LA MONOTONIA COTIDIANA

La asistencia de los niños a la escuela es una experiencia común en nuestra sociedad.

Los profesores se interesan por un aspecto muy limitado de la experiencia escolar del niño, también centran su atención en los actos determinados de mal comportamiento o buen comportamiento como signo representativo. El niño es poco selectivo al menos que alguien le pregunte como estuvo el día. Cuando queremos recordar otros tipos de actividad cotidiana actúa en nosotros un proceso semejante de selección. Cuando se nos pregunta que tal nos ha ido en la oficina, es muy poco las veces que nos tomamos la molestia de describir con detalle lo más probable es que respondamos esto con desinterés.

La escuela es un lugar en que se aprueban o se suspende, se aprende cosas nuevas y se adquieren nuevas capacidades, pero es también un espacio donde los alumnos se sientan, escuchan, esperan, levantan la mano, etc. En la escuela también encontramos amigos y enemigos, desatamos nuestra imaginación, se resuelven nuestras dudas. Ambos aspectos son aspectos de la vida escolar.

Para apreciar la importancia de los acontecimientos triviales de la clase hay que tener la frecuencia, la uniformidad del entorno escolar.

La clase no solo es un entorno físico relativamente estable, además ofrece un contexto social bastante constante.

Todo el que se dedica a la enseñanza sabe que la clase implica mucho trabajo, aunque un observador ocasional puede pensar lo contrario, el profesor desempeña además otra función, que ocupa parte de su tiempo, la función de sargento de intendencia, el espacio dela clase y el material escolar son limitados y el profesor tiene que ordenar inteligentemente estos recursos. Otra responsabilidad del profesor, que dirige nuestra atención en el aspecto importante de la vida dela clase es la distribuir el tiempo, determina el momento oportuno para pasar de la discusión a los libros de trabajo, o de la lectura a las matemáticas todas las acciones del profesor que hasta ahora hemos escrito están unidas entre sí por un lazo común todas ellas se deben al carácter masivo de la clase. Un alumno que durante su clase ha intervenido durante un largo periodo de tiempo, tiene más probabilidades de que el profesor le escuche al levantar su mano que durante la clase ha intervenido varias veces, en clases donde los alumnos gozan bastantemente libertad de movimientos durante los periodos de estudio, con frecuencia se agrupan en torno al profesor varios alumnos que esperan ser atendidos.

Todos los niños experimentan el dolor del fracaso y la alegría del éxito mucho antes de llegar a la edad escolar, pero sus logros, o la falta de ellos, nos son oficiales hasta que entra en clase, el alumno tiene que aprender a adaptarse al continuo y penetrante espíritu de evaluación que dominara los años escolares, la evaluación es

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