La comunicación y la ciudadanía

Tíotulo+

Presentado por:

Gina Paola Gómez Bautista

Profesor:

Arminio del Cristo Mestra Osorio

Comunicación y sociedad

Facultad Mercadeo, Comunicación y Artes

Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano

Bogotá D.C.

2018

Titulo

Dominio, control y lucha de intereses es la realidad que nos tocó afrontar.

     Somos una sociedad que se rige por “el que más tenga” y para esto es inevitable llevarme a la cabeza la imagen de un sujeto con ansias desmedidas de poder, el cual no puede evitar seguirse saciando, y su figura de poder es tan grande que se rebosa; este juega con una figura tan frágil como el cristal, y con esta figura nos vemos reflejados nosotros: nuestra libertad, derechos, la misma vida…

     A la luz del texto “Comunicación y Ciudadanía” de Javier Malagón me he propuesto a analizar nuestra sociedad actual en base a muchos de los fenómenos que nos vemos sujetos de un tiempo para acá y que apuntan a un futuro un tanto difuso pero preocupante.

     Lo primero y fundamental que debemos tener el claro es el saber que la sociedad en que nos hemos adaptado, nos ha enseñado a perseguir lo que a nosotros nos “hace bien”, como un tipo de felicidad traducida en bienestar, que es igual a una sociedad individual con una constante lucha de intereses cuyo objetivo es ganar poder. Esta sociedad se ha hecho parte de un sistema neoliberal, el cual busca crecimiento económico sin importar por encima de qué haya tner que pasar.

     Con la llegada del neoliberalismo o  “liberación” en forma de capitalismo, se presenta como una nueva forma de autoritarismo oligarca, cuya representación es un deterioro y un atropello a lo que en esencia se consideraba importante; el proceso que nos llevó a pensar en una democracia donde priman tanto la libertad como la vida, como también la valoración de nuestro entorno: cómo nuestras tribus indígenas veneraban la madre tierra por agradecimiento a lo que esta les brindaba, y hoy se encuentra por poco extinta.

     Esto nos significa un efecto rebote en la historia, aun cuando nosotros creemos avanzar hacia nuevas y mejores formas de vida, ya sea por pensamientos o por los mismo avances que la tecnología ha logrado, y con este su fabulismo. No somos mejores que años atrás, nosotros vivimos entre cadenas que por no estar necesariamente sujetas a nosotros, no significa que no estén. Somos víctimas de seguir lo que los demás nos dicen hacer, de repetir lo que en masa se dice, de pensar como los demás, o incluso de renunciar a nosotros mismos por seguir a alguien más; eso no es nuevo, siempre hemos sido humanos, pero si con los avances tecnológicos y civilizatorios, algo sí hemos perdido.

     En una vista al pasado: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Los héroes que prefirieron  morir antes que vivir bajo coacción, ahora vale muy poco. ¿Qué nos diferencia de esa sociedad con la actual en esos términos? Tristemente, sabemos que hay alguien con más poder sobre nosotros, que somos controlados, y las personas que tienen todo ese poder concentrado nos manejan cual títeres a su antojo, pero no hacemos nada, porque el estar sentados o acostados siempre va a ser más cómodo.

     La democracia se pensó para que todos tuviésemos el poder en nuestras manos, entonces ¿Qué pasa cuando entregamos mucho poder a un ente? Nos hace más vulnerables, o incluso cuando permitimos cualquier violación hacia la democracia el resultado es el mismo, comos más vulnerables. Como Malagón (2003) mencionaba en su texto, el ejemplo de la política anti-terrorista y anti-criminal adecuada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos de América: el cómo su pueblo es supervisado, y como éste atenta contra sus derechos y libertades, me lleva  a pensar qué es lo que estamos dispuestos a renunciar por un poco de “seguridad” o por “permitirnos una mejor vida”.

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