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La historia de Аpolo XIII


Enviado por   •  26 de Abril de 2013  •  Tutoriales  •  1.884 Palabras (8 Páginas)  •  285 Visitas

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Jesús Gerardo Rodríguez Flores | Sociedad Astronómica de La Laguna, México

Se cumplen 30 años del incidente del Apolo XIII. En un tiempo en el cual la civilización humana perdía el interés por los viajes lunares, un terrible accidente ocurrió a medio camino rumbo a la Luna. Para la sociedad y los medios, la misión se convirtió en una morbosa fuente de atracción del interés público. Para la NASA era un reto tecnológico con el fin de garantizar la vida de tres valiosos astronautas. Ésta es la verdadera historia del Apollo XIII...

El preámbulo.

Dos exitosas misiones los precedían. El famoso Apolo 11 había descendido en el Mar de la Tranquilidad en julio de 1969, y la misión Apolo 12 en el Océano de las Tempestades sin complicaciones. Las muestras de roca lunar traídas eran examinadas concienzudamente. Pero a pesar de que los astronautas habían sido debidamente entrenados en geología, muchos científicos se quejaban de que las muestras lunares traídas hasta la fecha bien podían ser viejos meteoritos caídos en la Luna, y no material original de nuestro satélite. Por este motivo las misiones Apolo ahora tendrían una variante: en lugar de descender en los mares lunares como las dos misiones anteriores, Apolo 13 descendería en un terreno elevado, la región del cráter Fra Mauro, donde seguramente podrían obtener auténtico material lunar.

La tripulación de Apolo 13 estaría integrada por James Lowell, de 42 años, veterano de 572 horas en el espacio en misiones anteriores; Thomas K. Mattingly, de 34 años, piloto del módulo de comando; y Fred W. Haise, de 36 años, piloto del módulo lunar. También estaba la tripulación de reserva con John Young, de 39 años, comandante de misión; Jack L. Swigert de 38 años, piloto del módulo de mando, y Charles Duke Jr. de 34 años, piloto del módulo lunar.

Hacía apenas nueve meses del histórico paseo de Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin por la Luna, y para entonces el público veía con tanta cotidianidad los vuelos lunares que ya no sentía atracción por las misiones Apolo. Lo más relevante hasta entonces en la misión del Apolo 13, para el público superficial, habían sido los síntomas de infección de sarampión que algunos de la tripulación habían presentado. Charles Duke Jr., quien fuera el encargado de enlace (CAPCOM) con la histórica misión del Apolo 11, había contraído sarampión cinco días antes del lanzamiento del Apolo 13. Como los seis astronautas habían entrenado juntos los últimos tres meses, existía el riesgo de que el sarampión hubiera contagiado a otros miembros de la tripulación. Por ello tuvieron que someterse a análisis de sangre que demostraron que sólo Thomas K. Mattingly no había desarrollado anticuerpos contra el sarampión, por lo cual era posible que también estuviera infectado. El doctor Charles Berry, médico asignado por la NASA a la misión, recomendó la sustitución de Mattingly para evitar problemas de contagio a la tripulación. Aunque James Lowell intentaba volar con su tripulación titular, tuvo que aceptar la determinación de los médicos y Jack L. Swigert sustituyó en el vuelo a Mattingly.

En los dos proyectos espaciales norteamericanos que habían precedido al proyecto Apolo, el Mercury y Gemini, la cantidad de vuelos nunca llegaron a trece, por lo cual el número no se usó. Según relatan las leyendas, muchos sugirieron que el proyecto Apolo omitiera dicho número, pasando así del Apolo 12 al Apolo 14. Sin embargo esto pareció absurdo a hombres familiarizados a usar la razón científica y no la superstición. Lo único cierto fue que el número trece, irónicamente, siguió a la misión muy de vez en cuando.

Finalmente llegó el 11 de abril de 1970. Ese día, pasado mediodía, el imponente Saturno V despegaría para enviar rumbo a la Luna una nueva tripulación de astronautas estadounidenses. A diferencia del lanzamiento del Apollo 11, un año atrás, ya no se veía el millón de espectadores acampando en los alrededores de Cabo Kennedy; las cámaras de televisión estaban listas para trasmitir el despegue, pero ya no por los reporteros titulares de las cadenas de noticias. Incluso las tribunas de honor, aquéllas saturadas de mandatarios y diplomáticos de todo el mundo hacía un año, ahora sólo eran ocupadas en la primera fila por familiares de los tripulantes, así como por el vicepresidente Spiro Agnew que acompañaba al canciller alemán Willy Brandt (que cumplía los puntos de su agenda protocolaria). Incluso el presupuesto de la NASA empezaba a sufrir la apatía de la nación. Sus futuros presupuestos serían recortados, con lo cual tuvieron que reducirse de ocho a sólo seis misiones tripuladas a la Luna. Los Estados Unidos ahora tenían otra prioridad, que no les daría tantas satisfacciones como la llegada a la Luna: la Guerra de Vietnam. Pero de eso no se lamentarían hasta más tarde. Al igual que Richard Nixon y su Watergate...

Finalmente se encendieron las toberas del cohete Saturno V, y lentamente fue levantándose sobre la rampa de lanzamiento 39A. El Apolo 13 ya iba rumbo a la Luna.

Eran las 13:13 horas.

Lanzamiento del Apolo 13 desde Cabo Kennedy en un cohete Saturno V. (NASA)

El persistente número 13.

11 de abril de 1970, 13:13 horas de Florida. El Apolo 13 despega en un cielo ligeramente cubierto de nubes. Formando parte el cohete Saturno V está el módulo lunar Acuario y el módulo de mando Odisea. En éste último se encuentra la tripulación: James Lowell, Jack Swigert y Fred Haise. Las primeras etapas de la puesta en órbita se desarrollan sin novedades; sólo la tobera de la segunda etapa del Saturno V se extingue antes de lo previsto, pero el problema es compensado activando los motores cohete de la tercera etapa durante unos segundos más. Apolo 13 está en su ruta de vuelo prevista.

Ya orientados hacia la Luna, se activaron los pernos explosivos que sujetaban al módulo de mando Odisea con la tercera etapa del

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