ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES DE ASISTENCIA SOCIAL EN SIGLO XVIII EN GUADALAJARA
VYXTRO9 de Mayo de 2014
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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
DIVISIÓN DE ESTUDIOS POLÍTICA Y SOCIALES
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
CONTEXTO SOCIOHISTORICO DEL TRABAJO SOCIAL
INVESTIGACIÓN
“ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES DE ASISTENCIA SOCIAL DE GUADALAJARA EN SIGLO XVIII”
ÍNDICE
PORTADA 1
ÍNDICE 2
INTRODUCCIÓN 3
“FINALIDAD DE LAS INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES DE ASISTENCIA SOCIAL” 4
DEFINICIÓN 4
OBJETIVOS QUE PERSIGUE 4
“GUADALAJARA EN EL SIGLO XVIII, TRANSFORMACIÓN QUE VIVE HOY EN NUESTROS DÍAS “ 5
EL GRAN SIGLO XVIII 6
GUADALAJARA SIGLO XVIII, LA GRAN CIUDAD 7
FINALES DEL SIGLO XVIII 8
“PRINCIPALES INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES DE ASISTENCIA SOCIAL EN EL SIGLO XVIII EN GUADALAJARA” 9
CATEDRAL METROPOLITANA 9
SU APORTACIÓN 10
INSTITUTO CULTURAL CABAÑAS 10
SU APORTACIÓN… 11
HOSPITALES CIVILES DE GUADALAJARA 12
Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde” 12
NUEVO HOSPITAL CIVIL DE GUADALAJARA “DR. JUAN I. MENCHACA” TANTO ANTIGUO HOSPITAL CIVIL DE GUADALAJARA “FRAY ANTONIO ALCALDE” SON… 12
“ASOCIACIONES HUMANITARIAS DE GUADALAJARA HOY EN DIA” 14
EL SOT (ASOCIACIONES HUMANITARIAS DE GDL) 14
CONCLUSIONES 16
BIBLIOGRAFÍAS 17
INTRODUCCIÓN
Guadalajara, cuidad bella que deslumbra como los rayos del sol, y que en cada rincón tiene algo especial, durante este trabajo se abordara principalmente nuestras “instituciones y organizaciones de asistencia social” del siglo XVIII y una concisa historia de los sucesos que ocurrieron y no obstante de las que hoy en día existen en la actualidad, teniendo en cuenta una breve explicación de dicha institución; A continuación con un breve poema partiremos para conocer nuestra extraordinaria tierra, cuidad de Guadalajara…
GUADALAJARA
Eres hermosa Guadalajara,
donde el mariachi y su charrería
envuelven el folklore de la tierra tapatía.
Eres flores y monumentos,
y sutil esencia de provincia,
eres mágica en tu gente
que es cálida porque es mexica.
Tus grandes torres de catedral
te ven crecer más cada día,
y las incontables fuentes, que son tu adorno, chorrean y alegran tus avenidas.
Eres Cabañas y un Degollado
que albergan música e historia viva.
Tus tradiciones y grandes fiestas,
tu alfarería y vidrio soplado,
son un embrujo al extranjero
que gusta de todo lo que es mexicano.
Guadalajara, Guadalajara,
Tú, eres mi tierra, yo, soy tu vida.1
“FINALIDAD DE LAS INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES DE ASISTENCIA SOCIAL”
DEFINICIÓN
Previamente tendremos que abordar y saber cuál es su fin de una institución u organización de asistencia social:
Asistencia es un concepto con múltiples usos. En este caso, nos interesa destacar su acepción como una ayuda, un soporte o un auxilio que se le brinda a quien lo necesita.
Asistencia social, por su parte, es un adjetivo que refiere a lo vinculado con la sociedad. Este último término (sociedad), por otro lado, hace mención al conjunto de personas que comparten una cultura y otros rasgos y que interactúan en el seno de una comunidad.
La noción de asistencia social, por lo tanto, está asociada a un servicio que se presta para solucionar problemas de diversa índole y mejorar las condiciones de vida de las personas.
OBJETIVOS QUE PERSIGUE
El objetivo de la asistencia social es que todos los integrantes de una sociedad gocen de los mismos derechos y oportunidades. Como en toda comunidad existen desigualdades, la asistencia social está dirigida a los más desfavorecidos. Su trabajo se orienta a que todos los individuos puedan satisfacer sus necesidades básicas.
Lo habitual es que la asistencia social se desarrolle a través de instituciones del Estado o de organizaciones no gubernamentales (ONG).
“GUADALAJARA EN EL SIGLO XVIII, TRANSFORMACIÓN QUE VIVE HOY EN NUESTROS DÍAS “
Historia que prevalece en nuestros tiempos, claramente podemos observar que tenemos nuestros lugares más tradicionales y que aún no han desaparecido y que llenan de alegría nuestra ciudad, en resumen podemos mencionar lo siguiente… Dentro de esta época fue muy próspero el crecimiento espiritual, material y cultural de Guadalajara, pues el indígena no volvió a crear mayores problemas a los españoles, sino al contrario: se incorporó a la nueva forma de vida que ofrecía el mestizaje.
Por este motivo el número de habitantes se incrementó, así como las escuelas, hospitales, templos y conventos, en una ciudad más grande en extensión pero que continuaba de un solo piso, con casas de adobe y un buen número de mesones y macheros para los comerciantes y las mercaderías que pasaban por Guadalajara. En tiempos del Obispo Ruiz Colmenero creció la devoción por algunas advocaciones de la Virgen, tanto la de Zapopan y la de La Soledad, como la de San Juan de los Lagos, para corresponder a las necesidades del pueblo y, a la vez, Guadalajara recibió a varias órdenes religiosas más: dominicos, mercedarios, carmelitas descalzos . Todos dejaron enormes conventos que ennoblecieron a la ciudad, de algunos de los cuales hoy quedan restos.
A fines del siglo XVI, llegaron a Guadalajara las primeras monjas dominicas. Venían de la ciudad de Puebla y construyeron el convento de Santa María de Gracia para vivir en él. Más adelante, hubo una extensión de este monasterio en el de Jesús María. A finales del siglo XVII llegaron también las religiosas carmelitas descalzas de la ciudad de Puebla, a fundar su casa en Guadalajara, donde ya se había construido un convento para ellas, el de Santa Teresa. Desde el siglo XVI, los niños aprendían a leer, a escribir y, a veces, un poco de gramática. Aquellos que deseaban estudiar más se veían obligados a ir a la ciudad de México, donde estaban los mejores colegios, incluida la Real y Pontificia Universidad de México.
En atención a que es una época con marcada influencia religiosa, los frailes, especialmente franciscanos, agustinos, dominicos, mercedarios, jesuitas y carmelitas descalzos, hicieron mucho esfuerzo por mantener institutos propios de formación religiosa, estableciendo clases de teología y estudios mayores, así como sus noviciados. El clero diocesano no contó con un seminario sino hasta fines del siglo XVII.
EL GRAN SIGLO XVIII
En este siglo se construyó una ciudad con mayor cohesión interna, pues se buscaba la autonomía de Guadalajara y de la Nueva Galicia con respecto a la ciudad de México. En el último cuarto de la centuria se comenzó a desear la de todo el virreinato en relación con España.
En el siglo XVIII, con todo y las deficiencias que pudo tener la Nueva España, gracias al empuje de los novohispanos, finalmente se alcanzó un balance muy positivo en cuanto a logros. Es el siglo en el que se confirma y afianza el sentido de la nacionalidad mexicana.
Desde el siglo XVII, los padres Eusebio Kino y Juan María de Salvatierra de la Compañía de Jesús, se convirtieron en piezas fundamentales para la labor misionera en el Noroeste del virreinato, que surgió desde el Colegio de Santo Tomás de Guadalajara. Parte de su edificio se conserva todavía. El templo del colegio es ahora la Biblioteca Iberoamericana, en la esquina de las calles de Colón y Pedro Moreno.
En este siglo se alcanzó un nivel de vida muy alto entre los habitantes, debido a la industria, a la producción del campo, los oficios, la minería y el comercio. Esta circunstancia comenzó a reflejarse en la arquitectura de la capital tapatía. La sociedad estaba compuesta por los peninsulares y criollos, que al tener mayor nivel cultural y cierta preferencia étnica, gozaban de los mejores puestos de trabajo.
Al mismo tiempo, tenían un lugar en los colegios y en la universidad de donde egresaban para ser casi siempre hombres importantes en las diferentes ramas del saber, del comercio, la minería, la agricultura y del gobierno. El grupo social intermedio, en general, lo formaban los mestizos.
GUADALAJARA SIGLO XVIII, LA GRAN CIUDAD
Dentro de este siglo, Guadalajara tuvo varios eventos de importancia; terremotos, epidemias y plagas asolaron varias veces a la capital. Sin embargo también fue un siglo de grandes cambios positivos. Tales tragedias sirvieron para superarse, lo que hizo de la ciudad una auténtica metrópolis. Sus casas ya no eran de un piso, sino de dos; ya no de adobe, sino de piedra; los techos ya no de tejas, sino de bóveda y con herrería fina en la mayoría de los casos. Los templos y conventos adquirieron gran señorío, dándole a la ciudad un toque de elegancia, casi todo construido uniformemente con la hermosa piedra dorada de Atemajac.
Todo estaba fabricado bajo las normas del más elegante estilo barroco; de ese barroco que nunca se repitió, por lo que le dio a Guadalajara su sello propio, con sus columnas de esquina en las casas y sus molduras sobre la base de los edificios.
El hecho de tantos y tan frecuentes
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