Reforma Policial

REFORMA POLICIAL EN MÉXICO

INTRODUCCIÓN, ANTECEDENTES Y METODOLOGÍA

La institución y el actuar policiales han intentado ser transformadas mediante reformas constitucionales y a la legislación secundaria, sujetándolos a parámetros explícitos de legalidad, profesionalismo y protección y promoción de los derechos humanos.

Las instituciones policiales en México atraviesan una crisis profunda que las ha vuelto ineficaces, ineficientes, poco confiables y lejanas a la ciudadanía. A decir de las personas entrevistadas, las principales causas de lo anterior son:

• La crisis de inseguridad por la que atraviesa el país.

• La corrupción al interior de las corporaciones.

• Las malas condiciones de trabajo de los elementos.

• La falta de capacitación de las policías.

• Las diferencias regionales y la descoordinación.

• La falta de voluntad política para atender los problemas de las instituciones policiales.

• La fractura en la relación sociedad-policía.

OBSTÁCULOS

Los siguientes obstáculos que han impedido la mejora de las instituciones policiales:

 Carencias institucionales, que incluyen:

• Inexistencia de protocolos de actuación.

• Ausencia de mecanismos de rendición de cuentas y transparencia.

• Desconocimiento del marco normativo de derechos humanos.

 Obstáculos coyunturales, como:

• Crecimiento desmedido de la delincuencia organizada.

• Normalización de las violencias.

• Cambios de gobierno.

 Obstáculos externos/históricos, por ejemplo:

• Desconfianza de la ciudadanía hacia la institución policial.

• Reticencia de las corporaciones al cambio

• Inercia autoritaria en el diseño de las policías

RETOS PARA SUPERAR LOS OBSTÁCULOS

Algunos de los retos identificados por las personas entrevistadas incluyen:

 Internos:

• Garantizar buenas condiciones de trabajo.

• Establecer un servicio profesional de carrera.

• Eliminar las prácticas de corrupción.

 Externos:

• Establecer mecanismos de coordinación a nivel nacional.

• Garantizar recursos económicos.

• Dignificar la labor policial.

 Ligados al contexto:

• Fomentar la participación ciudadana.

• Desarrollar una cultura de la legalidad.

• Revertir la fractura entre sociedad y policía

Una sociedad democrática debe contar con oficiales de policía que sean agentes de la comunidad y sirvan y protejan al ciudadano; en otras palabras, que funjan como mecanismos de protección y no de control político. Hay un amplio consenso en la idea de que el principal rol de la policía es la prevención, ser agentes de la comunidad, respondiendo más a una idea de policías de barrio y de proximidad que de agentes armados, que persigan delincuentes de altos rangos. Aunque también se identifica la necesidad de contar con diferentes tipos de policías para las diferentes estrategias.

Los siguientes elementos como los mínimos necesarios para cualquier modelo operativo de policía:

• Enfoque ciudadano de la seguridad.

• Profesionalización y capacitación.

• Marcos jurídicos adecuados.

• Evaluación continua y permanente.

• Condiciones laborales dignas.

• Sensibilidad al contexto.

LOS ANTECEDENTES

Las instituciones policiales están sobrellevando una crisis estructural, que aunada a la crisis de inseguridad en el país, demanda una reforma a las instituciones policiales de manera urgente. Sin embargo, esta reforma resulta un tema extremadamente complejo, pues no sólo requiere un rediseño institucional -idealmente consensuado entre expertos, académicos y la propia policía- que pueda mejorar la efectividad y eficiencia de la policía, sino también de un profundo cambio de visión sobre la razón de ser y el papel de la policía en una sociedad democrática que garantice la dignificación y el reconocimiento de los derechos de sus integrantes.

Así pues, se hace evidente la necesidad de una verdadera reforma a profundidad a partir de la generación de un nuevo perfil de agentes, más especializados y con mayor capacitación, así como un mayor conocimiento de los derechos humanos y de su propia aplicación.

METODOLOGÍA

Para comprender las diferentes perspectivas, preocupaciones y propuestas sobre la necesidad de una reforma policial en México. Las instituciones policiales en nuestro país padecen de una crisis estructural profunda. Si bien existen diferencias y especificidades regionales y dependiendo del tipo de policía (federal, estatal, municipal), en términos generales, las instituciones policiales pueden ser caracterizadas como:

• Ineficaces, pues han fracasado en garantizar la seguridad de la población.

• Ineficientes, pues se han invertido grandes recursos en la “modernización” de las policías y los resultados no han sido los esperados.

• Poco confiables, pues, además de tolerar y fomentar la corrupción y resistirse a la transparencia, han sido infiltradas por el crimen organizado.

• Lejanas a la ciudadanía, pues perdura la visión de control y represión con la que fueron creadas durante el sistema de partido hegemónico, por lo que las violaciones a los derechos humanos son recurrentes.

Así, la crisis de las instituciones policiales es compleja y responde tanto a factores internos (diseño institucional, historia, falta de recursos, prácticas de corrupción, etc.), como a externos (aumento del crimen organizado y de los delitos de alto impacto, desconfianza por parte de la ciudadanía y el gobierno, etc.).

CRISIS DE SEGURIDAD

Las diferentes policías están íntimamente relacionadas con la crisis general de seguridad que enfrenta el país. A Pesar de los esfuerzos gubernamentales, las policías aún no cuentan con el entrenamiento y equipo adecuados para hacer frente de manera efectiva a las grandes bandas delictivas.

CORRUPCIÓN

En primera instancia, la debilidad dentro de las mismas instituciones policiales ha permitido que el crimen organizado se infiltre, incluso en los mandos medios y altos, los cuales llegan a cobrar cuotas a los agentes inferiores y a exigir ciertos niveles de protección para los criminales.

En segundo, los bajos salarios de los elementos de base pueden también explicar las prácticas de corrupción de éstos frente a la ciudadanía.

CONDICIONES LABORALES DEPLORABLES

Quiero hacer énfasis en las malas condiciones laborales en las instituciones policiales, mismas que incluyen: salarios bajos, inexistencia de prestaciones de ley, jornadas laborales excesivas, maltratos, corrupción interna, entre otras. Los bajos salarios no permiten que los agentes policiales mantengan una vida digna, no reflejan el trabajo social que llevan a cabo y abren la puerta a prácticas de corrupción.

Por su parte, las largas jornadas de trabajo, sumadas a los bajos salarios, no son sólo responsables del pobre desempeño de los elementos, sino que también impactan de manera negativa la vida privada de los y las policías. Sumado a esto, no existe claridad en las formas de ascenso en la jerarquía, lo que generalmente se supedita a la voluntad del jefe de cada corporación.

FALTA DE CAPACITACIÓN

Si bien existen diferencias entre las policías municipales, estatales y federales, la falta de capacitación es una de las principales características de las policías en el país. Incluye numerosos ámbitos, desde protocolos de actuación hasta conocimiento de sus propios derechos como policías; pasando por entrenamiento técnico y legal.

DESCOORDINACIÓN DE LA POLICÍAS

Existen profundas diferencias entre las diferentes instituciones policiales, tanto a nivel interinstitucional (federal, estatal y municipal), como entre regiones. Las grandes diferencias en cuanto a recursos, equipamiento y capacitación, siendo la Policía Federal la más privilegiada.

FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA

Que gran parte de los problemas que se viven dentro de las instituciones policiales tienen que ver con la falta de voluntad política de los gobernantes y mandos medios y altos para motivar un cambio estructural y con continuidad.

Las políticas públicas de seguridad se han caracterizado por su carencia de disciplina, de coherencia, de recursos materiales y tecnológicos y de permanencia. La selección y mantenimiento de los cuerpos policíacos, en el mejor de los casos se apegan únicamente a cuestiones de rendimiento físico o polígrafo, pero no consideran las verdaderas capacidades o intenciones de los elementos. Se dice que se trabaja de cierta manera, se invierte en publicidad, pero en su actuación las policías siguen siendo las mismas de hace veinte años: constituidas para proteger al Estado y no a la ciudadanía.

RELACIÓN ENTRE LA POLICÍA Y LA CIUDADANÍA

La relación actual entre la sociedad mexicana y las instituciones policiales se percibe fracturada y marcada por la desconfianza y el temor, de ambas partes, es decir tanto la sociedad desconfía y teme de los elementos policíacos en una idea de que son corruptos, así como la policía teme y desconfía que los ciudadanos pueden ser delincuentes. Al mismo

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