Racismo En El Perú
AntonioPaz5 de Septiembre de 2014
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ÍNDICE
Introducción
I.Definición 4
II.La construcción del racismo 4
III.El racismo en el Perú 5
IV.Historia del racismo 8
V.La Raza como mito 12
VI.Causas del racismo 15
VII.Efectos del racismo 17
VIII.Racismo en la actualidad 19
IX.Racismo Oculto 20
X.Manifestaciones del Racismo 21
XI.Conceptos relacionados al racismo 23
Conclusiones 26
Recomendaciones 29
Fuentes bibliográficas 30
I. INTRODUCCIÓN
El Perú es considerado un país multirracial, donde conviven varias razas así como el mestizaje producto de ellas.
Sin embargo, uno de los problema que subsiste aún en el país es el del racismo, como consecuencia de una serie de factores de índole cultural, educativo, sociológico, histórico y moral.
Decimos que el racismo es un problema porque lejos de acercar a las personas y crear lazos positivos entre ellas lo que hace es distanciar, marginar, y en base a prejuicios, menospreciar e incluso odiar a la persona diferente, lo cual trae como consecuencia enfrentamientos y desconfianzas, que no nos permite avanzar como país.
El presente trabajo aborda el tema del racismo, que si bien es de una data antigüa, aún persiste en nuestros tiempos, no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo. Y es un tema de actualidad, no sólo porque persiste su existencia, sino porque es causa y consecuencia de muchos problemas sociales difíciles de resolver.
Esperamos que esta monografía nos permita conocer más de cerca y con detalle este problema, comprendiendo su definición, causas, consecuencias y demás características que la configuran.
EL RACISMO
I. DEFINICIÓN
El racismo es un sentimiento o comportamiento que consiste en la exacerbación del sentido racial de un grupo étnico. Esta situación suele manifestarse como el menosprecio de otro grupo y supone una forma de discriminación.
El racismo puede plantearse como una doctrina antropológica o política que incluye la persecución de los grupos étnicos considerados como inferiores. Eso es lo que ocurrió con la Alemania nazi o con el Ku Klux Klan en los Estados Unidos.
Otra definición podría ser entender al racismo como un modo de dominación social que se funda en identificar diferencias entre la gente, diferencias que son integradas para dar lugar a una clasificación que va de un extremo superior (lo moral, sabio y hermoso) hasta otro inferior (lo perverso, ignorante y horrible). En el racismo, a diferencia de otros modos de jerarquización social, las diferencias son naturalizadas; es decir, son vistas y postuladas como sustanciales e insuperables. En alguna medida, toda colectividad humana tiende hacia el racismo. Los semejantes entre sí suelen producir una imagen del otro, del diferente, como inferior: sus rasgos son feos, su lenguaje es ridículo y sus costumbres no son las normales. Esta tendencia puede variar mucho pero es un hecho que despreciar al otro vigoriza la propia autoestima. Frente al foráneo las afinidades resaltan de modo que los miembros de una comunidad se sienten más cercanos y próximos.
II. La Construcción del Racismo
Las teorías raciales adjudican a los distintos grupos humanos rasgos de superioridad o inferioridad de acuerdo a sus diferencias culturales, sus normas o su comportamiento. Los considerados “inferiores” son discriminados en diversas formas. El racismo posee profundas raíces históricas, sociales y culturales. Es un elemento opresivo ya que a través del uso sistemático del poder o de la autoridad se transmite una sensación de injusticia y se fomenta una atmósfera adecuada para generar un sentimiento de devaluación grupal.
Las manifestaciones discriminatorias en el mundo occidental se caracterizaban por el rechazo directo así como por la actitud hostil hacia un grupo minoritario. Este tipo de intolerancia, en ocasiones llamado “racismo pasado de moda” era segregacionista y en forma abierta aceptaba y defendía la supremacía blanca.
Hoy en día, la mayoría de las sociedades consideran “menos aceptable” hablar de superioridad racial o expresar posturas discriminatorias. Así mismo, diversos grupos rechazan el juicio negativo sobre una minoría, basado en la percepción racial o en los antecedentes étnicos.
Para los sectores oprimidos, estas nuevas tendencias aún conllevan el rechazo a las minorías con el fundamento de suposiciones erróneas, incluyendo conductas discriminatorias que limitan la cantidad y el acceso a recursos disponibles que garanticen su desarrollo e impulsen la creación de una sociedad plural y democrática que permita la libre convivencia entre los distintos grupos humanos.
Es habitual que el racismo se justifique en teorías pseudo-científicas o que se apoye en la manipulación de datos estadísticos. Un ejemplo de esto es argumentar la superioridad de la raza blanca basándose en sus resultados académicos, sin tomar en cuenta que los niños negros suelen sufrir problemas sociales que les impiden alcanzar su plenitud. Independientemente de su raza, una persona que no se alimenta como es debido, que no tiene acceso a los servicios sanitarios y que vive en un hogar precario no puede hacer uso de todas sus facultades para alcanzar un rendimiento satisfactorio en sus estudios.
Cabe destacar que el racismo puede estar vinculado a otras manifestaciones de odio, como la xenofobia (la hostilidad hacia los extranjeros), el antisemitismo (la persecución de los judíos) o la homofobia (el ataque a los homosexuales).
III. El Racismo en el Perú
Al revisar nuestra historia, entendemos cómo las decisiones políticas se han tomado a partir de una exclusión de la población de etnias diferentes a la blanca (andina, amazónica, negra y otras). En 1821, el año en que se declaró la independencia, se oficializó como idioma nacional el castellano, a pesar de que solo lo hablaba el 10% de la población, lo que señalaba claramente una independencia solo para la elite. Del mismo modo, las comunidades indígenas fueron desapareciendo, dejando que los hacendados tomaran sus tierras, empujándolos a una especie de sistema feudal y paternalista. Las diferencias se abismaban cuando se les negó participación política a los indígenas. Solo los hacendados, relacionados directamente con la oligarquía, tenían acceso a los asuntos del poder. En la migración europea, el panorama no cambio: los migrantes fueron absorbidos por las familias criollas, incorporándolos a sus prejuicios.
A lo largo del siglo XX, hubo cambios en la sociedad peruana al convertirse en un país centralista. Esto generó la sobrepoblación de Lima, lo que obligo a las autoridades a ejercer ciertas medidas para evitar mas migraciones campo-ciudad (una de ellas se originó entre algunos congresistas, quienes presentaron la idea de construir un muro o peaje, que obstaculizara la inmigración andina). De esta manera, el racismo se intensifico en los criollos limeños, quienes se distanciaron de sus lenguas aborígenes.
El racismo o discriminación racial implica la preferencia de los blancos y blancoides o blancones en el trabajo, en las instituciones privadas y públicas y en otros aspectos de la vida social, y la exclusión correlativa de los indios, negros y mestizos, considerados inferiores por los blancos.
Este racismo presenta dos manifestaciones: una originaria y otra, de sumisión.
La primera se manifiesta como discriminación y desprecio impulsados y practicados por gentes de raza blanca y otras con acusados rasgos faciales correspondientes a esta raza contra los indios, negros y mestizos. (Por mestizos se comprende al grupo humano resultante de las uniones de blancos, indios, negros, asiáticos y su descendencia.) Es el racismo que va de arriba hacia abajo, impuesto activamente por la diminuta cúspide blanca, poseedora del mayor poder económico de la sociedad, a través de sus maneras de pensar, actitudes personales y medios de comunicación social animados por modelos blancos. Este racismo es asumido por los mestizos de caracteres blancos (blancoides o blancones) contra otros mestizos menos claros que ellos, y obviamente también contra los indios y los negros. Cuanto más se asemeje el rostro de un blancoide al de los blancos su valoración personal será mayor y su desdén por las personas con rostros de rasgos indios o negros más acentuado. A raíz de esta discriminación, para muchos mestizos raciales o culturales la unión matrimonial o convivencia con una persona de caracteres más blancos que los suyos constituye un avance en su promoción social. Ciertas mujeres con rasgos blancos aceptan esas asociaciones, intuyendo que podrían ofrecerles la seguridad y la posición económica más elevada de su pretendiente. Los hijos comunes irán luego a colegios particulares con un alumnado preferentemente blanco o blancoide, y, si acceden a la educación superior y disponen de los recursos suficientes para el pago de las pensiones, continuarán en ciertas universidades privadas creadas para recibir a esos grupos racialmente claros y convertirlos en cuadros de los aparatos empresarial y estatal.
El racismo originario sería menos agresivo o de hecho no existiría si el racismo de sumisión fuera erradicado de la conciencia de los mestizos que lo practican, como se extirpa un hongo parasitario que sólo puede vivir de la savia de la planta a la que se adhiere.
La discriminación en las empresas es más abominable todavía. Las hay que sólo reciben para sus puestos de dirección,
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