Representaciones De La Vejez (modelos De Disminución Y De Crecimiento)
20080829 de Octubre de 2014
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Representaciones de la vejez (modelos de disminución y
de crecimiento)
Agustín Moñivas*
Universidad Complutense de Madrid
Resumen: Nuestro conocimiento sobre la vejez es una
representación finita de un aspecto de la realidad -el envejecimiento
como proceso del ciclo vital en todas sus dimensiones-
presuntamente infinita. La ciencia, construida
con el método científico, es uno de los modos posibles de
conocimiento, siendo método científico cualquier método
que respete los principios de objetividad, inteligibilidad y
dialéctico (se es dialéctico cuando nos arriesgamos a que
nuestro conocimiento sea derribado por la experiencia).
Pero la ciencia, al ser uno de los componentes de la cultura,
ha de tener en cuenta en sus investigaciones a la cultura
como variable. Desde esta perspectiva, y partiendo del
Prof. Forteza (1993), se analizan las representaciones
cognitivas y sociales implícitas en la psicología popular y en
las teorías científicas. Nos preguntamos porqué han prevalecido,
y todavía prevalecen, los modelos de disminución, si
desde la perspectiva del ciclo vital desarrollo significa tanto
declive y crecimiento como optimización y adaptabilidad al
grado de competencia evolutiva. Por último, criticamos la
perspectiva teórica de envejecer con éxito, en la medida en
que el éxito continua, en gran parte, definiéndose por lo
que prescriben las teorías.
Palabras clave: Representación; representaciones sociales
de la vejez; dialéctica; cultura; modelos de disminución;
modelos de crecimiento; envejecer con éxito.
Title: Old age representation (decrease and growth models)
Abstract: Our knowlege about old age is a finite representation
of one aspect of reality -aging as a process of the life
cycle along all its dimensions- assumed to be finite. Science,
developed and based on the scientific method, is just
one approched to knowledge. The scientific method is any
method that respect the objetivity, intelligibility and dialectic
principles (we are being dialectic when we take the risk
of having our knowledge knocked down by experience).
Moreover, science, as an element of culture, must take the
latter as a variable. From this perspective, and drawing
inspiration from professor Forteza's work (1993), cognitive
and social representations implicit in everyday Psychology
and scientific theories are analyzed. We raise questions
concerning the reason why the decrease models have
prevailed despite development means not only growth and
decline but also optimization and adaptability to t he
degree of competence along one's course of life. Finally, we
make a critique of the theoretical approach of successful
aging, as success is still defined, to a great extent, by what
the theories prescrib.
Key Words: Representation; social representations of old
age; dialectic; culture; decrease models; growth models;
successful aging.
“En definitiva, son las representaciones cognitivas las que determinan y
hacen más comprensibles y predictibles los comportamientos
de los ancianos y no los hechos objetivos.”
“En todo momento se acentúa el papel de
las representaciones cognitivas subjetivas de la situación y de
los determinantes motivacionales de tales representaciones cognitivas.”
José Forteza.
*El Prof. José Forteza tenía que intervenir en un
curso de postgrado sobre La Vejez el pasado sábado
28 de marzo de 1998 en la Universidad Complutense
* Dirección para correspondencia: Agustín Moñivas.
Dpto. de Psicología Básica II: Procesos Cognitivos.
Facultad de Psicología. Campus de Somosaguas.
Universidad Complutense de Madrid. 28023 Madrid
(España). E-mail: pscog18@emducms1.sis.ucm.es
de Madrid (U.C.M.). El viernes 27 de marzo, los
alumnos eran informados de su no presencia y la
imposibilidad de su sustitución. Ese mismo sábado,
José Forteza fallecía. A finales del pasado año, en
las conversaciones que mantuvimos para su participación
en el curso, puso a mi disposición una separata
de su artículo "Aproximación histórica a la Psicogerontología".
El artículo que ahora sigue ha experimentado
los avatares de dicho encuentro y de su resolu14
A. Moñivas
anales de psicología, 1998, 14(1)
ción final, pues, hasta el título ha cambiado. A la
manera hegeliana tiene un prólogo y un epílogo que
pretenden ser una recensión del artículo del Prof.
Forteza, para entre ambos analizar el papel que la
representación juega en la investigación, intervención
y vivencia de la vejez, enlazando las representaciones
cognitivas con las representaciones sociales.
1. Prólogo
La historia de las distintas civilizaciones nos permite
una idea de asuntos tales como el papel que han
desempeñado los ancianos en cada una de ellas, las
expectativas y actitudes de la sociedad, las atenciones
que les han prestado, los privilegios de que han
dispuesto y cuáles han sido sus aportaciones para la
buena marcha y desarrollo de sus respectivas comunidades.
Permite también clasificar estas civilizaciones
según sean más o menos gerontocráticas, en las
que predominan valores tales como experiencia,
prudencia, sabiduría, respecto a la tradición, etc.
frente a otras presididas por valores de juventud
(fuerza, rapidez, innovación, eficacia) donde el
anciano corre el riesgo de sentirse marginado y aun
segregado, con las consiguientes reacciones de
reivindicación y protesta. La teoría sustentada entre
otros por Cowhill y Holmes (1972), sostiene que la
modernización de una sociedad supone inevitablemente
un pérdida de poder y de prestigio en sus
mayores. Con el sugestivo título de "Cien obras
distinguidas sobre el envejecimiento, la vejez y los
viejos", Freeman (1979) incluye un capítulo en su
libro "Aging, its history and literature" en el que
aparece una cuidadosa selección, que se extiende
desde la Biblia hasta los comienzos de nuestro siglo.
Ahora bien, la historia de la Psicogerontología o
Psicología de la vejez, que es lo que en el citado
artículo el Prof. Forteza se propone brevemente
esbozar, en modo alguno debe confundirse con la
historia de la vejez, ni siquiera con la historia de la
Gerontología (término acuñado por Metchnicoff en
1903 para designar el estudio científico de la vejez),
en cuyo desarrollo ha sido preponderante el peso de
la Geriatría, denominación debida a Nasher, en1909,
para designar los aspectos médicos y biológicos del
envejecimiento.
1.1. Las cuatro fases de la Psicogerontología
El Prof. Forteza distinguiendo la historia de la Psicología
de la vejez de la historia de la vejez y de la
historia de la Gerontología, que en buena parte es
geriatría, señala cuatro etapas en la Psicogerontología:
la de iniciación, que abarca el periodo entre las
dos Guerras Mundiales, la de constitución, la de
consolidación y desarrollo, y las tendencias que
caracterizan el momento actual . Las recensiÛn de
las tres primeras fases ir·n en este prólogo y la cuarta
fase en el epílogo.
1.1.1. Fase de iniciación
En la fase de iniciación cabe destacar los libros de
Hall (1922) "Senescence, the last half of life" y los de
Thorndike (1928, 1935) "Adult learning" y "Adult
interests", respectivamente, y dos estudios sobre el
envejecimiento con metodología transversal: el de la
Universidad de Stanford (1928) y de la Universidad
de Viena (1930); así como los estudios sobre inteligencia.
Hall, que escribió su libro con sesenta y ocho
años, partiendo de cuestionarios y de sus propias
observaciones, concluye que la transición crítica a
los últimos años varía considerablemente de un
individuo a otros y lo que puede constituir la norma
ideal para una persona puede resultar un fracaso
para otra. Igual que ocurría en la adolescencia, la
senectud requiere también la construcción de un
nuevo Yo. La obra, en su mayor parte de carácter
reflexivo y especulativo, parece que estimuló la
puesta en marcha de una serie de trabajos empíricos
sobre procesos específicos . Thorndike, por su parte,
pone de manifiesto la mayor lentitud que caracteriza
el proceso de aprendizaje de los mayores en una
diversidad de tareas.
En 1930, a partir de la Universidad de Stanford, se
empezaron a aplicar test de aptitudes perceptivas,
motoras y cognitivas a 863 sujetos, comprendidos
entre 10 y 89 años, de dos ciudades y diversos niveles
socioculturales; en 1932 se añadieron otros 1600
sujetos; 190 sujetos repitieron las pruebas en los dos
estudios, por lo que según mis noticias, debe constituir
...