Las fallas del entorno para inclusión en Chilé

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Introducción

“En Chile, de acuerdo al Estudio Nacional de la Discapacidad en el año 2015 el 11,7% de la población Chilena vive una situación de discapacidad leve a moderada, donde este porcentaje corresponde a 1.523.949 de personas, pero un 8,3% de la población se encuentra en una situación de discapacidad severa, correspondiendo a 1.082.965 personas, siendo una totalidad del 20,0% de la población.” (Ministerio de Desarrollo Social, 2015)

Considerando, la estadística de personas con una discapacidad y las condiciones del país, tanto económicas, sociales y estructurales, nos hacemos la pregunta de si, Chile ¿Es un país preparado para las personas con discapacidad de acuerdo a su normativa de inclusión? ¿Somos una sociedad realmente inclusiva?

Dentro de este ensayo, buscamos visibilizar el porque chile no es un país inclusivo e identificar las barreras que afectan en la vida diaria de una persona con alguna discapacidad debido al entorno del país.

Desarrollo

“LEY NÚM. 20.422

ESTABLECE NORMAS SOBRE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES E INCLUSIÓN SOCIAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD.

Artículo 1º.- El objeto de esta ley es asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad.

Artículo 3º.-

b) Accesibilidad Universal: La condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible.”(Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2010)

Cuando hablamos de entorno hacemos referencia a los espacios, objetos, útiles, enseres, servicios y actividades. Hablamos de espacios como edificios públicos y privados, estaciones de autobuses, de trenes, hospitales, colegios, carreteras, parques, centros comerciales, museos, cines…; de objetos como electrodomésticos, equipamientos, mobiliarios, mandos, enseres, cualquier instrumento cotidiano, tecnológico…; y de servicios como los sanitarios, educativos, deportivos, culturales… Es todo aquello que nos rodea, con lo que podemos interactuar, donde y con lo que desarrollamos la vida. (Peiro, s.f.).

Todos estos factores que nos rodean día a día a personas no discapacitadas no son un problema para sentirse incluidos, porque podemos circular libremente por donde queramos, pero ¿La persona que si tiene discapacidad? ¿Cómo es ella incluida es este entorno? Es ahí nuestra problemática, porque de acuerdo a la ley N° 24.022 artículo 3 letra b, el entorno debe cumplir las condiciones para que las personas puedan transitar autónomamente.

De acuerdo a un reportaje de El Mostrador el año pasado menciona que un mínimo de edificios cuentas con la implementación necesaria para el libre acceso, entonces ¿Dónde esta el control? ¿De que sirve implementar una ley si el entorno seguirá de la misma forma? No servirá de nada. Y es la misma situación en el transporte público. Hace un par de años se implementó nuevamente la instalación de torniquetes en las micros de Transantiago, entonces, ¿Es inclusivo que una persona con discapacidad tenga que hacer maniobras para poder subir a la micro? No, no es inclusivo, de hecho, es hasta discriminatorio, por que la gente tiene que rogar que por favor la micro pare y se detenga un par de minutos para subir con su silla de ruedas y desplazar a su destino. Entonces en dos simples ejemplos se puede evidenciar que no.

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