Que tan bueno es el desarrollo

¿Qué tan bueno es el desarrollo?

Un carro, una casa, una televisión, computadoras, celulares. Industrialización, altos niveles económicos y tecnológicos. Industrialización, altos niveles económicos y tecnológicos, sistemas financieros fuertes, altas tasas de producción y consumo.  Durante nuestra vida hemos sido bombardeados sobre el nivel de vida deseado, sobre las bondades del desarrollo y como deberías desarrollarnos, en niveles personales como a nivel de países. Al nivel internacional los países “desarrollados” nos han tachado de subdesarrollado, de países vagos e ignorantes, pero lo más importante nos han ayudado a superar ese retraso, a través de su fórmula mágica del desarrollo.  Sin embargo ¿Es tan bueno el desarrollo?  ¿Qué tanto hemos avanzado desde la aplicación de aquella fórmula mágica? E incluso más importante ¿Qué tal están ellos los grandes y poderosos países desarrollados?

Justo después del final de la segunda guerra mundial. Los ganadores EEUU y algunos países europeos entre ellos Inglaterra y Francia no sabían que hacer. Ya habían ganado la guerra pero Europa había quedado bastante dañada y había que reconstruirla. Ahí fue cuando EEUU miró hacia abajo y vio una increíble cantidad de recursos que no eran explotados y de los cuáles podría tomar beneficio. Sin embargo no podía tan solo tomarlos, tenía que entrar de otra manera, hacer que los mismos países de América Latina le permitiesen coger los recursos.  Entonces es cuando se  acuña la idea en la cual somos convertidos en países retrasados, ignorantes, pobres, en países subdesarrollados. En aquellos tiempos en América Latina no existía grandes industrias, ni gran producción.  Pero ¿en verdad éramos subdesarrollados?

Si analizamos  el desarrollo según la RAE en cuanto a comunidades humanas es  “: progresar, crecer económica, social, cultural o políticamente.” Si analizamos el significado en ningún momento se menciona tener altas tasas de industrialización, cierto se habla de crecimiento económico pero la industria no es la única manera de “desarrollarse” económicamente. El desarrollo que poseía América Latina en esos tiempos era diferente a ese estándar que poseen los grandes países desarrollados, éramos más humanos, más cultura, más comunidad, solo era distinto.  Sin embargo eso no importo, después de todo lo que era necesario eran los recursos de América Latina, entonces se nos tacho de subdesarrollados y se nos ofreció ayuda. Una ayuda que parecía desinteresada, que iba a permitir detener la pobreza, el retraso que poseíamos era algo que sonaba imposible de rechazar. Una vez aceptada la ayuda vinieron con su fórmula mágica del desarrollo  diciendo “Sólo mediante un ataque generalizado a través de toda la economía sobre la educación, la salud, la vivienda, la alimentación y la productividad puede romperse decisivamente el círculo vicioso de la pobreza, la ignorancia, la enfermedad y la baja productividad”. Lo cual realmente no suena mal en teoría pero aplicando esto, se nos vendió una idea casi mesiánica de que la única salvación era “el desarrollo” claro y por suerte para nosotros Occidente ya tenía la medicina: “Afortunadamente, las herramientas adecuadas para semejante tarea (ciencia, tecnología, planeación, organizaciones internacionales) ya han sido creadas y su efectividad ha sido probada mediante experiencias exitosas en Occidente. Además, las herramientas son neutrales, 

deseables y universalmente aplicables.” Entonces así fue como fuimos convencidos de aceptar su ayuda. Inmediatamente después el Tercer Mundo fue normatizado con unos cuantos estándares y metas las cuales teníamos que alcanzar y para ello tuvimos que endeudarnos para conseguir que las grandes industrias hagan sus sedes aquí en nuestro continente con el famoso (Tratado de Punta del Este). Fuimos llamados a la privatización de todo, y así poco a poco nos fuimos “desarrollando”.

        La pregunta que vuelve a coladera ahora es ¿Estamos ahora desarrollados después de alrededor de 50 años de “ayuda”? Pues ahora tenemos más industria y poco a poco nos vamos acercando al tan “deseado” estilo de vida que poseen los ciudadanos de los países desarrollados, pero esto ha costado demasiado e incluso lo obtenido no es tan bueno como parece. En realidad desde la aplicación de aquella fórmula mágica, los países del Tercer Mundo primero se endeudaron terriblemente, una vez endeudados tenían que obedecer y los países desarrollados pidieron al Tercer Mundo seguir favoreciendo el capital de las empresas transnacionales antes que a su gente. Se había hablado de supuestamente invertir en educación y salud, sin embargo esos dos ejes fundamentales fueron olvidados para el bien de las empresas. También muchas culturas fueron desapareciendo al mezclarse con el consumismo y estilo de vida occidental, muchos pueblos fueron desplazados de sus tierras para que las empresas pudieran explotar recursos como el petróleo. La gente comenzó a salir del campo para trabajar en la ciudad. Pero lo que encontraron fue subempleo, maltrato e injusticias.  Algo también que cabe destacar es los gobiernos que nos fueron implantados para que se continuara con el proceso de “desarrollo”. Estos gobiernos militares reprimieron al pueblo, torturaron a la gente para evitar que los países de América Latina se fueran por el socialismo. Entonces sufrimos todo esto y ¿para qué?  Si como fue mencionado anteriormente poseemos más industrias. ¿Pero tenemos un buen estilo de vida? Actualmente todos vivimos en un mundo consumista el cuál a penas y se puede sostener, y dentro de este mundo todavía somos usados en beneficio de los países desarrollados. Algo que también habría que pensar es que tal están ellos. Después de todo nosotros no nos beneficiamos con su ayuda tal vez ellos si, cabría suponer que ellos han sido totalmente beneficiados después de casi 50 años de aprovecharse de nuestros recursos.

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