La represión en Latinoamérica no es novedad
Enviado por Andrea del Rivero • 21 de Octubre de 2019 • Ensayos • 1.192 Palabras (5 Páginas) • 115 Visitas
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La represión en Latinoamérica no es novedad.
Desde el siglo XVI países extranjeros han explotado a los latinoamericanos y han reprimido sus garantías fundamentales. En la actualidad son los mismos gobiernos los que ejercen las desapariciones y los asesinatos. Nicaragua es un país que recientemente se convirtió en el ejemplo perfecto cuando quedó atrapado en la opresión y en la desesperanza. La represión de las protestas pacíficas en Nicaragua debe cesar ya que afecta gravemente a la sociedad, esta situación viola los derechos a la libertad de reunión, a la vida y a la seguridad y a la libertad de expresión. Es inminente que esta situación se convierta en el foco de atención de los ciudadanos del mundo y que se tomen acciones serias para disminuir la violencia. A continuación, se hará una pequeña introducción al tema y se presentarán los argumentos de manera extendida.
El pasado mes de abril miles de nicaragüenses salieron a las calles a ejercer su derecho a protestar. Esto sucedió debido a su disconformidad por las recientes reformas al reglamento de seguridad social, que no solo aumentan los impuestos a trabajadores y empleadores, sino que también disminuye la pensión de los jubilados y por consecuencia también lo hace su calidad de vida. Pero eso solo fue la gota que derramó el vaso, y poco a poco las protestas fueron evolucionando hasta llegar a ser un grito de descontento que pide fin a la presidencia de Daniel Ortega. Estas manifestaciones pacíficas fueron reprimidas violentamente por grupos antimotines, militares y policías que portaban armas de fuego y bombas lacrimógenas, entre otras. (González, 2018, CNN Español, 2018)
El Estado de derecho que existe únicamente para que el ser humano sea protegido ante un régimen dictatorial, en este momento está en una situación deplorable. Al reprimir las protestas, se viola el derecho humano a la libertad de manifestarse que está respaldado por el artículo 20 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece lo siguiente “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica” (Ayudaenaccion, 2018). Al igual que por el artículo 54 de la Constitución Política de Nicaragua que “reconoce el derecho de concentración, manifestación y movilización publica de conformidad con la ley” (Aceproject, 2016). La gravedad del asunto se centra en que, como antes mencionado, no solo se interrumpen las manifestaciones, sino que se hace abriendo un fuego innecesario y extremadamente perjudicial para Nicaragua.
En estos encuentros, se pasa por alto completamente el derecho a la vida y la seguridad de los nicaragüenses protegido por el artículo 3 de la DUDH . El día jueves 26 de julio, la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) declaró en su último informe que han muerto al menos 448 personas desde el 18 de abril, lo que genera un promedio de uno cada seis horas. El 79.6% de estas lamentables muertes fueron por el uso desmedido de armas de fuego portadas por cuerpos de seguridad del gobierno. (Romero, 2018)
En respuesta a esto, la ANPDH respondió “No se justifica ni su utilización ni su portación, porque no estamos en una situación de guerra, ni de conflicto entre Estados que motive la portación de esos fusiles de amplio poder de fuego” (Romero, 2018). Entre otras causas de muerte se encuentran personas que fueron calcinadas, golpeadas, acuchilladas o heridos que no contaron con asistencia médica. En adición al número de muertes presentado se encuentran 595 personas desaparecidas, de las cuales la mayoría son por mano de paramilitares y 2830 heridos de acuerdo al periódico La Vanguardia. (Romero, 2018, Efe, 2018)
Bienvenido a Nicaragua, donde la tierra esta manchada permanentemente de sangre y lamentos. Las cifras mencionadas expresan la situación de Nicaragua, en la que predomina la injusticia, representada en la persecución constante de los inocentes. En estos momentos se ha perdido el significado de la palabra paz en las calles del país, pero al menos se ha recuperado la frase responsabilidad social.
Nicaragua está en una etapa de violencia brutal, pero también se encuentra profundamente cegada por la censura. Se han cometido graves faltas a los derechos de la libertad de expresión y la libertad de prensa. Un informe presentado por el Centro de Investigación de la Comunicación (CINCO) explicó “en el país no existen en este momento mecanismos institucionales para proteger y asegurar el pleno ejercicio de estos dos derechos fundamentales, y tanto los medios como los periodistas están expuestos a la violencia estatal” (CINCO, 2018). Un sistema de gobierno democrático que obstaculiza la libertad de expresión es simplemente una tiranía disfrazada que condena a su pueblo a una vida de ignorancia y de pensamientos monótonos.
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