OSC Y Educación Para Democracia

ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y LA EDUCACIÓN PARA LA DEMOCRACIA

Introducción

El escrito que aquí se presenta constituye un esfuerzo por dar cuenta del estado de la cuestión sobre el tema propuesto, en el que pongo de relieve la escasez de investigaciones sobre la relación entre las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y la educación para la democracia , en un intento de nutrir el debate sobre la importancia que tiene la participación de la sociedad civil en la consolidación de la democracia.

Por lo que esta investigación, de llevarla a término, significaría una importante aportación, ya que pretende conocer ¿cómo educan para la democracia las OSC? Y por ende ¿cuáles son las acciones que implementan para fortalecer el ejercicio de la ciudadanía?

La reflexión acerca de la educación para la democracia desde las OSC permitirá relacionar múltiples aspectos, acontecimientos y elementos; sin embargo, para fines de este ensayo propongo abordar principalmente tres cuestiones. La primera es una breve explicación de lo que es la educación para la democracia (ED), así como la importancia de su aplicación en México. La segunda puntualiza el vacío de investigaciones académicas en torno al tema y la pertinencia del rol que cumple la sociedad civil en el binomio educación y democracia. Por último, a modo de conclusión, hacer énfasis en la importancia de desarrollar una propuesta de investigación desde el campo de la producción intelectual que busque vincular la ED y las OSC.

Planteamiento del problema

La Educación para la Democracia es la educación que se ofrece para enseñar y promover el desarrollo de conocimientos, valores y destrezas necesarios para vivir en una sociedad democrática (Rodino, 2002: 1).

La ED es mucho más que el solo acto de transmisión de conocimientos, normas u obligaciones; esta educación pretende formar sujetos para una acción autónoma, crítica y responsable guiada por principios éticos (Rodino, 2002: 4).

La resolución del Congreso Internacional sobre Educación para los Derechos Humanos y la Democracia (Montreal, 1993) sostiene que: “La Educación para los Derechos Humanos y la Democracia es en sí misma un derecho humano y un prerrequisito para la plena realización de la justicia social, la paz y el desarrollo. El ejercicio de tal derecho contribuiría a salvaguardar la democracia y su comprensión integral.

Partiendo de lo anterior se puede decir que la ED no queda solamente en el plano del cambio de actitudes personales sino que incluye la formación de una nueva cultura política y la búsqueda de un nuevo orden cultural, que va desde la generación de conocimientos, valores, habilidades o destrezas; y que repercutirá en un cambio de actitudes en la vida cotidiana hasta la aspiración de trastocar, critica y conscientemente, las instituciones y las cúpulas de poder.

Según Gloria Ramírez la organizaciones de la sociedad civil tienen diversos enfoques o propuestas de educación ciudadana. Entre otras, la propuesta de formación valoral: se trata de prácticas basadas en una educación en valores concretada en los diversos objetivos educativos que se pretende alcanzar, sobre todo se maneja en espacios de educación formal. En este caso las, OSC que articulan dicha propuesta coadyuvan con instituciones oficiales e inciden, desde el ámbito no formal, en colaboración estrecha con el sistema educativo escolarizado (2005, 73).

En México han existido experiencias en el campo educativo que se orientan a ciertos aspectos de la Educación para la Democracia, tal es el caso del Programa “Educar para la democracia” del antes nombrado Instituto Federal Electoral (IFE), dicho programa surgió a raíz de la puesta en marcha del Plan Trianual de Educación Cívica 2001-2003, y a la luz de nuevos conocimientos y experiencias en formación cívica y cultura política, se consideró necesario replantear el programa “Jornadas Cívicas Infantiles y Juveniles”, a fin de contar con un material de apoyo curricular a los programas oficiales de educación preescolar, primaria y secundaria, que impregne los contenidos de diversas asignaturas y que incida en el ambiente y la gestión escolar democrática (Conde, 2004: 5).

De esta manera, a finales del año 2001 da inicio el diseño y desarrollo del programa denominado “Educar para la Democracia”, que parte de la necesidad de fortalecer la educación cívico-política y la moral democrática de niñas, niños y jóvenes escolarizados, así como la de contar con materiales pertinentes que proporcionen a los docentes ideas concretas y herramientas prácticas para aprovechar su creatividad (Conde, 2004: 6).

Este programa se concreta en un documento general conformado

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