LA CULTURA DEL CONSUMO

INTRODUCCIÓN

La conducta del ser humano es producto de la cultura existente en la sociedad a la que pertenece, determina la forma en la que cada persona piensa, cree y actúa. En consecuencia, esta afecta las necesidades y deseos que tienen las personas, las alternativas que considera para satisfacerlas y la forma en que las evalúa; es decir que la cultura es un factor que influye en las decisiones individuales de compra.

El impacto de la cultura en la sociedad es tan natural que su influencia en el comportamiento es notable, ya que ofrece orden, dirección y guía a los miembros de una sociedad en todas las fases de su resolución de problemas humanos; esto la vuelve dinámica y gradual, por lo que continuamente se transforma para adecuarse a las necesidades de la sociedad.

Actualmente, la idea tradicional de que cada producto satisface una sola necesidad, se estrella contra todo lo que se sabe acerca de la psicología humana y sobre el papel que los valores y conductas socioculturales tienen en la toma de decisiones, así como en el propio sentido común. Con lo anterior, se ha de señalar que todos los productos son multifuncionales, es decir, que una persona nunca consume un producto por sí mismo o por su valor de uso, en razón del prestigio, del estatus y del rango social que confiere. El consumo, es el motivo final por el cual se organizan la mayoría de las actividades económicas, de ahí que su estudio tenga que partir de un enfoque multidisciplinario para poder comprender, en su justa dimensión, la conducta de los consumidores dentro de un contexto social.

El presente informe pretende abordar el fenómeno de cómo la sociedad actual suele caracterizarse como consumista, todo desde una perspectiva sociológica y psicológica.

LA CULTURA DEL CONSUMO

La palabra “cultura” abarca una gran cantidad de significados, sin embargo el mas completo deduce que la esta es el conjunto de todas las formas o modelos a través de los cuales una sociedad o grupo social, en un periodo determinado, regula el comportamiento de las personas que la conforman; incluyendo las costumbres, su historia, prácticas, códigos, reglas y normas de la manera de ser, religión, modo de vida, modas, música, literatura, gastronomía, ceremonias, arte, invenciones, tecnología, entre otros; esta permite al ser humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre discierne valores y busca nuevos significados.

Entonces, se puede decir que la cultura se aprende como parte de la experiencia social y que la publicidad mejora el aprendizaje mediante el refuerzo de modelos deseables de comportamiento. Debido a que la mente humana tiene la capacidad de absorber y procesar la comunicación simbólica, la comercialización puede promover exitosamente productos tangibles e intangibles.

El término “cultura del consumo” alude a una gran variedad de experiencias nuevas, está determinada por diversos factores, esto implica que la cultura actual, se le da un especial significado a los productos cotidianos. Tales significados se difunden a través de la familia, la escuela, los amigos, los medios masivos y electrónicos de comunicación; ninguna persona está fuera de tales influencias. Específicamente, en lo que se refiere al consumo, cada grupo social conforma y comparte creencias comunes generales al consumir determinados productos o servicios para satisfacer sus necesidades de alimentación, vestido, vivienda, educación y entretenimiento. En suma, la cultura repercute en los diferentes ámbitos de la vida del consumidor y, por supuesto, en el consumo.

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