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LA PROFESIÓN DOCENTE EN LA GLOBALIZACIÓN Y LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2021  •  Tareas  •  1.628 Palabras (7 Páginas)  •  148 Visitas

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LA PROFESIÓN DOCENTE EN LA GLOBALIZACIÓN Y LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Francisco Imbernón. (Selección y adaptación)

El cambio es un fenómeno inherente a la persona y a la sociedad. Cambios ha habido en todas las épocas, pero quizá la última generación de maestros y maestras de todos los niveles de la enseñanza, formados en otra época, ha vivido ese cambio más intensamente (en algunos casos de manera traumática) ya que, por la edad que tienen y la cultura profesional docente adquirida, fueron educados y formados en unas determinadas orientaciones conceptuales e ideológicas y han ido viviendo situaciones profesionales muy diversas y, eso sí que es cierto, con marcos de referencia específicos y quizá más adecuados a épocas anteriores; épocas marcadas por cambios más lentos, más dilatados en el tiempo, no tan vertiginosos como los actuales, producto de la transformación social, política, económica y científica de los últimos decenios.

Y todo ello se formula en el marco de procesos de cambio que no están al margen sino que son elementos condicionantes del entorno sociopolítico y económico en el que encontramos, de una larga crisis de las instituciones sociales y familiares en relación con los procesos y las finalidades educativas, en una época de inicio de siglo y inmersos en un ciclo colmado de incertidumbres, de vigorosas transformaciones, de renovados discursos sobre la trascendencia de la educación. En una época, en fin, en la que las instituciones educativas parecen desorientadas debido a las múltiples consignas e informaciones que reciben, al exceso de responsabilidad que se deposita en ellas y finalmente, a causa del análisis crítico de que son objeto por los resultados obtenidos.

LA PROFESIÓN DOCENTE

No conviene analizar la profesión docente de una manera aislada, hablando del maestro como individuo en su clase, en su escuela y con sus niñas y niños, sino que hemos de situarlo en dos grandes marcos (un marco más externo y otro más interno) que son la referencia para establecer las nuevas consideraciones profesionales. Pasemos a analizarlos con más detenimiento.

En el marco externo encontramos que es sumamente difícil efectuar un análisis y elaborar un discurso sobre la profesión docente sin debatir sobre la actualidad de:

  • El actual concepto de profesión. Aún estamos en una época que considera la profesión docente como una semiprofesión, más cercana a un oficio ya que no reúne todas las características que los teóricos de las profesiones consideran como rasgos profesionales. Aunque sea un debate teórico y aunque el concepto de profesión haya ido variando y ampliándose en el último siglo con el nacimiento de nuevas profesiones, el concepto de semiprofesional o similar aplicado al docente perdura en el imaginario social. Es cierto que ha habido una evolución: la asunción de estudios universitarios, la captación de determinadas personas, el aumento de los rasgos que van caracterizando las profesiones del siglo XXI ha ido cambiando las consideraciones de la profesión docente. Pero aún queda mucho por avanzar en cuanto al acceso, la formación inicial y las consideraciones laborales y sociales. Creo que el siglo XXI será decisivo para asumir ese papel profesional que merece la profesión docente.
  • No podemos hablar de la profesión docente sin considerar lo que sucede fuera de las aulas y de las instituciones educativas, o sea, sin analizar los grandes cambios sociales que se han producido en los últimos decenios: en el conocimiento científico, en las estructuras familiares y otras instancias de socialización primaria, en las asociaciones, en los movimientos a favor y en contra de la mundialización y la globalización, en los flujos migratorios, en el asentamiento de democracias con mayor o menor protagonismo de los ciudadanos, en el propio concepto de ciudadanía, en las nuevas sensibilidades que se ocultaban o eran negadas y, seguramente, en otros factores de cambio social que influyen, lógicamente y de gran manera, en la profesión docente ya que éste es un trabajo social por excelencia.
  • El papel que se le demanda a las instituciones educativas, a las diversas etapas del Sistema Educativo. La demanda actual también ha evolucionado respecto a la del pasado. El cambio ocasionando en las instancias usuales de socialización (familia, barrio, comunidad, asociaciones…); la aparición de las tecnologías de la información y la comunicación, que también han afectado a todo lo que estamos comentado pero sobre todo a las funciones del Sistema Educativo que ha ido asumiendo la transmisión de saberes nuevos y, por otra parte, perdiendo el monopolio del saber del conocimiento científico básico. Ha habido una desconcentración de los conocimientos en unas instituciones que los poseían y los distribuían. Hoy día muchos saberes que eran patrimonio casi exclusivo de las escuelas se pueden encontrar en diversos lugares (sobre todo en los grandes medios de comunicación e información y a través de multiplicidad de canales cuyo referente es Internet). Aunque por supuesto siempre habrá nuevos saberes y nuevas sensibilidades que le quedarán a la escuela. Este nuevo papel, aún sin concretar ampliamente, provoca una gran inquietud en la profesión docente.
  • Y no podemos olvidar los cambios sufridos en el contexto social y, específicamente, en los alumnos y alumnas de las aulas que son distintos en la forma de ser, de ver la realidad y de aprender. El alumnado ha sido siempre diferente, pero el cambio generacional era más lento mientras que ahora se precipita, y en muy poco tiempo se dan cambios radicales entre alumnos y alumnas muy cercanos en edad. Es posible que las actuales instituciones educativas, herederas de un pasado, no sean del todo adecuadas para enseñar, y aprender, a esa heterogeneidad de alumnado y en el marco de un cambio generacional constante.
  • Y por último, aunque seguramente existen muchos más elementos que influyen  e influirán en la profesión, destacaría el análisis de la situación laboral y la carrera docente. Conquista dura y larga y que está costando muchos años sin alcanzar una solución. Desde el primer cuarto del siglo XX se está pidiendo para los enseñantes una mayor autonomía, un código profesional y nuevos elementos de motivación. Son luchas constantes. Mal retribuido en muchos países, sin carrera profesional o con carreras casi totalmente planas y desmotivadoras, con un corporativismo que beneficia a los que se esfuerzan poco, etc. La situación laboral y la carrera influyen en el trabajo del colectivo. Ello influye en la profesión docente. La creación de una carrera con la posibilidad de promoción

profesional vertical y horizontal, con la posibilidad de valorar el esfuerzo de los que innovan, investigan, se forman, etc., sería un elemento importante de motivación profesional.

Si nos adentramos en el marco más interno podemos destacar también algunos ejes que recorren la profesión docente y que impulsan ese gran cambio en la profesión. Como pueden ser:

  • El acceso masivo de la población a la educación. El alargamiento de la escolarización obligatoria es un gran avance de la humanidad pero también está planteando problemas a una profesión que no estaba preparada para ello ni profesional ni organizativamente.
  • Las nuevas demandas educativas que han ido apareciendo en los últimos años. Demandas a las que es posible que la institución educativa tenga que dedicarse con más ahínco ya que el alumnado podrá aprender fuera de la escuela otros ámbitos del conocimiento. Me estoy refiriendo a la educación en el contexto, la educación para el desarrollo humano sostenible, la educación en valores y en ciudadanía responsable, la educación para el desarrollo del pensamiento complejo y para la autoformación en la sociedad de la información y del conocimiento. Una educación que permita la igualdad de oportunidades a todos lo que acceden a ella y no conformarse con estructuras del pensamiento que nos quieren justificar que la desigualdad es una situación ética y socialmente aceptable. El desarrollo de una profesión más educativa y social, que técnica, para el desarrollo de los aprendizajes básicos.
  • Y el análisis de nuevas maneras de ver la profesión docente. La necesidad de ver al maestro como sujeto activo (de aprendizaje, de formación, de autonomía….), con sus emociones, actitudes…, y no como objeto perteneciente a una profesión subsidiaria. Hay que analizar nuevas  perspectivas: las relaciones entre el profesorado, las emociones y actitudes, la complejidad docente, el cambio de relaciones de poder en los centros,  la autoformación,  la comunicación, la formación en la comunidad. El análisis de cómo la idea de complejidad influye en la profesión, ya que cada vez es más difícil separar las partes del todo y analizar lo que está pasando sin generar desasosiego en muchos enseñantes. La formación en entender la complejidad ha de formar parte de la profesión

docente. Y no podemos olvidar el papel de la educación en la sociedad de la información y la comunicación, en esa sociedad llamada del conocimiento o postindustrial.

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