La Alternativa Postpositiva

La alternativa post-positivista

El presente ensayo analiza la alternativa post-positivista, desde la visión de Douglas Torgerson y los conocimientos adquiridos del análisis del libro “El Estudio de las Políticas Públicas” del autor Luis Aguilar Villanueva, primero se considera necesario realizar una valoración conceptual sobre el positivismo para posteriormente continuar con la etapa post, comprendiendo así la alternativa post-positivista en el análisis de las políticas públicas.

Agust Comte y Spencer son dos de los grandes teóricos del concepto positivista al cual se refieren como la negación a aceptar conocimientos no válidos científicamente, sino a los que surgen de la experiencia, aquellos que son efectos de los fenómenos y sucesiones, se deslinda en parte de las teorías, se le puede conocer con mayor frecuencia como conocimiento empírico.

El movimiento post-positivismo surge como crítica al positivismo y un paradigma al rescate del sujeto y la importancia del mismo a manos de Weber, aceptando la observación como un método de génesis de nuevos conocimientos e incluso admite los juicios de valor, su objetivo es el estudio de las acciones humanas y su interpretación, el cual retoma fuerza en la década de los 50 y 60.

Se valora necesario de igual manera precisar que el análisis es un tema transcendental

en las ciencias políticas sobre todo en las políticas públicas, una tarea nada fácil debido a las múltiples acepciones que se han generado al respecto, mucho menos es sencillo definir cual es la más precisa o correcta por lo cual se tomará como tesis la desarrollada por Nagel (1984) quien menciona:

“El análisis de política pública es la evaluación entre varias opciones de política o decisión gubernamental, es la mejor (o la buena) decisión o política a la luz de determinados fines, restricciones y condiciones. Es parte muy importante del campo más amplio de los estudios de política, que tratan de la naturaleza, causas y efectos de las diversas opciones de política pública”

Dunn en 1981 definió al análisis de políticas como: una manera de sintetizar información, incluyendo resultados de investigación con el fin de producir un formato para las decisiones y de determinar las necesidades futuras de información importante para las políticas.

En el análisis siempre es preciso esclarecer las metas en base a un principio democrático puesto que su énfasis será completamente hacia el desarrollo del conocimiento que permita la realización de la dignidad humana orientado a esclarecer el verdadero valor y estado del problema poniendo al descubierto lo factores condicionales.

Todo análisis conlleva un razonamiento de la delimitación del tiempo que colabora a proyectar metas a futuro, estimaciones y factores, también se orienta en virtud del espacio de delimitación, pero también e debe atribuir sensibilidad al problema generando transformaciones de calidad sobre todo en las instituciones.

Con algunos conceptos claros es preciso entrar en el tema del presente estudio que se centra en la alternativa pos-positivista en el análisis de políticas, a lo cual se tomará como referencia el artículo publicado por Douglas Torgerson en 1986 con el nombre “Entre el conocimiento y la política: tres caras del análisis de políticas” donde se realiza un desarrollo más detallado sobre el tema logrando en mayor medida el entendimiento de la política y el cómo se lleva a cabo las acciones a través de los diversos enfoques.

El ensayo citado se refiere a tres diversas y conflictivas formas de investigación basadas en paradigmas difíciles de comprobar frente al análisis, un término que se refiere a todas las acciones guiadas a desarrollar saberes en relación a la hechura e implementación de las políticas públicas en cualquiera que sea su ámbito de aplicación.

En la fases que se aborda a continuación se emprende los vínculos entre la ciencia y política mostrándose en diversas posiciones como un claro juego de poder y superioridad entre ambas, pero es la tercera justamente la que nos señala donde convergen ambas materias para crear una nueva alternativa señalada como post-positivista.

La primera forma desarrolla una relación de la ciencia con la política encontrándose el conocimiento científico en mayor medida valorada, debido a que muestra al conocimiento como un reemplazo al régimen, manteniendo como foco de intereses el uso de la metodología y la confiabilidad en las leyes generales de la humanidad, en este apartado se niega la aceptación de los juicios de valor puesto que se negaba la razón, en conclusión solo se reconoce a la ciencia comprobada puesto que otorga certidumbre al futuro.

En segundo lugar se habla de segunda cara con una visión contra a la ilustración, presentándose como una contraparte a la primera cara, se subraya a la política sobre el conocimiento erudito debido a que los intereses se sobreponen a la búsqueda de un mejor análisis, en esta parte se indica la incidencia en la toma de decisiones como consecuencia de un interés general de un grupo privilegiado, lo que incentiva el ejercicio del poder.

Con lo anterior como preámbulo se llega al foco de intereses; alternativa post-positivista, la tercera cara es clara y fructuosa en la relación entre el conocimiento y la política en una relación amistosa que implica el entendimiento de y en proceso, y en la sociedad para un análisis preciso que se acepta como integración de la ciencia política y del poder político relacionándose entonces al científico con el ciudadano a tal como de concebirse como un órgano administrativo.

Esta relación presupone la participación del investigador en la teoría y práctica en busca de mejorar los procesos, se plantea por lo tanto como un proyecto participativo unificador de las teorías y el conocimiento empírico. La alternativa postpositivista se presente con el objetivo principal de fomentar la participación de los destinatarios de las políticas en la toma de decisiones para que estos pudieran lograr incidir.

Logrando como tal la integración del conocimiento y la ideología en la participación social dando paso al objetivo clave de la alternativa post-positivista.

Se debe recordar que un analista de políticas busca la eficiencia económica y como las políticas busca afectar a la sociedad en su conjunto, tal como menciono Robert Behn en 1986 el analista se enfrenta a los problemas de intereses entre los políticos mientras este cree que su estudio es el mejor, por lo cual para combatir estos intereses y poderes fácticos se debe

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