "Buenos días", "¿Quieres comer?", "Me voy a estudiar" o "Adiós".

Hay familias en las que se habla poco, sea por desacuerdo entre los padres o por costumbre. Hay muchos motivos por los que, a veces, poco a poco se habla cada vez menos; incluso con frecuencia se piensa que no hace falta hablar, que ya saben todo unos de otros.

. La incomunicación conduce a no entenderse, a malentendidos y a una sensación de soledad que invita a hablar cada vez menos.

A los jóvenes les gusta estar solos, tener su espacio privado. Pero eso no quiere decir que no necesiten el diálogo. La comunicación entre padres e hijos es imprescindible para entenderse, para estar a gusto en casa.

¡Procura que el diálogo no falte en tu casa! En un ambiente en el que se habla poco es difícil que apetezca contar tus cosas, reina el silencio, generalmente acompañado de sentimientos de soledad y tristeza. Por el contrario, en un ambiente más comunicativo en el que cada uno dice las pequeñas cosas diarias es más fácil que tu hijo también cuente sus preocupaciones y se sienta más acompañado.

c) Causas.

- Falta de tiempo en la dedicación a los hijos.

- Es cierto que las preocupaciones laborales y los quehaceres diarios nos distraen frecuentemente; además, muchas veces no apetece hablar, ni escuchar; lo único que se desea es leer el periódico o ver la T.V.

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- Si en la familia los padres mantienen entre ellos una comunicación sincera y clara, los hijos aprenden a comunicarse de una manera semejante dentro y fuera del hogar.

Cuando la familia critica frecuentemente el mundo exterior y

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