La modernidad liquida Bauman

1. ¿Cuáles son, según Bauman, los retos de la educación en la modernidad liquida?

        Bauman en su libro nos explica que uno de los retos principales que debe afrontar la educación en la modernidad liquida es l adaptación a los tiempos actuales. Hoy en día, la sociedad sufre del “SINDROME DE LA IMPACIENCIA”, el cual está presente en las necesidades de las personas. El tiempo se vuelve un recurso cuyo gasto se considera innecesario e injustificable, por ende, se busca reducir el tiempo de espera y lograr una satisfacción rápida a través de atajos, de lo contrario, se vuelve algo intolerable. Llevando esto al ámbito de la educación, el estudiante desea adquirir el conocimiento de manera digerible, sin importar el grado de satisfacción del aprendizaje significativo. Esto provoca un ajuste en el conocimiento para un uso instantáneo; una vez que sea utilizado se descarta suscitando a un envejecimiento prematuro y agotado en los saberes causado por los cambios constantes a los que estamos sometidos. Sumando al acceso de la tecnología que posibilita el acceso a grandes volúmenes de información sin haber un intermediario entre el sujeto y la misma. Estos cambios provocan un aislamiento haciendo que, poco a poco, se pierda la necesidad de vivir en sociedad. Es por todo esto que se ve a la educación como un producto más que como un proceso, donde los saberes se vuelven descartables siendo esto un reto a vencer. Lo importante es que el sistema educativo ha demostrado, a lo largo de los años, el poder de adaptación a los cambios y circunstancias sumando nuevas estrategias que permita formar ciudadanos que recuperen el espacio público de diálogos, así la educación vuelve a ser un apunte y aporte a sus saberes y haceres para la construcción de una nueva soberanía.

1. ¿Qué entiende por los conceptos de lugares y no lugares?

        El concepto de lugares está referido a un lugar específico que ocupa un espacio en concreto. Si hablamos de lugares emigos y fagicos nos referimos a los “templos de consumo”, espacios públicos no civiles donde no se revela la realidad cotidiana y elimina el deseo de permanencia. Los lugares fágicos serían los teatros, bares, shoppings, donde un sujeto se ve obligado a consumir. Ahora si hablamos de lugares referidos a la modernidad sólida, nos referimos a lo estable, donde se define la identidad como, por ejemplo: cuando se compraba una vivienda, se hacía con la idea de tenerla para toda la vida, hasta inclusive para las generaciones futuras, siendo un lugar determinado para la familia. También uno podía ocupar un lugar en el trabajo, asignado a una determinada tarea en el que uno sentía como pertenencia. En cambio, los no lugares hacen alusión a la presencia física, a lo variable, a donde uno no tiene ese significado de identidad como sería el transporte público; una habitación de hotel. Si nos situamos en la modernidad liquida el espacio se torna irrelevante ya que uno puede estar en varios lados al mismo tiempo, todo es instantáneo dejando de ser el espacio un impedimento físico para las personas y así poder desaparecer. Uno busca moverse fácilmente sin ataduras que nos anclen, por este motivo, ya no se busca una vivienda para toda la vida sino poder viajar, cambiar continuamente de lugar. Por consiguiente, esto hace que se elimine cualquier tipo de relación social entre distintas proveniencias sociales.

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