México Frente A Brasil
Llysel1 de Marzo de 2014
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MÉXICO FRENTE A BRASIL: Una visión Holística del Desarrollo.
México pierde el liderazgo de América Latina es el encabezado de una nota publicada por el periódico mexicano El Universal el 16 de agosto de 2009. El anticipo a la noticia dice: “El país desperdició su potencial, nunca miró al sur para reafirmarse como líder, desaprovechó la ventaja de poseer recursos petroleros y despreció a la ciencia; Chile, Brasil y Panamá son más competitivos” (Hernández & Gómez, 2009) y la primera línea de la misma hace la siguiente afirmación “alguna vez México se ostentó como líder en América Latina, pero actualmente es un observador del desarrollo de otras naciones” (Hernández & Gómez, 2009) .
Por otro lado una publicación en línea la FRIDE califica a Brasil como “nuevo actor del desarrollo internacional, la cooperación Sur-Sur y la iniciativa IBSA ” (Jhon de Sousa, 2008). Dentro del análisis que se hace del país sudamericano la autora señala lo siguiente “Brasil proyecta su identidad global como una “voz” para el mundo en desarrollo en importantes debates internacionales (…) En este contexto, Brasil se niega a ser considerado un donante, sino que se identifica como un socio para el desarrollo.” (Jhon de Sousa, 2008)
En ese mismo año, el periódico El Universal publicó una editorial escrita por Alberto Aziz Nassif, bajo el título de México: sin liderazgo ni desarrollo. En este texto el autor destaca que el liderazgo que México ha perdido en América Latina sobre todo frente a su vecino del sur Brasil, es resultado de las políticas de desarrollo que ambos países han asumido en los últimos 20 años.
Nassif argumenta que:
Hoy, mientras Brasil se encamina a ser una de las principales economías del mundo y un “actor global”, México está atrapado en una “guerra” en contra del narcotráfico, con una economía que no genera los empleos necesarios, con cientos de miles de trabajadores que todos los años emigran a Estados Unidos y con una economía informal que crece de forma imparable. (Aziz Nassif, 2010)
En un segundo plano encontramos la revista mexicana Proceso que en el mismo número, le dedica la sección internacional al mandatario brasileño llamándolo “Actor Global” en la que además se reconoce la actuación de Lula a nivel nacional, regional y mundial, prueba de esto es el siguiente enunciado para referirse al presidente “Este antiguo trabajador metalúrgico es ahora un líder de amplio espectro ideológico que ha logrado posicionar a Brasil la principal economía latinoamericana, como jugador de las grandes ligas de las discusiones sociales” (Giuliano, 2010) . En contra parte en el mismo número de la ya mencionada publicación encontramos un análisis de Denise Dresser en el que critica la débil posición del gobierno Mexicano frente al Estadounidense, diciendo incluso lo siguiente: “Quiéreme por favor, es lo que Calderón hubiera deseado cantarle a Barack Obama durante su visita a Washington” (Dresser, 2010)
Luego entonces, la pregunta es ¿Por qué?, ¿Por qué dos países con niveles de desarrollo similares, son percibidos de forma tan distinta?, considerando además que en la publicación del 2009 del PNUD sobre el IDH que para su ponderación toma en cuenta aspectos como la vida larga y saludable, la educación y un nivel de vida digno, ambos países se encuentren en los denominados altos niveles y aún más México supera a Brasil en el puesto 53 contra el 75.
En este trabajo se entenderá al concepto de “desarrollo” como un discurso históricamente construido principalmente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, como medio de dominación de los países “desarrollados” y motivo de preocupación y acción de los países “no desarrollados”. Subsecuentemente, a pesar de los índices construidos para entender el desarrollo, éste no se ha logrado consolidar en una realidad y es más una proyección dependiente de la arena internacional actual y de los intereses involucrados, que de un crecimiento real y medible. Con esto nos referimos a que incluso los patrones creados por “Occidente” para medir el desarrollo tales como el IDH quedan de lado pues el “desarrollo” es más una imagen avalada por un discurso, que un factor contable y palpable.
La tesis de este trabajo de investigación se refiere a que las percepciones tan distintas que se tienen de México y Brasil en cuanto a desarrollo atienden a la construcción de un discurso de poder. Tomando en cuenta que ni siquiera los patrones creados por Occidente para medir el desarrollo tienen una interferencia en la visualización de los países, en este caso México y Brasil. Como consecuencia el discurso del desarrollo depende en gran medida de la forma de gobernar, la propaganda, la geopolítica y el escenario internacional más que de la medición de índices y niveles. Luego entonces el desarrollo se ve supeditado a la arena global y a los jugadores de alta esfera política, porque es más un discurso que un cambio. La prueba fehaciente son México y Brasil.
Con el propósito de sustentar la tesis durante la investigación se hará una constante comparación entre México y Brasil, construida sobre tres pilares básicos, el primero será una revisión de índole cuantitativa sobre el panorama actual de cada país. En éste apartado se examinarán las características generales de cada país, su geopolítica, su historia, su IDH y su ICG . Para de este modo reconocer el “desarrollo” de forma numérica y fehaciente.
El segundo pilar será de tipo cualitativo, en este apartado se revisará la forma personal de gobernar de los mandatarios de ambos países, desde el año 2000 a la fecha. Con el propósito de hacer una revisión detallada se usará como herramienta el Análisis Cognitivo que se basa en lo siguiente; la percepción que se ejerce en un país, tanto al exterior como al interior y las acciones gubernamentales, son en parte dependientes del el tipo de liderazgo que se detenta, a partir de los procesos mentales en la toma de decisiones de los mandatarios de los países, que a su vez se relacionan con la cosmovisión y la historia de vida de los mismos. Así mismo se hará especial hincapié en los programas sobre “desarrollo” que se emprendieron en los periodos de gobierno analizado.
El último pilar será un análisis del discurso que se ha creado en torno al “desarrollo” de ambos países en la prensa internacional, éste análisis será respaldado por el escrutinio de diversas fuentes de información. El análisis de la retórica plasmada en los distintos medios, permitirá conocer la ideología formada alrededor de México y Brasil, es decir lo que perciben de sí mismos, lo que perciben del otro y lo que se percibe de ellos en el exterior.
México-Brasil dos realidades distintas pero poco dispares.
A lo largo de la historia se ha establecido un discurso entorno a la lucha por el liderazgo de Latinoamérica, emprendido por Brasil y por México, cada uno desde sus condiciones y por sus propios medios. Sin embargo, ¿Qué tanto es esto posible?, ¿Cuenta alguno de los dos con las condiciones estructurales para convertirse en la potencia hegemónica de la región?, o bien, la supuesta lucha entre ambos países es sólo el reflejo de dos estrategias distintas de inclusión al sistema internacional, de dos países sobreentendidos como similares.
Es cierto que ambos países comparten características como el pasado colonial, la riqueza en recursos naturales, son países en los que la democracia es una característica aun joven etc. Pero también son países similares en cuanto al tamaño del mercado y la población económicamente activa, hecho por el cuál la comparación se hace casi de forma obligatoria.
El hecho es que hacía la década de los 80, el sector público y las estructuras económicas de ambos eran bastante parecidos, consecuencia del modelo de sustitución de importaciones que hacía décadas era aplicado en las dosnaciones. Al día de hoy la protección y el beneficio del mercado interno han quedado atrás y ambas economías se han insertado en la economía mundial. Sin embargo, su forma de hacerlo ha sido muy diferente.
México lo hizo a través del neoliberalismo, buscando integrarse de manera abrupta al proceso de la globalización, aun cuando sus condiciones internas no eran las adecuadas, su prisa por abrir sus fronteras al mercado internacional, quedó de manifiesto en 1992 con la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de América y Canadá, que entraría en vigor en 1994. Por otro lado Brasil optó por un proceso más lento, neo-desarrollista, que no alejaba del todo al proteccionismo, con la intención de fortalecer el mercado interno y las estructuras del estado para una lenta pero competitiva inserción en la globalización. Actualmente “México es uno de los países con mayor cantidad de tratados de libre comercio, mientras Brasil optó por la vía subregional y la cooperación sur-sur como estrategia geopolítica.” (Vázquez) “Hoy, Brasil e India representan a los países en desarrollo en la Ronda de Doha, en negociaciones sobre la apertura de su industria, a cambio de concesiones a sus sectores agrícolas, ante EU y la Unión Europea. México no participa en pláticas de esta magnitud.” (Rozenberg, 2010)
Para entender el “desarrollo” de ambos países es necesario remontarnos a sus características más básicas y de este modo, realizar una comparación que permita efectuar un análisis de las similitudes y diferencias existentes entre ellos. En la Tabla 1 de los anexos de este trabajo; Referencias básicas México-Brasil encontramos una comparación de algunos datos fundamentales para
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