PLAN DE AJUSTE DE GRECIA

El primer ajuste, en diciembre de 2009, fue presupuestario, con la intención de reducir el déficit. Después llegaron las medidas, repartidas en varios planes. El primero de ellos, en febrero de 2010, incluía una subida del IVA hasta el 21%, una reducción de los pluses de los funcionarios del 30%, un incremento del precio del alcohol y el tabaco de hasta un 20%, y una subida de impuestos a la propiedad inmobiliaria. Más adelante, se aumentaron los impuestos para las rentas más altas y se aprobó un plan de lucha contra el fraude. Empiezan a notarse las subidas de impuestos, los despidos y las reducciones de sueldos.

En mayo de 2010 se aprueba la reforma de las pensiones, recortando las pagas hasta un 26% y aumentando la edad de jubilación de los 60 a los 65 años. El Gobierno plantea la privatización de puertos y otras empresas estatales.

En junio de 2011, el Parlamento griego aprueba un nuevo paquete de recortes. Incluye un impuesto solidario para las rentas elevadas y los altos cargos, y sube los impuestos profesionales por cuenta propia, como taxistas, abogados o fontaneros. Hay una nueva subida del IVA y de los impuestos de lujo. Además se plantea suprimir 150 mil empleos públicos, un 25% del total. Vuelven a bajar los salarios, se suprimen prestaciones sociales y el gasto sanitario y militar, y se fusionan escuelas, hospitales, cuarteles e instituciones. También se profundiza en las privatizaciones de organismos como Loterías, empresas de gestión portuaria y del agua, y el Postbank.

Ya en 2012, esta misma semana, Grecia ha accedido a las peticiones internacionales de nuevos ajustes, entre los que se incluyen un recorte del 22% de los salarios en la empresa privada, nueva congelación en el de los funcionarios, más despidos y la continuación de las privatizaciones, y las reformas fiscales y laborales.

el Parlamento heleno aprobó el plan de ajustes que le permitirá obtener 130.000 millones de euros de parte de la troika compuesta por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. El programa de austeridad incluye duras medidas: la reducción en 22% del salario mínimo, terminar con 15.000 empleos públicos (150.000 al 2015) y disminuir en 20% en las pensiones, recortes que suman en total 3.300 millones de euros.

Con esto, Grecia evitará caer en default, ya que el próximo 20 de marzo debe pagar 14.500 millones de euros en vencimiento de bonos. De no contar con los préstamos de 130.000 millones de euros, y la condonación de 100.000 millones en deuda, el país se exponía a una quiebra desordenada.

La decisión griega debería tener efectos positivos en los mercados, que al cierre de la semana pasada reaccionaron negativamente ante la falta de acuerdo. De hecho, anoche la Bolsa japonesa abrió con un alza que al cierre de esta edición llegaba a 0,32%. También los futuros del euro y del S&P, en EEUU, se cotizaban anoche al alza.

Los parlamentarios analizaron los tres aspectos de la medida: la quita de 100.000 millones de euros de la deuda privada, el plan de recapitalización bancaria y las medidas de ajuste establecidas por la troika para otorgar el crédito. Además, se le exige a Grecia la reducción de su deuda del 160% actual a un 120% del PIB al 2020. Esto último, según fuentes de la comisión Europea consultadas por ABC, es una meta inalcanzable. "Aunque llegasen a reducir la deuda al 120% del PIB, sería una situación que a todas luces no es realista ni sostenible", dijeron.

Futuro en la eurozona

Tras la aprobación del plan, Grecia respira una poco más aliviada, pero enfrenta una nueva discusión: su salida de la eurozona.

Tanto la Unión Europea como el Fondo Monetario Internacional ya no creen en las promesas del gobierno heleno. Este es el segundo plan de rescate para la nación, y no todas las condiciones impuestas para el primero se cumplieron.

Alemania fue el primero en poner presión.

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