Problemas Sociales: La Trata de Personas

Hace cincuenta años atrás, la abominación de la esclavitud parecía ser cosa del pasado. Pero la historia tiene una manera de repetirse, y hoy en día nos encontramos con que la esclavitud humana es nuevamente una realidad. Esta esclavitud moderna es conocida como la trata humana y no tan sólo es un problema social, sino que es un problema subterráneo global que está ocurriendo tanto en los países del tercer mundo como en los países más modernizados y civilizados. Millones de hombres, mujeres y niños son víctimas de la trata humana, alrededor de todo el mundo y son explotados a través del tráfico sexual, el trabajo infantil ilegal y el tráfico ilegal de inmigrantes. No cabe duda de que la trata de personas es una de las violaciones más graves de los derechos humanos en la actualidad, por lo que en este breve ensayo señalaré cómo esta se lleva a cabo, la gravedad de este problema social, y las razones por las cuales todavía no se ha logrado la abolición absoluta y permanente de la misma.

Según la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, la trata humana se define como la captación, el traslado, el transporte, la acogida o la recepción de una persona utilizando la violencia, amenazas, engaño, rapto, el abuso de poder o abuso de la situación de vulnerabilidad u otros elementos de coacción con el fin de someterla a explotación y lucrarse con su actividad. Ésta es la tercera industria criminal más grande en el mundo, y su rango ha sido superado únicamente por el del tráfico de armas y el de drogas. Las Naciones Unidas estiman que éste produce de $7 a $10 mil millones anuales para los traficantes, generados por una cantidad de víctimas de la trata la cual los expertos estiman que es de millones de personas. Los traficantes adquieren sus víctimas principalmente de los países en desarrollo donde la pobreza es rampante, aprovechándose de los miembros más vulnerables de la sociedad como las personas afectadas por la pobreza, con discapacidades o que sufren de alguna discriminación.

Los reclutadores son extremadamente creativos a la hora de mentirles a sus víctimas. Les prometen mejores oportunidades de estudio o de trabajo en el extranjero o en otra parte del país. Puede que se ofrezcan a ayudarlas económicamente o con los documentos de viaje. A veces publican anuncios falsos en nombre de agencias o empresas ficticias y ofrecen oportunidades estupendas, y algunos han llegado incluso a exponer en ferias educativas ofreciendo estudios universitarios. De este modo, las víctimas son atraídas y capturadas sin distinción de género, raza, edad o etnicidad. Pero según las estadísticas, la mayoría de las víctimas suelen ser mujeres o niños/as, con edades de ocho a 18 años de edad, aunque en casos pueden llegar a ser tan jóvenes como de 4 o 5 años de edad. Estos, tras ser atraídos o secuestrados de sus hogares, son psicológica y físicamente intimidados, obligados a trabajar en condiciones inhumanas, y luego son desechados mayormente cuando ya están demasiado enfermos para trabajar.

Un escenario común puede implicar, por ejemplo, una chica europea, asiática u oriental pobre a la cual se le ofrece una "mejor vida" como criada, mesera, bailarina, etc., con un salario innegable en un país económicamente abundante como los Estados Unidos, Gran Bretaña o Italia. Cuando llega a su destino, se le es quitado su pasaporte y puede llegar a ser abusada física y sexualmente, y consecuentemente es obligada a ejercer la prostitución en un país donde no se habla su idioma, ni tiene amigos, parientes o medios de apoyo. Esta persona se puede ver obligada a dar servicio entre 8 a 15 clientes al día y no recibe ningún pago. Más bien, el dinero se utiliza para pagar su "deuda" con los traficantes y propietarios de burdeles para transporte, alimentación, hospedaje y otros gastos. Después de un cierto

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