LOS PROBLEMAS CIUDADANOS Y LOS TAXIS.

Caso de estudio

LOS PROBLEMAS CIUDADANOS Y LOS TAXIS

• Antecedentes

Supongamos que la gerencia de transporte público del Ministerio de Transporte y comunicaciones aprobara una disposición en el sentido que todos los peruanos y peruanas pueden hacer taxis en sus horas libres y que las normas anteriores a esta disposición quedan sin efecto. ¿Cómo quedaría la seguridad del público usuario, pero además como quedaría la seguridad de aquellos que toman taxis sin reconocimiento de la autoridad, más aun como quedaría el orden en una economía de mercado?

La seguridad pública estaría en entredicho, aquellos que tomen taxis sin autorización de las  autoridades estarían a merced de los conductores, y en una economía de mercado no podría establecerse de manera significativa el Producto bruto interno.

El siguiente caso nos va a preparar e ilustrar para conocer en qué medida podemos estar sujetos a los caprichos de los conductores de taxis en la ciudad de Lima.  

• Desarrollo

Todos los días las personas acuden presurosas a sus labores, sin embargo la explosión demográfica ha hecho que existan más necesidades, más presión en todos los aspectos de la vida cotidiana, las personas necesitan ganar más y en ese sentido muchos ciudadanos que poseían sus vehículos para uso privado en estas circunstancias los usan para servicio público, más específicamente para taxis.

Sin embargo, todo esto debe estar normado para evitar el desorden en la ciudad de Lima, toda vez que el orden es prioritario para una convivencia adecuada en una ciudad cosmopolita como es la ciudad de los Reyes, donde el turismo es básico para promover diversas actividades de la ciudad, como la gastronomía, diversos lugares turísticos, museos incas, etc. y este se desarrolle de manera creciente, basada en normas ciudadanas, solo de esta manera crecerá el turismo.

Pese a las normas sobre el uso de vehículos para taxis, emanada desde el Ministerio de Transporte y la Municipalidad de Lima, en los últimos años se ha incrementado la informalidad por parte de propietarios de vehículos particulares quienes frente al desempleo  y las dificultades económicas, han tomado la decisión de salir a las calles a ganarse el sustento de su familia utilizando sus vehículos particulares en servicio público, taxis.  

Este es un fenómeno no de ahora, sino de siempre, en todos los tiempos ha existido este tipo de informalidad. La pregunta es:¿Qué pasaría si el gobierno toma la decisión de liberar esta actividad de las normas y reglas y dejara en libertad para que cualquier ciudadano pudiera hacer uso de su vehículo en actividades de servicio público?

Es posible que muchos ciudadanos de manera indiscriminada salgan a las calles para hacer el servicio de taxis, en ese caso la ola delincuencial se incrementará, quienes aprovecharan las circunstancias para hacer de las suyas, se producirá desorden en las calles debido a la cantidad de vehículos que harían este servicio, sin restricción alguna, el tráfico se incrementaría y el tiempo de traslado de los usuarios serían más difíciles para las personas.

Como podemos apreciar no sería buena idea que eso suceda ya que ante todo en cualquier lugar debe primar el orden, y este se impone dictando reglas de convivencia justas y adecuadas, para que las personas respeten los derechos y practiquen sus deberes. Pero además las normas de calidad bajarían, y lo que se quiere de los prestadores de servicios es que las normas de calidad se incrementen y sean un factor decisivo de la felicidad de las personas.

De un tiempo a esta parte Juan Carlos, con problemas económicos, se animó a usar su vehículo privado en taxis debido a sus problemas económicos, sin embargo no posee la autorización para hacerlo, esto ha motivado que en lugar de hacer un buen servicio, sin restricciones, se encuentre siempre pendiente de las autoridades controladoras como los policías y los agentes de la Municipalidad de Lima, poniendo en zozobra a los clientes.  

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