LICENCIATURA EN JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS PLAN Y PROGRAMAS DE ESTUDIOS
Hugo OzunaTrabajo3 de Agosto de 2016
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UNIVERSIDAD DE LOS PUEBLOS DEL SUR
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Raíces de identidad
LICENCIATURA EN JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS
PLAN Y PROGRAMAS DE ESTUDIOS
Abril de 2011
1. Presentación | 3 |
2. Elementos filosóficos y pedagógicos | 3 |
3. La propuesta educativa | 6 |
3.1) Misión | 6 |
3.2) Visión | 7 |
3.3) El modelo educativo | 7 |
3.4) Características de la formación | 8 |
3.5) El carácter de la licenciatura | 9 |
4. Organización curricular | 10 |
4.1) El sistema modular | 10 |
4.2) Los ejes transversales de la formación | 12 |
4.2.1) La epistemología intercultural | 12 |
4.2.2) La lengua y la cultura | 13 |
4.2.3) Eje axiológico | 14 |
4.2.4) Vinculación comunitaria | 15 |
4.3.) Las etapas formativas de la licenciatura | 16 |
4.3.1) Introducción a la pedagogía intercultural | 16 |
4.3.2) Troncos de Pensamiento | 17 |
4.3.3) Campos problemáticos de orientación profesional | 17 |
4.4) La organización de la tarea pedagógica | 17 |
5. Modalidad de la licenciatura | 18 |
6. Duración del ciclo | 18 |
7. Perfil del egresado | 18 |
8. Criterios y procedimientos de evaluación y acreditación modular comunitaria | 20 |
9. Los módulos y asignaturas del Plan de estudios | 20 |
9.1) Mapa curricular | 20 |
10. Espacios pedagógicos optativos del Plan de Estudios | 23 |
11. La evaluación curricular | 24 |
12. Criterios de ingreso, permanencia y egreso | 24 |
13. Servicio social | 26 |
14. Titulación | 26 |
15. Programas de estudio | 27 |
CONTENIDO
1. Presentación
La Universidad de los Pueblos del Sur (Unisur) es una institución educativa nacida desde los pueblos originarios del estado de Guerrero. En un largo proceso de casi diez años. Diversas reuniones, talleres y congresos estatales de educación intercultural, permitieron la participación de representantes de dichos pueblos, provenientes de las diferentes regiones de la entidad; de profesores del subsistema bilingüe de nivel básico y de académicos provenientes de diversas instituciones.
La Unisur nace por mandato de las autoridades tradicionales de estos pueblos originarios, como universidad de carácter social, cuya finalidad es “prestar, desarrollar y orientar servicios de educación superior encaminados a la formación de intelectuales y profesionales, con base en sus valores culturales propios a fin de que respondan al desarrollo regional, del estado y del país.”
Por ello, nuestra institución está orientada a crear un nuevo tipo de profesionista destinado a abordar la realidad de las comunidades y pueblos subalternos, cuya tarea sea la formación de profesionales e intelectuales que sean capaces, desde su propio universo y sustento cultural, abordar la solución de los problemas propios de su comunidad y sus sociedades. Como institución educativa, se propone ocupar el papel de espacio de creación, de reflexión y de innovación, para potenciar el desarrollo local y regional ahí, en donde hasta la fecha no se ha podido lograr este objetivo.
2. Elementos filosóficos y pedagógicos
Históricamente y hasta la fecha, la educación ocupa un lugar primordial en el marco de las estrategias de construcción de autonomía y soberanía, aún y cuando su crecimiento y consolidación han sido lentos y desiguales para los distintos sectores de nuestro país, particularmente para los indígenas.
La educación indígena ha sido motivo de reflexión permanente, caracterizada por tensiones entre visiones integristas y visiones emancipadoras. Se ha visto inmersa en los debates políticos sobre las estrategias educativas sobre su “inclusión”, a través de la castellanización, o de su “aculturación”. Este proceso tiene como punto de partida las políticas educativas de los años 20 del siglo pasado.
Hacia la mitad de siglo se construyó una propuesta de educación basada en el bilingüismo. De manera lenta, se empezó a ampliar de forma significativa, pero no suficiente, el número de profesores capaces de trabajar con los sujetos de procesos pedagógicos en sus propias lenguas y en español. En este período cambia el término “indio” por el de “indígena”, un tema de debate que sigue sobre la mesa.
Este proceso permitió un acercamiento de las escuelas hacia las comunidades indias, propiciando –no sin enormes dificultades y tensiones– la conformación y fortalecimiento de movimientos indios por la educación, impulsado por sus primeros profesores indígenas, sus primeros intelectuales colectivos con habilidades para documentar en español y en sus propias lenguas, sus ideas y propuestas sobre el papel que debieran tener las escuelas entre los pueblos indígenas de nuestro país.
Con el crecimiento de las escuelas bilingües –en sus inicios de nivel primaria y preescolar solamente– se abrió la discusión sobre el biculturalismo, sobre la necesidad de incorporar a la educación contenidos indígenas, a la par de nacionales y universales. A la formación a través de la lengua se sumó la idea de la incorporación de los elementos propios de la cultura. En esos años se nombró al primer titular indígena de la Dirección General de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública.
La lenta pero importante incorporación de los profesionales indios a la reflexión sobre la educación, sumada a otros elementos como el del reconocimiento de la coexistencia de diversas culturas que conviven en el mismo espacio geográfico y en los ámbitos nacional e internacional, motivó la reflexión sobre el carácter intercultural y comunitario de la educación.
La educación intercultural, fundamentada por la recuperación y cultivo de la lengua, concebida como vehículo de la cultura, ocupó un lugar central en el proyecto pedagógico. Esto permitió que las prácticas educativas recuperaran los conocimientos y experiencias de los pueblos originarios, junto con los mejores aportes que la pedagogía crítica había realizado, por varios pensadores mexicanos y de otros países del mundo. Se inició la construcción de una propuesta de educación universitaria en la que convivieran y se articularan los elementos culturales de los pueblos originarios con propuestas de otras geografías.
Paralelamente a esta discusión, la demanda por una educación propia para los pueblos originarios se amplió hacia todos los niveles educativos, ante la necesidad de formar intelectuales indios capaces de entender y transformar su realidad. Una de las alternativas a esta necesidad fueron las universidades interculturales, para formar a los jóvenes técnicos, administradores, científicos y humanistas indios al servicio de sus propios pueblos.
De manera particular, diversas organizaciones Nn’anncue (amuzgos), Nahuas, Me’phaa (tlapanecas), Na Savi (mixtecas) y Afromexicanas del Estado de Guerrero se han dado a la tarea de luchar por mejores condiciones para sus pueblos en materia de tenencia de la tierra, producción, empleo, salud, derechos humanos, entre otros muchos rubros entre los que destaca la educación.
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