La ausencia de la clase media en México

La ausencia de la clase media en México

En este ensayo me gustaría analizar el comportamiento de la clase alta y la clase baja, y como una serie de problemas ha traído a los mexicanos la ausencia de una clase media. En sí, no podemos saber cuándo fue inicio realmente esta división de clases, pero me atrevería a decir que se remonta a años antes de  la independencia, cuando criollos y mestizos vieron sus oportunidades truncadas por los españoles peninsulares. En un ámbito más reciente está división se hizo sentir entre mexicanos poco antes de la Revolución Mexicana - incluso fue una de las razones primordiales por las que dicha revolución inició- y no sólo comenzó a crear resentimientos entre mexicanos pertenecientes a las distintas clases, también creo una gran desigualdad que ha ido en aumento desde entonces hasta el día de hoy.

La clave de esta desigualdad a mi parecer y dado lo aprendido en este curso se debe a las múltiples deficiencias que tienen el estado mexicano y el mexicano en sí. Deficiencias que me gustaría mencionar más adelante, para poder comprender, de mejor manera, como nos metimos en un efecto dominó del que pareciera no hay escapatoria. La ausencia de nuestra clase media se puede explicar de muchas maneras, que al final se conectan entre sí para darnos un panorama más claro y comprensible. Algunas de estas deficiencias son: la educación, la mala distribución de la riqueza, nuestra poca capacidad de crear ingresos, la corrupción, el crimen organizado y la mentalidad del mexicano.

Se dice que el motor del crecimiento económico es la clase media, que son los únicos que podrán sacar a México de su espiral y caída sin fondo. Con crecimiento se generan empleos, con empleos hay sueldos, con ellos riqueza e ingreso y así poco a poco los engranajes de la economía dan lugar a un movimiento, estable que nos permite avanzar en el camino que nos lleva a  ser un país cada vez más equitativo, y con una mejor calidad de vida para cada uno de sus habitantes.

Empecemos con la problemática de la educación. Aunque México ha logrado varios avances en materia educativa no han sido suficientes. Seguimos rezagados, en método e infraestructura. Después de Vasconcelos, el presupuesto de la educación fue duramente recortado y se administró de manera laxa, desde ahí estamos en una hondonada de la que no hemos podido salir. Hacen falta escuelas con condiciones necesarias para una buena educación, hacen falta maestros comprometidos con la juventud mexicana, México ocupa el lugar 58 de 124 con una calificación de 68 (según el reporte de capital humano del año 2015 del foro económico mundial). Evaluamos a nuestros alumnos con métodos que sesgan su inteligencia. No estamos explotando a nuestra juventud y mucho menos su talento.

En cuanto a nuestra incapacidad de generar ingresos; los mexicanos nos hemos subestimado, tenemos todo para ser un país con una gran fuerza económica, pero no le damos el apoyo necesario a los puntos que lo requieren. Un claro ejemplo de este problema es nuestro campo. Como menciona Zermeño, tenemos un campo ganador pero dejamos que las industrias extranjeras nos saquen ventaja, damos subsidios a los campesinos pero se los cobramos a nuestra clase media. Tenemos todo; tierra fértil, riqueza de recursos naturales, bellas playas y pueblos que fomentan el turismo. Pero de la misma manera tenemos una gran fuga económica, muchas de las empresas que gestionan estos recursos no son mexicanas, o lo son, pero alimentan a otras que no a un precio subvaluado.

Sigamos con la mala distribución de la riqueza; otro gran problema del mexicano de hoy en día. Es irracional que nuestro coeficiente de Gini sea de 0.82 siendo 1 el mayor índice de desigualdad. Sin embargo esta desigualdad no se generó de un día para otro, llevamos años nutriéndola. Se hizo notoria en tiempos del porfiriato cuando los trabajadores  y campesinos quedaron relegados, los comerciantes ganaron poder de adquisición y los campesinos que huyeron de las áreas rurales se conformaron con salarios miserables por su trabajo. Las cosas no han cambiado mucho hoy en día. La riqueza de nuestra nación está concentrada en un porcentaje bajísimo de población mientras casi el 40% se encuentra en una situación de pobreza. Los más pobres viven con menos del 10% de lo que los más ricos ganan. Esta mala distribución de la riqueza ha generado tensiones entre las diferentes esferas de la sociedad, y también ha llevado a varios mexicanos a adentrarse al mundo de la delincuencia para satisfacer las necesidades que, lamentablemente, sus sueldos no llenan.

Esto deriva a nuestro siguiente problema, la corrupción,  la delincuencia y el crimen organizado. No podemos crear un ambiente propicio para que nuestra gente crezca y genere empleos lícitos si vivimos en el mar  de la impunidad. A mi parecer este será el obstáculo más grande a superar, estamos tan hundidos en la corrupción que salir del pantano llevará esfuerzos inimaginables. México se encentra entre los países más corruptos y lo peor de todo es que esta corrupción envuelve a todas las esferas sociales. ¿Cómo alimentaremos a nuestra clase media si peces más grandes llegan a tragárselos, ayudados por peces gordos y corruptos? La corrupción afecta a la clase media poniéndole trabas y haciendo más difícil tener un estado confiable, algunos miembros del estado incluso coluden con el crimen organizado y el narcotráfico. Éstos dos también son un problema en la creación de una clase media fuerte y la eliminación de nuestra desigualdad. El crimen organizado aniquila a las nuevas medianas empresas y negocios, en el momento que una despega ya le llaman para pedirle “piso” o amenazar a sus familiares  si  no se les otorga cierta cantidad de dinero. Esto provoca que miles de establecimientos cierren cada año, cerrando así sus oportunidades a una cantidad aún mayor de mexicanos.

Para finalizar quisiera tocar la mentalidad del mexicano. Somos un país muy conformista, nos sentamos y esperamos a que alguien empiece a ensuciarse las manos, a que alguien más lo haga. Nos sentamos frente a televisores que nos dan información truncada, sólo la información necesaria para crear juicios afines a lo que se requiere en el momento. Un pueblo sumido en la ignorancia jamás podrá salir adelante. Es triste pero es verdad, como diría Octavio Paz, vivimos “chingando” para no salir “chingados” es justo, en gran parte esta mentalidad, la que nos ha llevado a estar como estamos. El mexicano necesita d4espertar y darse cuenta de que nadie va a resolverle sus problemas, nadie va a limpiar nuestra contaminación, nadie va a castigarnos para que dejemos de dar mordidas. El mexicano necesita quitarse esa idea de inferioridad y comenzar a brillar y enorgullecerse de lo que hay que enorgullecerse. No podemos seguir siendo doble caras y celebrar por un lado a nuestros grandes y por el otro tirar basura cada que estamos en la calle.

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