La Autoridad En La Frontera Tamaulipeca Frente A Las Desapariciones Forzadas

21 de septiembre de 2021

Maestría en Criminología y Ciencias Forenses

Tópicos Jurídicos y Criminológicos Actuales

L.C. Ana Cristina García Moreno

La Autoridad En La Frontera Tamaulipeca Frente A Las Desapariciones Forzadas

Introducción

En nuestro país conforme han pasado los años han ocurrido una serie de sucesos que van de la mano con los cambios políticos y estructurales, siendo destacables debido a la barbarie e inhumanidad con las que son realizados, se fueron configurando los actos de desaparición forzada, y en todos estos eventos se ha podido observar el papel con el que se desenvuelven las autoridades, tanto como actor principal o parcial, de ejecución, cooperación y en el ocultamiento de estos. Es de suma importancia visibilizar el papel que desempeñan para que existan cambios entorno a sus funciones, promoviendo la protección de los derechos humanos y la impartición de justicia, ya que resulta urgente que la ciudadanía de la frontera norte de Tamaulipas logre percibir cambios entorno a los hechos lamentables que se presentan, propiciando un adecuado desarrollo psicosocial dirigido a construir un estado de legalidad.

Desarrollo

Los cambios que se han presentado a través de la historia mexicana relacionados a las desapariciones de personas nos muestran los tipos de conflictos y en ciertos casos la replicación de estos, por lo que aun siendo un mismo territorio, la mecánica de hechos varia de una región a otra, influyendo la cultura, problemáticas sociales particulares, extensión del territorio, intereses políticos, entre otros. Es un acto alarmante y lamentable, ya que contrario a lo que se quisiera, ha ido evolucionando y formando parte de la situación de numerosas familias mexicanas, quienes se encuentran heridas, en constante alerta, búsqueda y esperanza de localizar a sus allegados.

Ha sido una situación en la que los familiares han alzado la voz, en su hartazgo, buscando obtener rastro, respuestas, justicia, con la finalidad de volver a reencontrarse con los suyos y en última instancia obtener la ubicación de sus restos. Y es gracias a esto que la manifestación ha provocado que el Estado busque dar respuesta a los hechos y que se visibilice la existencia de un problema que necesita de una atención adecuada.

La desaparición forzada es considerada como un acto de lesa humanidad, por lo cual, se han desarrollado lineamientos, protocolos, recomendaciones por parte de los organismos internacionales y nacionales de derechos humanos. Si bien esto ha mostrado ser un avance, ya que permite comprender la dinámica criminal, se plantean metodologías, estatutos de protección, atención a las familias afectadas, promoviendo la integración para una adecuada búsqueda y localización de las personas desaparecidas, todo este proceso ha sido un paso que conduce a un camino que de seguir en constante actualización y reforzamiento, logrará generar mayores cambios sociales.

Sin embargo es importante tomar en cuenta que este acto abarca otros aspectos, como lo es, el hecho de que existen figuras gubernamentales en las que se hace presente la corrupción, impunidad y que mediante el poder ejercen actos que llevan a seguir en el caos. Como menciona Vicente Ovalle (2019) “el caso de Epifanio Avilés Rojas, detenido y desaparecido, trasladado por un general a bordo de una avioneta, desde Guerrero a Ciudad de México, desconociéndose su paradero” (pp. 280-281).

Existe evidencia de que el estado mexicano ha sido responsable de la práctica de desaparición, como medio represivo aceptable, aunque el reconocerlo de manera oficial, resulta vergonzoso e inaceptable que quienes se supone son los encargados de proteger y preservar la vida de sus ciudadanos, son actores en este entramado de violencia. Si bien recae en las autoridades dar respuesta ante estos actos, la manera en que resuelven las diligencias, brindan atención a las familias, realizan las búsquedas, son muestra de que aún falta por hacer, desde los movimientos administrativos, empatía con las personas afectadas y una adecuada metodología.

Por lo que el interés particular se dirige a la frontera norte de Tamaulipas, debido a que se encuentra en una constante presencia de hechos delictivos ejercidos con violencia, producto de los enfrentamientos armados entre grupos o facciones de la delincuencia organizada que mantienen una lucha por el territorio, así como la notoria corrupción por parte de las autoridades, la impunidad ante los actos, la deficiente impartición de justicia, la complicidad de algunos ciudadanos, muestra que la dinámica no solo corresponde a cierto grupo, sino que se entremezclan los intereses, dando como resultado una zona en la que es difícil atender temas delicados como lo es la desaparición.

En el contexto actual que se vive en este territorio, es tan indignante que los actos violentos son parte de la vida diaria, ya que se vive en un ambiente de inquietud por no saber en qué momento se puede ser vulnerado y pasar a la lista de víctimas a manos de particulares, grupos criminales o autoridades. Se ha observado que las personas pertenecientes a esta región que han pasado durante más de una década por este tipo de conflicto armado han ido creando una especie de coraza ante lo que sucede a su alrededor, ya que ha afectado las distintas esferas sociales.

Los tamaulipecos fronterizos continúan con las actividades diarias, pero no se adaptan en sentido de que rechazan estos actos atroces, optan por guardar silencio para preservar su vida, establecen sus medios de seguridad personal, evitan el contacto con las fuerzas armadas y de orden público, ya que la confianza se ha perdido, y en el caso de alguna desaparición, se muestra en aumento la inseguridad, ya que no se cuenta con las herramientas efectivas que promuevan la obtención de respuestas.

El contacto que pueda existir con las fuerzas armadas, llámese Ejército Nacional, Marina, Policía Estatal, Guardia Nacional y el reciente Grupo de Operaciones Especiales creado por el orden estatal, la constante entre estos elementos es la atención hostil que presentan ante la ciudadanía fronteriza, es comprensible que se encuentra en una guerra contra el narcotráfico, aunque al pasar de los años no se han obtenido resultados que demuestren que esta es la vía correcta para atender a dicha problemática antisocial, al contrario han aumentado los índices de violencia siendo extraoficiales, ya que por ser una zona considerada como “peligrosa” carece de estudios detallados y registrados de cómo es la dinámica social.

Las fuerzas armadas se encuentran en contacto directo con la ciudadanía fronteriza en general, mantienen un estatus de poder y generan miedo con su presencia, mostrando su carácter de perpetrador de violencia y coparticipación en la desaparición de personas, como un mecanismo útil para silenciar sus actos inhumanos. Presentándose la región de esta manera tan dañada, se busca el cambio, y al mismo tiempo no se logra entablar una relación de confianza con las autoridades para que se puedan hacer efectivos los derechos humanos, resultando en una actividad infructuosa.

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