La respuesta de la sociedad mexicana ante las emergencias nacionales
majomedel95Ensayo11 de Octubre de 2018
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La respuesta de la sociedad mexicana ante las emergencias nacionales
Últimamente en México se han estado viviendo diferentes situaciones de emergencia en las que se ha puesto a prueba el nivel de perseverancia, humildad y servicio de los mexicanos en diferentes partes de la República Mexicana. El pasado 7 de Septiembre del año 2017 en México ocurrió un sismo con una intensidad de 8.2 grados bajo la escala de Richter y en donde se presentaron los mayores niveles de afectación debido a ese sismo fue en la región del Istmo de Tehuantepec y uno de los sucesos que ocurrieron casi de manera automática fue la implementación de un mecanismo de respuesta que estuvo a cargo del sector salud y esto se realizó a través del Operativo para la Seguridad en Salud. Debido a esta implementación las acciones de prioridad se enfocaron principalmente en el rápido restablecimiento de la capacidad local de la atención médica que los residentes recibieron, además de la identificación de las enfermedades prevalentes, además de que otra de las prioridades fue llevar a cabo acciones de salud pública. No obstante, hemos sido testigos de que, aunque muchas personas hayan estado presentes durante los acontecimientos de 1985 podemos darnos cuenta de que aún existe entre los diferentes organismos de respuesta que existe una escasez en la planeación y la designación de responsabilidades.
De acuerdo con Rodríguez (2018), es importante conocer que la palabra desastre, etimológicamente, proviene del latín des que significa negativo o desafortunado, y astre que significa astro o estrella y entre los pueblos de la antigüedad los desastres eran considerados como una desgracia que se deriva de los dioses o de los astros y que están más allá del control de cualquier humano. Debido a lo anterior, uno de los pioneros en la definición de la palaba desastre fue el sociólogo Charles Fritz en el año de 1961, y él y su definición se centra un poco más en los efectos sociales y no precisamente en las características físicas de los desastres. Es por ello que Fritz define desastre como un evento concentrado en el espacio y en el tiempo en el que una sociedad o una parte de la misma, que se presume relativamente autosuficiente, sufre de algún daño severo el cual provoca pérdidas tanto de sus miembros como de sus pertenencias físicas, y cuya estructura social se ve afectada e interrumpida y además se ven impedidas todas o algunas de las funciones esenciales de la sociedad.
Por otra parte, otro autor que se dio a la tarea de definir la palabra desastre fue Harshbarger en el año de 1974 y este autor lo define a partir de su grado de impacto y es debido a ello que en su definición atribuye las siguientes características: un desastre es una serie de eventos rápidos y dramáticos que dan por resultado daños materiales y humanos. De la misma manera y a nivel internacional, la Organización de las Naciones Unidas establece el concepto de desastre como una interrupción en el funcionamiento y en las actividades de una comunidad o de una sociedad y que debido a este ocurren una gran cantidad de muertes y también pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la comunidad afectada para poder hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios recursos.
Es importante hacer notar que los desastres y la importancia de los mismos radica en el hecho de que son de importancia internacional y sobre todo en los países en vías de desarrollo ya que muchos de los factores que contribuyen de manera fuerte en la severidad y ocurrencia de un desastre son la vulnerabilidad humana, la cual viene como resultado de la pobreza existente y la inequidad que hay en la sociedad afectada, por otra parte otro de los factores contribuyentes son la degradación ambiental y por último el crecimiento poblacional. Debido a todos los aspectos mencionados anteriormente, si esperamos y hemos sido testigos de que los desastres naturales han tenido un impacto y consecuencias considerables en países como Japón, Francia, Estados Unidos o Suiza, ahora es de mayor preocupación el efecto que tendrá en países como Bangladesh, China, India, México, Colombia o Guatemala es preocupante ya que dicho efecto será mucho mayor.
De la misma manera, es importante mencionar que los desastres naturales se suelen dividir en dos grandes categorías de acuerdo al origen que éstos tengan y esta categoría es la que sigue:
- Aquellos desastres que son originados por la naturaleza los cuales se denominan desastres o fenómenos naturales. Dentro de esta categoría encontramos desastres de tipo geológico, hidrometeorológico y sanitario-ecológico.
- Y aquellos desastres originados por actividad humana que son conocidos también como fenómenos antropogénicos. Dentro de esta subcategoría encontramos a los desastres químico-tecnológicos y a los desastres socio-organizativos.
Ahora bien, es importante identificar que México tiene una gran disposición a movimientos telúricos de grandes magnitudes debido a que el país esta situado en la confluencia de 5 placas tectónicas:
- La placa Norteamericana
- La placa de Cocos
- La placa del Pacífico
- La placa de la Rivera
- La placa del Caribe
Debido a ello, las consecuencias de los desastres naturales en nuestro país son mucho más grandes, y mucho de esto se ve influido gracias al gran crecimiento poblacional que tenemos no sólo en la Ciudad de México, sino en general en la República Mexicana, y por otra parte se debe en gran parte a la gran inequidad social que existe actualmente, y durante los últimos 30 años. Pero por qué en los últimos 30 años, pues debido a que el primer gran desastre natural ocurrido en México sucedió el 19 de Septiembre del año 1985 en el que a las 7:19 horas de la mañana se presentó un sismo con intensidad bajo la escala de Richter de 8.1 grados y que tuvo su epicentro en las costas de Michoacán a una profundidad de escasos 18 kilómetros. Los principales problemas que se observaron después de haber ocurrido el sismo fueron:
- La falta de abastecimiento de agua potable
- Fallas en el funcionamiento de los servicios de recolección de basura y eliminación de excretas.
- Falta de abastecimiento de electricidad y gas doméstico
- Falta de abastecimiento y caída completa de la red telefónica
Este desastre generó un impacto dentro de la población mexicana y se dio a notar en las incontables pérdidas humanas que hubo y en lo que más se hizo notar fue en la participación ciudadana, ya que sin la misma no hubiera sido posible la realización de tareas como la remoción de escombros y salvar la vida de otras incontables personas. Por otra parte, otro fenómeno que se observó fue la gran migración he personas de la mayor parte de las personas que se encontraban viviendo en todas esas casas que no resultaron altamente dañadas.
Esto significó para la salud pública un problema de gran importancia debido a que existía un gran y latente riesgo de hacinamiento ya que de acuerdo a las características ecológicas y perfil epidemiológico de las personas los principales riesgos para las personas que habitaban en la Ciudad de México eran los brotes de enfermedades diarréicas y de infecciones respiratorias agudas. No obstante, la distribución del agua potable y la situación habitacional que se vivía en ese entonces, se vieron normalizadas un mes después de ocurrido el sismo.
Después de ocurrido y en el área que sufrió afectaciones dentro de la ciudad, la manera en la que se dio atención primaria fue brindada a través de puestos de socorro distribuidos alrededor de la ciudad, después la demanda sanitaria que se presentó fue atendida principalmente por las instituciones públicas de seguridad social tales como el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Treinta y dos años más tarde del desastre ocurrido en 1985, como lo mencionaba al principio de este ensayo, se registró un sismo de 8.2 grados bajo la escala de Richter el día 7 de septiembre del 2017, además de que se presentaron diferentes réplicas los días 8 y 23 de Septiembre con magnitudes de 6.1 grados. Durante el sismo principal, en la región del Istmo de Tehuantepec fue donde hubo el mayor número de afectaciones estructurales y muchas escuelas, viviendas y edificios públicos se vieron gravemente afectados, sobre todo en 41 de los 48 municipios de esta área. De acuerdo con las cifras que fueron dadas a conocer por la OPS, hasta el día 13 de septiembre se tenían contabilizadas 98 muertes, 1.5 millones de personas afectadas no sólo directa sino también indirectamente, además 800,000 personas se vieron damnificadas de alguna manera y con necesidad de asistencia humanitaria, 6057 personas fueron reubicadas en albergues y refugios temporales oficiales, por otra parte 50,582 viviendas se vieron afectadas en el estado de Chiapas y finalmente 11,095 viviendas resultaron con daños en Oaxaca y de esas 6,380 presentaron daños totales.
Por otra parte, gran parte del aprendizaje que se obtuvo de la experiencia de 1985 fue que la respuesta y participación de la ciudadanía pesó más e hizo una mayor contribución a la que hubo por parte del gobierno federal, por lo que derivado de estas lecciones aprendidas se realizaron más tarde acciones tales como cambios realizados a los protocolos de respuesta a terremotos, no sólo en la Ciudad de México, sino en todos los estados de la República Mexicana, además de que durante el suceso se realizaron evaluaciones visuales de daños en la infraestructura en la mayor parte de los edificios de las ciudades afectadas, y por tanto una vez terminadas dichas evaluaciones fue cuando
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