Los dos grandes paradigmas
Dai08Tarea5 de Mayo de 2018
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Los dos grandes paradigmas
Examinar la historigrafia es por tanto, una tarea preliminar e ineludible. Lo que va a ser expuesto en este capitulo y el siguiente no es tampoco, en sentido estricto, una verdadera historia de la historiografía.
Se trata aquí de pasar revista someramente, al conjunto de ideas y de propuestas, de prácticas de decisiones científicas que, desarrolladas por parte de los historiadores y, a veces, de algún otro tipo de intelectuales también, como filósofos o sociólogos, han ido constituyendo una disciplina normalizada, autónoma, plural, desde luego, con su tradición, sus normas, sus diferencias internas y sus deliminataciones.
En el momento histórico en que hacemos este balance tampoco podría decirse, en modo alguno, que la historiografía es ya una disciplina perfectamente constituida, será siempre una practica –en construcción- como dijera de forma muy lúcida Pierre Vilar con referencia a la historiografía marxista.
Empleamos el concepto de paradigma en el sentido exacto en que fue introducido en la historia de la ciencia por Thomas Kuhn para designar un amplio modelo de explicación científica de alguna realidad global.
En las ciencias de la vida se pasó del paradigma del fijasismo o creacionismo al evolutivo introducido por Darwin. La historia de las ciencias sociales muestra la particularidad de que el entendimiento de la realidad social nunca ha estado sometido a un paradigma único, sino a varios en competencia: el funcionalismo, marxismo, estructuralismo etc.
La creación y desarrollo de la ciencia de la historia se ha hecho atraves de la hegemonia de diversos paradigmas para los que la historia de la historiografía ha estado las denominaciones de historicismo, positivos, marximo, de los annales, e incluso, el narrativismo o el posmodernismo.
Nunca se ha impuesto un único paradigma en la teoría y en la práctica historigraficas.
1) la aparición de la ciencia de la historia
La historia pasó a ser una materia de obligado cultivo en las universidades y comenzó a dotarse de su propio método de trabajo.
La separación clara entre la “ciencia de la historia”, que será el objetivo que en el siglo XIX se marca, y la historia erudita y filosófica del siglo XVIII tiene su punto de inflexión en la historiografía romántica.
En ese momento de la historia cultural europea puede decirse que aparece la historiografía moderna. Es también en ese tiempo del auge historiográfico cuando empiezan a diferenciarse las escuelas nacionales de historiadores. Las escuelas historiográficas más tempranas, la alemana y francesa.
La profunda ruptura intelectual y cultural que supuso la catástrofe de la guerra tuvo un efecto notable en el pensamiento histórico. Desde comienzos del siglo XX se presentan ya algunas grandes alternativas del siglo XIX fue el de la iniciación, el siglo XX seria el de la cristalización de la historiografía como la conoces hoy.
2) el nacimiento y desarrollo de una disciplina: perspectiva general
A comienzos del siglo XIX surge la “revolución historiográfica” de donde arrancará la nueva disciplina. El fin de la historia-crónica y la marcha hacia una historia-investigación, pues es ese en definitiva, algunos precedentes preciosos en la Europa de la Ilustración.
Una es el nacimiento de la “filosofía de la historia”; la otra es el progreso decisivo de los medios instrumentales del conocimiento histórico.
El pensamiento de la Ilustracion representó una modificación profunda de la concepción de la Historia. El aportó, de que la historia no es una narración de hechos memorables, generalmente políticos, sino que se refeiere a los hechos de la civilizacion y que es una “explicación” del pasado y no su descripción. Una explicación que se emprende entonces bajo la forma de una filosofía.
El pensamiento de la Ilustración, en la obra de los filósofos especialmente, se va a ocupar de cuestiones estrechamente relacionadas con la concepción de lo histórico, como es el asunto del tiempo y el sentido de su transcurso.
El racionalismo ilustrado rechaza decididamente la explicación providencialista de la historia. En resumen, serían el nuevo espíritu analítico aplicado a la historia y el progreso de las técnicas del conocimiento de las fuentes las dos llaves que abrieron una época de fundación y fundamentación de la historiografía. LA REVOLUCION crearía luego las condiciones para un nuevo entendimiento de la función de la historia, de las condiciones de su reconstrucción y de su uso político y social.
Precisamente serían esas condiciones intelectuales nuevas, que impuso progresivamente el triunfo del liberalismo y la construcción de los nuevos Estados, las que determinarían el cambio de lugar de la Historia en el bagaje cultural de la nueva sociedad burguesa.
Es posible marcar etapas
La primera: la de Leopold von Ranke, se establencen doctrinas, junto a las del historiador de la Antigüedad Barthold Niebuhr, constituyen el fundamento de lo que sería la “historia critica”. Alemania por tanto tomaria la dirección de la nueva corriente.
La orientación de la nueva que imprimirán al conocimiento de la Historia, es el hito fundamental de donde arranca todo progreso posterior. Gracias a la influencia de esa nueva figura del historiador que ejemplifica Ranke.se producirá un pensamiento historiografíco. COMENZABA ASÍ LA PROFESIONALIZACION DE LA HISTORIGRAFIA EN ALEMANIA.
La segunda fecha 1876, en francia, aparece la Revue Historique.
Empezaba entonces un periodo de la historia del pensamiento historiográfico cuya más notable característica sería la de haber emprendido una sistemática, fundamentación de “una ciencia de la historia” que se inspira esencialmente en las ideas sobre la ciencia que introdujo el positivismo. Se ha llamado también a esta etapa la de la fundamentación “metódico documental”.
La tercera etapa; se trataría la de los Annales d’historique economique, en 1929, con sus autores Lucien Febvre y Marc Bloch.
Este periodo giró, quizás sobre el eje fundamental del intento de crear una historiografía claramente opuesta a la de estirpe documental o positivista, que había tenido un largo predominio durante prácticamente cincuenta años. Sin embargo, el nuevo periodo presento algunas otras características nuevas. Por lo demás, nunca desapareció enteramente el paradigma historiográfico narrativista, ni la confrontación entre el pensamiento estructuralista nuevo y la vieja historia basada en la narración de la política.
Este tercer periodo de la historia, ha sido el más rico, pluralista y productivo de todos.
El último cuarto del siglo XX, como puede verse, configuró una etapa nueva, la cuarta de las que hemos señalado, en la que cabe hablar de una crisis.
Fue en el siglo XIX cuando las concepciones sobre la historia y la historiografía experimentaron un primer cambio decisivo.
Las diversas escuelas y corrientes historiográficas del siglo XIX coinciden, al menos en una cosa a la que hemos referido: en dejar de considerar que la Historia es una crónica basada en los testimonios que nos han tramistido las generaciones anteriores para empesar a ser una investigación, la propia palabra Historia recupera su prístino sentido de la lengua griega: investigación.
3) la aparición de las escuelas nacionales
La primera etapa de la historia del pensamiento historiográfico en el siglo XIX estuvo caracterisada por la gestación y la consolidación de unas HISTORIGRAFIAS NACIONALES. Ello podría ser la consecuencia más clara de la estrecha relación entre el desarrollo historiográfico y el proceso de construcción de identidades y Estados nacionales.
Los primeros tratados de lo que hemos llamado ya en algún momento preceptiva historiográfica, los primeros escritos normativos de importancia referidos a la “ciencia de la historia” estuvieron en principio ese carácter de estar ligados estrechamente a la tradición intelectual de cada país y cada lengua.
Aunque la imagen del siglo XIX partido de dos mitades por un primer movimiento historiográfico romántico y un segundo positivista haya sido discutida, realmente la historia del pensamiento historiográfico decimonónico se ajusta en líneas generales a esa participación. La fecha de 1848 parece establecer una línea divisoria aceptable. A partir de ella, la influencia del positivismo se hace más visible, especialmente en Francia.
Precisamente Langlois y Seignobos afirmarían que fue a mediados del siglo XIX cuando la historia dejó de ser una rama de la literatura.
Antes de la mitad del siglo y especialmente antes de sus dos últimos decenios lo más común no es la existencia de preceptivas metodológicas como tales sino que la reflexión teorico-metodológica.
La primera escuela nacional que toma forma y consistencia es la alemana. La figura de Ranke es esencial por su aportación y por su influjo, transmitir los hechos “como realmente sucedieron”, el empleo de las fuentes directas de la historia y no otra cosa: “memorias, diarios, cartas, informes diplomáticos y narraciones originales de los testigos visuales”.
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