La educación prohibida
masevita18 de Junio de 2014
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El estreno de La educación prohibida ha suscitado un importante debate entre los partícipes del proceso educativo, debate al que con este texto intento sumarme. Las opiniones tienden a ser favorables en el caso de los estudiantes y más polémicas entre los docentes. La simpatía que provoca en los estudiantes es comprensible. La Escuela Activa Inka Samana de Ecuador, que se presenta como modelo, se promociona así en su página Web: “Es la escuela de tus sueños. Sin represión, calificaciones, exámenes ni horas clase”. Esta publicidad es un buen ejemplo del tono general por el que transita la película; si no pasara de allí, tal vez no habría mucho que decir. Pero el asunto se complejiza cuando analizamos toda su trama discursiva y nos interrogamos qué propuestas concretas sostiene.
Los privados tienen la palabra
La película tiene una forma particular de presentar y dar la palabra a los protagonistas de la educación. En la parte estrictamente documental, la palabra está monopolizada por una serie de propietarios de escuelas privadas, sus docentes, y algunos especialistas. Los docentes de escuela pública y los estudiantes en general no tienen voz propia en la película. Sólo aparecen en las partes guionadas por los autores y dramatizadas por actores. En todos los casos, se muestra a la escuela pública como una prisión, con alumnos maniatados o aburridos, ridiculizando al extremo a sus docentes, deformando sus caras en primeros planos, calcando las técnicas con que se satirizaba a docentes de escuelas sajonas de medio siglo atrás, en filmes como Melody o The Wall. Vaya paradoja: en la película “La educación prohibida” está prohibida la palabra a docentes de escuela pública y estudiantes en general.
Esto ya da una idea del recorte que opera la película sobre los discursos que circulan en la realidad educativa. Pero hay más. Para saber quiénes son los que tienen voz en la película, me dispuse a googlear unas cuantas horas. He aquí el resultado.
Veamos: en primer lugar algunos datos sobre las escuelas que promociona el filme, que a partir de ahora llamaré escuelas "top". Chile, casualmente uno de los paraísos del neoliberalismo, aporta varias ofertas. Por ejemplo, el Centro de Estudios Montessori, colegio privado ubicado en el barrio Ñuñoa de Santiago. Este barrio, según Wikipedia “desde 2007 , ha sido elegida consecutivamente como la comuna con mejor estándar de vida de Santiago ” y “la población comunal está compuesta fundamentalmente por grupos socioeconómicos medios altos y altos”. En la película habla Elinor Barentin, su propietaria.
La segunda oferta chilena es el Colegio Rudolf Steiner, ubicado en el sector Oriente de la Comuna Peñalolén de la provincia de Santiago, donde residen, según Wikipedia, “las familias de mayores ingresos y los estratos socioeconómicos altos”. Su página WEB está encabezada por esta cita: “El más urgente de los problemas de nuestra época (ya denunciado con profética lucidez por el casi olvidado Spencer) es la gradual intromisión del Estado en los actos del individuo”. En la película habla Rafael González Heck, su propietario.
La tercera oferta chilena es Educación en línea Yo aprendo. No se trata de un colegio, sino de un servicio por Internet promocionado en su página Web como una opción para “aquellas familias que han decidido educar sus hijos en casa. Yo aprendo es una experiencia privada, creada por un grupo de profesionales”. El que habla en la película es su propietario, Fernando Jorquera.
El staff de voces chilenas en la película también incluye a Carlos Calvo Muñoz, Masters en la Stanford University, USA, y enHadassah Wiso Research Institute, Jerusalem, Israel. En la película opina, entre otras cosas, “yo no creo que sea necesaria la escuela… podemos prescindir de ella”. Lo cual no le impide desempeñarse en laUniversidad de La Serena (cuya matrícula oscila entre 2.210 y 3.276 dólares anuales de matrícula por alumno según su página Web). Y a Fredy Womper, Magister en Educacion de la Universidad de La República, universidad privada chilena creada por los masones. Womper tiene estas actividades profesionales: Gerente en Promundos Consultores, Consultor de Empresas e Instituciones en el área de Gestión Estratégica, Administración de Operaciones, Gestión de la Calidad y Gestión Financiera.
Colombia, casualmente otro de los paraísos neoliberales, también aporta un staff interesante. Carlos Alberto Jiménez Velez, neuropedagogo, trabaja en dos corporaciones privadas ligadas al Partido Liberal, la Universidad Libre y el Colegio Rafael Uribe Uribe. Pablo Lipnizky es propietario del Colegio Mundo Montessori, privado. No tiene formación docente; hizo seminarios en Técnicas de facilitación de outdoors training en Seminarios Insight, una organización multinacional con sede en California, USA. Vicky Colbert, graduada en Sociología de la educación en la Universidad de Standford, Estados Unidos, es responsable de la Fundación EscuelaNueva, de Colombia, destacada en la educación rural. Fue viceministra de Educación durante el gobierno de Belisario Betancur, durante el cual se intentó imponer la municipalización de la educación, resistida por una histórica huelga del magisterio colombiano. Su Fundación Escuela Nueva es financiada, entre otros, por la Fundación Skoll, creada por la compañía eBay, organizadora de subastas por Internet, dueña de PayPal y de Skype, y multada por el Tribunal de Comercio de París por venta de productos pirateados de varias marcas. Esta fundación le concedió en 2007 un premio consistente en un millón de dólares. También recibió el premio Global Citizen Award, de Bill Clinton, ex presidente estadounidense; el premio WISE, World Innovation Summit on Education, de la Fundación Qatar; y el el Kravis Prize de Liderazgo. Vicky Colbert participa asimismo de la Fundación Schwab, creada por el presidente del Foro Económico Mundial.
Otros países aportan más voces. Angela Camargo es la directora del Colegio Pachamama, de Ecuador, colegio privado propiedad del empresario Wolfgang Gorris, que comparte su interés por la educación con un Estudio de Auditoria y Asesoramiento de Impuestos. Miguel Ángel Domínguez representa al Colegio INCRE, centro privado de Montevideo, Uruguay. Gabriela Obregón Gutiérrez es la voz delColegio Piccolino Montessori, ubicado en Las Lomas de Chapultepec, según Wikipedia “distrito residencial de abolengo en la Ciudad de México . Siempre se ha caracterizado por ser uno de los lugares más lujosos para vivir”.
Argentina también tiene sus escuelas top con voz en la película. ElInstituto González Pecotche, colegio privado del barrio de Palermo, está representado por Marisa do Campo, integrante de la Fundación Logosófica. La Cooperativa Piccolino Montessori, centro privado de Capilla del Monte, Córdoba, es representado por Erika Schelierlein. Perdidas entre el maremagnum de voces de dueños y voceros de las escuelas top, en la película aparecen un par de casos de escuelas integradas al sistema público. Se trata de la Escuela Popular de Cultura Cali, de Colombia, escuela oficial de formación artístico-cultural; y de la Escuela Experimental La Bahía, de Tierra del Fuego, Argentina.
Las voces de la new age
Entre las ofertas de “La educación prohibida” está el Colegio Ideas, centro privado colombiano. Lo que sigue no es una publicidad de una agencia turística, sino un extracto de su página Web: “Existe en la ciudad de Santiago de Cali una tribu llamada Colegio IDEAS, ubicada en el pie de monte de la Cordillera Occidental, enclavada en el cañón del río Cañaveralejo y bordeada por su cauce. Allí encontramos este nicho ecológico en un globo de tierra de aproximadamente 22.000 M² completamente arborizado, con 2 pequeños bosques secundarios, guaduales sobre la margen del río, jardines y árboles frutales dispuestos por toda la extensión, un lago abastecido por corredores de agua tomada del río y liberado de contaminación por un filtro de gravas y un decantador. Una infraestructura compleja de granja integral que fortalece el circuito de acondicionamiento y abono del terreno a través del compostaje, la lombricultura, y la materia rameal fragmentada, donde también tienen asiento para beneficio de sus moradores un territorio de aves, la huerta y el vivero”. El director y cobrador de las cuotas de este emprendimiento educativo privado no tiene formación docente, pero su currículum resulta acorde a lo ofertado:“con tan sólo 15 años de edad, al terminar sus estudios de bachiller y con el dinero que reunió dando serenatas, Jahuira viajó de intercambio a Estados Unidos y conoció los pueblos Sioux y las eco-aldeas hippies… tras abandonar sus estudios de Arquitectura en la Universidad del Valle, se dedicó por diez años a recorrer Latinoamérica y a conocer a los grupos indígenas que le enseñaron a vivir con la naturaleza”.
España no se queda atrás, y desde Cataluña –casualmente, otro paraíso neoliberal y centro mundial del new age- ofrece los servicios educativos de la Fundación CAI (Cuidado del alma infantil); La Caseta; y El Roure. Tres centros privados cuyo dueño, Cristóbal Gutiérrez, tampoco tiene formación docente, pero presenta un interesante currículum en su página Web: “Cuando tenía 20 años conocí el Libro del Tao y esto supuso un antes y un después en mi vida. A los 24 años estuve en las montañas de Colorado con Gia Fu Feng, maestro taoísta con el que comprendí que yo vivía con más miedo del que creía. A los 27 años encontré lo que sería durante dos décadas mi vía de profundización: el Seitai. Conocí el Seitai a través de la persona que lo representa en España, Katsumi Mamine. La relación con Katsumi me dio el
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