La deficiencia en el sistema educativo de la República Dominicana.

La deficiencia en el sistema educativo de la

República Dominicana.

Analizando la situación actual de nuestro país, llegamos a la conclusión de que todos los problemas de nuestra sociedad tienen raíces en la falta de educación.

¿No te has preguntado por qué vivimos en un constante caos? Si lo analizamos un poco, nos encontramos frente a un problema de educación. Pero, ¿Por qué la educación de nuestro país es tan deficiente, si se supone que esa debe de ser uno de las bases principales de nuestra sociedad?

Si nuestro sistema de educación no está cumpliendo con su función, nosotros, como dominicanos preocupados por nuestro futuro, debemos de preguntarnos el por qué. Pregunta un poco compleja, pero capaz de responderse con una palabra: Falta.

Estamos hablando de que en nuestra sociedad hay un problema de falta, como por ejemplo: Faltan pre-escolares para el 70% de los niños menores de 6 años, faltan Liceos para el 60% de los adolescentes. Falta espacio en las aulas, ya que en la actualidad el promedio de estudiantes por aula es de 58, cuando la cantidad recomendada para una mejor absorción de los conocimientos es de 25 alumnos por aula. Y faltan obviamente, profesores. La mayoría de las escuelas trabajan con menos del personal que necesitan, por el simple hecho de la falta de recursos.

Una consecuencia de esto es que los pocos profesores que hay, se ven en la obligación de cargar con más materias, teniendo así que cumplir con tandas de 2 y hasta 3 jornadas diarias. Todo esto sin mencionar que hay escuelas con tanta falta de recursos, que no poseen ni siquiera aulas, o no poseen baños, canchas o bibliotecas.

Y también hay que tomar en cuenta que la población dominicana está creciendo a una mayor velocidad que la de la creación de escuelas en nuestra sociedad. ¿Cómo los niños que están por nacer tendrán garantizada su educación, cuando ni siquiera los niños ya nacidos la tienen?

A todo lo dicho anteriormente hay que añadirle, que estudios basados en nuestra sociedad han revelado que de cada 100 niños que ingresan a la escuela, solo 63 llegan al octavo curso, y de estos 63, solo 48 llegan a terminar el bachillerato; que es menos de la mitad de los que ingresaron.

Otro dato no muy prometedor para nuestro sistema educativo, es que en las escuelas no se está impartiendo el mínimo de horas que se debe impartir al día, que son 5 horas, sino que se está impartiendo un promedio de 2 horas y media diarias. ¿Qué se puede llegar a aprender en dos horas y media de clases al día? Buena pregunta.

Vámonos entonces a un ejemplo reciente de esta problemática: ¿Por qué vemos una gran cantidad de alumnos que fueron encontrados haciendo fraude en las Pruebas Nacionales? Porque, sinceramente, no tienen de otra. Si la calidad de nuestro sistema educativo es tan pobre, ¿Qué esperamos de nuestros alumnos?

Ahora enfoquémonos en una de las principales causas de esta problemática, que es la falta de inversión. Ya el Consejo Nacional de Educación (CNE) informó que ha sido aprobado el presupuesto de la educación para el 2012 de un 4.09% del PIB. Basémonos ahora en nuestra realidad.

En países como Estados Unidos y Canadá se hace una inversión de US$6,000 por estudiante al año, en España se hace una inversión de US$3,000, en América Latina en general el promedio de inversión es de más de US$900, mientras que en nuestro país esta inversión ronda los US$500.

La educación en nuestro país ha sido calificada como una de las peores a nivel de Latinoamérica. A partir de la frase de Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción” podemos deducir que si no nos damos cuenta de lo que nuestros gobernantes están haciendo, y si continuamos por ese camino ¿Qué nos deparará en el futuro?

Hoy en día, la inversión que se está haciendo a la educación es de un 2.4% del PIB; cifra insignificante comparada con el 4% que, según nuestra propia ley de educación, deberíamos de estar invirtiendo. Y entonces, ¿hacia dónde vamos?

Es increíble ver cómo en la actualidad el pueblo dominicano tuvo que sublevarse para que sus derechos fuesen respetados. Cuando nos dimos cuenta de que el Estado estaba violando la ley, al no invertir la suficiente cantidad de dinero, comenzaron las marchas, protestas, huelgas, apoyadas por grandes figuras de nuestra sociedad, como lo son la ex-vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch, el periodista Huchi Lora, Yolanda Martínez, Juan Bolívar Díaz, Miralba Ruíz, Mario Bergés, entre otros.

De acuerdo con la UNESCO, la República Dominicana ostenta el penúltimo lugar en porcentaje de inversión a la educación. Veámoslo en el siguiente gráfico:

[pic 1]

Y esto no es nuevo, echemos una mirada en el gráfico de la inversión en la educación durante los últimos 40 años:

[pic 2]

Es irónico que una sociedad en “vías de desarrollo”, la cual quiere cumplir los objetivos del milenio programados por la ONU, tenga que suspender a cada instante la docencia; por reclamos de profesores de un aumento salarial y otras reivindicaciones. Estos paros en la Universidad Autónoma de Santo Domingo por ejemplo, son tan frecuentes que ya no surten el efecto buscado por sus promotores y dejan una mala imagen de los estudios, dejando de lado el compromiso profesional de los estudiantes y los futuros aportes que dará esta entidad al país.

Entonces, ¿Por qué debemos de invertir más en la educación? Simplemente porque la educación es un derecho humano, y esta debe ser garantizada a cada persona, la cual se lo merece sencillamente por el hecho de existir.

Por otro lado, se supone que las sociedades están en busca de un desarrollo humano, y consideramos que la educación es una de las herramientas más importante que garantiza el mismo, llegando a la conclusión de que, a mayor educación, mejor calidad de vida.

A continuación, les mencionaremos unas cuantas estadísticas que soportan nuestros argumentos:

• En materia de mortalidad infantil, mueren tres veces mas bebés de madres dominicanas que no han ido nunca a la escuela, que aquellas que han recibido una formación académica.

• Por otro lado, podemos confirmar que a mayor educación, menor es la tasa de embarazo en jóvenes adolescentes, ya que las estadísticas demuestran que el 46% de las adolescentes que no han recibido ningun tipo de educación han estado o están embarazadas actualmente, en contraste al 15% de las que poseen una educación secundaria.

• También está el crecimiento poblacional. El promedio de hijos de madres que no han recibido ningún tipo de educación es dos veces mayor que aquellas que han recibido una educación superior.

• Los índices más altos de infecciones de transmisión sexual, como el SIDA, se registran en hombres y mujeres que han recibido una educación por debajo del octavo curso.

• Más de 100 mujeres mueren en el país al año a manos de sus parejas o ex-parejas. Mientras que el 8% de las mujeres que no han recibido ningún tipo de educación son víctimas de violencia, solo el 1% de las que han recibido un nivel de educación superior lo son.

Pero eso no es todo, vamos ahora a pensar un poco en nuestro medio ambiente, y el daño que le estamos causando al mismo, con todos los desperdicios, la contaminación del aire, la deforestación y el constante cambio climático que nos afecta. ¿Cómo se puede formar la conciencia hacia el cuidado de nuestro medio ambiente si no formamos académicamente a nuestras futuras generaciones?

Y acerca de la delincuencia, ¿Qué podemos decir? Está comprobado que a mayores oportunidades de educación, menor es la tasa de delincuencia.

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