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¿Qué es realmente la Esclavitud?


Enviado por   •  3 de Junio de 2021  •  Informes  •  11.242 Palabras (45 Páginas)  •  62 Visitas

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INFORME DEL PRIMER SEMESTRE 2010(Enero-Junio) PARA:

FONDS NATIONAL RECHERCHE SUISSE

POUR LA MOBILITÉ SOCIALE DE LA UE

         ET

L’UNIVERSITÈ DE GENEVE, FACULTÉ DES CIENCES HUMAINES

ET PSICOLOGIQUES, ECOLE TOPFFER

La Esclavitud Y Sus Efectos En El Desarrollo de Las Competencias Genéricas Universales,

La Memoria Colectiva En Chile Y Su Impacto en la Sociedad,

Desde La Visión Jungiana.

             

El fenómeno de la esclavitud, universalmente repudiado hoy en día, ha sido sin embargo una frecuente en la historia de la humanidad. De hecho, en algunas épocas y lugares ha constituido el pilar básico de la estructura económica.

Revisando la Historia de la Humanidad es escalofriante constatar como un grupo o una clase social especifica, supuestamente y fisiológicamente considerado “seres humanos”, a través de los siglos, han destruido las vidas de otros seres humanos, considerados por los primeros como “inferiores”.

Los efectos socios económicos políticos y culturales del negocio de compraventa de los seres humanos conocido también como ESCLAVITUD, han sido nefasto por la Humanidad en general.

Algunas de las naciones famosas, prosperas y construidas gracias a esta practica han podidos a través de los siglos borrar de sus memorias colectivas este fenómeno antiguo y algunos aún siguen inconscientemente actuar bajo los efectos prolongados sufridos a causa de la Esclavitud.

Si se verifica históricamente la magnitud que la Esclavitud ha perdurada en el tiempo, eso permita poder analizar el efecto del mismo en el desarrollo de las Competencias Genéricas Universales, o la falta de eso, en las naciones que siguen inconscientemente viviendo este fenómeno en su memoria colectiva y sus ADN Psicológicas.

¿Qué es realmente la Esclavitud?

Algunos expertos así explican la Esclavitud:

“La esclavitud es la condición jurídica de una persona que, por nacimiento, deudas, por sentencia judicial o por derecho de conquista carece derechos civiles y se convierte en la propiedad de otra persona, que puede perderla o cambiarla, emplearla en la actividad que considere oportuna y, en algunos casos, incluso disponer libremente de su vida.”

Tradicionalmente han existen dos tipos principales de esclavitud, la doméstica, en la que los esclavos o siervos -realizan labores auxiliares en el hogar-, y la «productiva», propia de los sistemas económicos esclavistas, en la que desempeñan las tareas más duras del sector primario, como el cultivo de las tierras o la minería. Para recuperar la libertad preveían dos formas principales: la manumisión por parte del dueño o el pago de un rescate económico, que podía efectuar el mismo esclavo, si era capaz de reunir la cantidad necesaria.

El problema filosófico es lo siguiente: ¿como un ser humano puede nacer “esclavo” o como un ser humano puede “esclavizar” a otro ser humano?

Los griegos antiguos tan como los romanos que defendían ferozmente sus libertades, quienes tenían un Senado, quienes vivían en un sistema político “democrática” en el sentido de los “ciudadano libre” y quienes enseñaban los fundamentos de Meritocracia, son los que solidamente fundaron sus naciones sobre la Esclavitud.

La institución de la Esclavitud estaba ya presente en las primeras fuentes escritas conservadas. Las civilizaciones Mesopotámicas, Babilonia, Judea, Asiría, Nubia, África del Norte y Egipto la conocieron, y la utilizaron para sus prosperidades.

En la Grecia del periodo clásico, cuna de la democracia occidental, el práctico del esclavismo se consideraba normal. La prosperidad de la Atenas de Pericles, Aristóteles y Platón se basaba, en el comercio, muchos de cuyos productos eran manufacturados por esclavos, en la agricultura y en la minería de la plata, que también empleaban manó obra esclava.

La Roma republicana e imperial conoció un sistema económico —«modo de producción» en la terminología marxista— esclavista, gracias a una abundante mano de obra procedente de las victoriosas guerras de conquista.

Los esclavos trabajaban en las minas, remaban en las galeras y cultivaban los campos. Incluso en las ciudades eran numerosos, y muchas veces sobrepasaban el número de los ciudadanos libres.

La esclavitud doméstica estaba generalizada entre las familias pudientes. Estos siervos domésticos tenían unas condiciones de vida menos duras que a los demás. Por otra parte, existía un gran número de esclavos con conocimientos especializados, que desempeñaban diversas funciones y gozaban de cierta consideración: orfebres, médicos, secretarios, maestros, etc.

Mención aparte merecen los gladiadores, generalmente prisioneros de guerra que no llegaban a integrarse en el sistema productivo; algunos, convertidos en auténticos profesionales, alcanzaban la libertad gracias a sus hazañas en el circo. En el siglo I A. C. el gladiador Espartaco encabezó una revuelta de esclavos que hizo temblar a la misma Roma; los rebeldes fueron finalmente derrotados por el cónsul Marco Licinio Craso y ejecutados la mayor parte de los sobrevivientes.

Con el paso del tiempo, el esclavismo romano fue decayendo por acción de varios factores. Por un lado, el fin de las conquistas redujo las aportaciones de nuevos contingentes de esclavos; sometidos a duras condiciones de vida, padecían altos índices de mortalidad, con lo que su número se reducía considerablemente.

Por otro lado, la influencia de ideologías como el estoicismo o el cristianismo introdujo una crítica moral al hecho de que un ser humano pudiera pertenecer a otro, como si fuera un objeto. Además, la escasez de mano de obra rural a partir del siglo III movió a muchos propietarios a ligar a sus esclavos a la tierra, concediéndoles un lote de terreno y permitiéndoles formar familias, para mejorar su productividad y asegurar la continuidad de la explotación.

Con el tiempo, estos “esclavos asentados” se irían fundiendo con los pequeños propietarios libres empobrecidos y convertidos en colonos, los cuales cedían la propiedad de sus tierras, que seguían cultivando, a cambio de la protección de un terrateniente poderoso. Juntos, conformarían en la alta Edad Media el grupo de los siervos de la gleba, con una condición jurídica semi libre, pero ligados a la tierra.

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