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Los machos tambien se pintan las uñas


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2018  •  Ensayos  •  1.870 Palabras (8 Páginas)  •  124 Visitas

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¿Y qué si los machos se pintan las uñas?

Inicio aquí, desde lo más común que se me ha podido ocurrir, partiendo desde la visión hispana sobre la forma de apreciar aquellas cosas que salen del molde. Mismas acciones que, si bien puede que no haya pasado por ellas, he tenido el infortunio de presenciarles. Ciertos actos que reflejan repudio a lo que no encaja en la sociedad.  En México -y en el resto del mundo también- se vive a diario en una sociedad donde los hombres tienen más privilegios, más oportunidades, e incluso más respeto que la mujeres. Donde no ser aquella mujer a la cual se le ha etiquetado como la mujer perfecta, es una causa de repudio también.

 Durante el transcurso del primer periodo, debo admitir que he logrado poner ese tema en la mesa, y pensando por bastante tiempo llegué a la conclusión de lo que el feminismo busca y ha logrado, como ha sido el trayecto de las mujeres y la depreciación y plagio de ese conocimiento; conocimiento que fue base en muchos campos intelectuales y terminó siendo atribuido a los hombres los cuales son los que la historia te enseña. Entrando en el tema en sí, explicaré el concepto de más años y más peso, la razón por la cual el resto de ideas de ese todo que nombramos sociedad, se desencadenan.

El machismo, es una forma de pensar que ha llevado mucho tiempo siendo el fertilizante más utilizado para la creación de las raíces de nuestra sociedad en sí, la razón más profunda y vieja por la cual las generaciones siguientes siguieron su patrón. Aquello, aunado con un patriarcado y un alma maquillada de azul conlleva una enorme cantidad de consecuencias malísimas. Primeramente y de forma directa, afecta a las mujeres. Como Marcela Lagarde plantea en su libro; “El cautiverio de las mujeres” Las mujeres están sujetas a la represión, la represión que yo interpreto como si las mujeres de les cautivase desde siempre, pues el simple hecho de tener vagina te pone en una jaula, la misma que se refleja en el trabajo, en el matrimonio e incluso en si mismas. Esta costumbre es la actitud de superioridad que los hombres creen tener, esos aires de grandeza y de la inconsciencia de ser siempre los buenos, los exitosos y a los que se la ponen más fácil. Y es que eso creen merecer.

La idea de una masculinidad machista forma parte de un círculo vicioso. Misma idea que se plantea de distintas formas en “No nacemos machos: cinco ensayos para repensar el ser hombre en esta sociedad” A la que yo me enfoqué, es la que sostiene Kali Holloway, y es que se parece mucho a la concepción que yo tengo.  Ella explica cómo el machismo durante su proceso de construcción en los niños, de forma indirecta se les daña para que en un futuro, de forma directa, dañen a las mujeres.

“Damos comienzo de convertir a los niños en hombres mucho antes de la infancia” Kali Holloway. En el proceso de educación los padres, la primera cosa que preguntan al ver al infante, es: ¿es niño ó es niña?. Y he de decir que aquella es la simple proyección para que desde después ó incluso antes del parto, los papás se predispongan a cómo será la vida de su hijo. Aún la manta debe de ser de un color específico. A partir de ese momento, los tratos de flagelan en dos partes sin contar con qué siendo niño ó niña, ambos tienen dependencias, expresividad y emociones idénticas, y con el mismo deseo físico. El machismo daña esa raíz tan importante como el desarrollo y el crecimiento. Les enseñan a los niños a qué no deben mostrar ninguna emoción y a las niñas las abundan de estas. Los padres, siempre imaginan a su bebé conforme al sexo de este, aún si se les ha pesado y medido siendo biológica y físicamente iguales, ellos siempre terminarán por clasificar a su hijo como “más” fuerte, “más” grande, en cambio, si se es una niña, se les asigna la parte débil, la de más cuidados, más berrinches y muchos, se predisponen a algún retraso. He oído decir: “es niña, tardará más en caminar, en hablar, en leer”

Alrededor de los cuatro y cinco años, los niños ya saben que es lo que ser “hombre” significa y las niñas saben también lo que implica ser niña. Los varones se la pasan aprendiendo a controlar esas emociones mostrando sólo enojo, Kali menciona durante su ensayo, que alrededor de los siete y seis años, los niños ya no lloran, y si a esa edad ó mayor, tú como hombre lloras, dejas de ser hombre para la sociedad. Y en las mujeres, es algo parecido pero de forma contraria, debes de ser femenina, jugar con muñecas e imaginar que cocinas. Y como los niños aún no saben que eso es importante, sólo siguen, reproducen y copian actitudes que ven en casa.

        De ley se les asigna un rol de género y una expresión del mismo, es decir, los niños deben usar azul  y jugar con carritos y si juega con algo no masculino se le critica, las niñas, es igual, debes usar rosa y moños porque si no, no eres niña. A los niños cisgénero (cisgénero significa que la persona está cómoda con su género y este es igual a el sexo naturalmente dado) “normales” si se les construye ese tipo de raíces machistas, pero ya se tiene la idea de que “ya son hombres” En cambio, para las personas con disforia de género (que su género no concuerda con el sexo asignado) ó de igual manera personas cisgénero “no normales”, les alejan por el hecho de no encajar en la sociedad. Se les caracteriza porque suelen tomar y/o tener actitudes consideradas femeninas y no propias de “ellos” ó actitudes masculinas no propias de “ellas” El resto de personas “normales” -algunos de ellos- toman medidas drásticas ó simplemente se sientes superiores y toman esa actitud de repudio.

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