LA CONTENCIÓN DE TODO CAMBIO EN LAS SOCIEDADES ALTAMENTE INDUSTRIALIZADAS

UNIVERSIDAD DEL CAUCA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA

Curso: Autor contemporánea II – Teoría Critica

Docente: María Cecilia Álvarez Vejarano

Estudiante: Yaniber Duviel Astudillo Yalanda

21 - de marzo – del 2020

Popayán - Cauca

LA CONTENCIÓN DE TODO CAMBIO EN LAS SOCIEDADES ALTAMENTE INDUSTRIALIZADAS

 Comenzaremos señalando la siguiente premisa en lo que se refiere a las sociedades industrialmente avanzadas, éstas han asimilado y absorbido la individualidad del sujeto evitando así toda posibilidad de cambio social, esto quiere decir que el lenguaje, el pensamiento, la filosofía y la política se han convertido en esferas institucionalizadas por el sistema, lo cual indica que no hay lugar a la trascendencia en el pensamiento crítico y reflexivo en esta realidad. En un primer momento en las etapas más tempranas de las sociedades industriales había la posibilidad de pensamiento y de conciencia, dado que el individuo tomaba distancia de la sociedad en que vivía y al apartarse de ella aparecía la crítica, la denuncia, el pensamiento subversivo; en sus orígenes estas libertades y derechos fueron factores decisivos para sus etapas primigenias, ya que colocaron en cuestión a la sociedad del momento, pero en la medida que la sociedad industrial avanzaba dichos elementos fueron absorbidos por la sociedad altamente industrializada, a razón que la individualidad es suprimida en las etapas más avanzadas.

Al haber perdido la individualidad, pienso como el resto de la sociedad pues ya no hay un razonamiento propio que se oponga al sistema, de manera que no soy libre en mi forma de actuar y de pensar y esto conlleva a una ausencia de libertad. En este sentido si queremos una libertad para el individuo tenemos que negarla, para que aparezca la libertad, ya que si no tengo libertad pienso y actuó conforme a lo que me establece esta sociedad. La SIA^[1] ha liberado al hombre de las necesidades básicas vitales, pero le ha creado necesidades falsas para que el individuo siga actuando de acuerdo al orden establecido, de modo que debe trabajar, producir y consumir con el propósito de mantener el orden de statu quo, es decir que, si el nivel de vida ha mejorado, en términos de que ahora cualquiera puede acceder a mejores condiciones salariales, educación y vivienda, la sociedad está bien, para que cambiar las cosas.

De modo que esta sociedad ha cancelado por completo la individualidad, logrando que el sujeto sea uno mismo con esta, lo cual significa que no hay distinción alguna entre los intereses sociales e individuales, dicho en otras palabras, el sujeto se ha convertido en un fetiche, dado que ahora se idéntica y reconoce en los objetos que compre y consume, las necesidades sociales se han convertido en necesidades individuales lo cual ha generado una mimesis. Entonces la pregunta más obvia seria ¿Qué le que a esta sociedad industrialmente avanzada? La respuesta a semejante pregunta sería el pensamiento unidimensional en donde no cabe la protesta, la crítica, la oposición, se trata pues de una única dimensión, no hay ninguna posibilidad a la trascendencia en el pensamiento, se anula por completa una diferente posibilidad a la ya impuesta por el sistema. Sin embargo, con este progreso tecnológico se esconde una gran contradicción al interior de las SIA, en referencia a que la mecanización y la automatización en los procesos productivos, han liberado al hombre del trabajo, aunque el sistema mismo se empeña a que esta posibilidad no se logre materializar y los individuos no pueden coger conciencia de las condiciones sociales en las que están sumergidos.

En este punto es importante recordar que en aparto productivo en este caso las maquinas, bebían de estar a cargo del trabajador más inmediato (proletariado) con el ánimo de que éste destruyera el aparato político del capitalista, pero que conservara el aparto tecnológico, con el propósito de darle una continuidad a la revolución, dado a que tecnología no es mala, sino más bien es el uso político que se ha dado, ya que el proletario era la negación viviente de la sociedad a mediados de 1850 y está negación precisamente constituía una fuerza revolucionaria , esto en referencia al capitalismo incipiente. Ahora bien, en el capitalismo tardío hubo una drástica trasformación en las clases sociales. En un primer momento, el trabajo manual físico del proletariado en las manufacturas era su negación, dado que la noción marxiana denunciaba el dolor físico y las condiciones tan miserables que debía padecer el obrero (Marcuse, 1984), en cambio en el capitalismo tardío con la mecanización ya no es un desgate físico sino más bien mental, en términos de que ahora el trabajador es un operario que está al pendiente de un botón por decirlo de algún modo.                                                                                                                  

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