SEGURIDAD EN EL CONSUMO
reflaflysApuntes28 de Noviembre de 2018
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GUIA Nº : 3.
MODULO : SAC
UNIDAD : 4.
OBJETIVO : 1. Reconoce acciones que permitan realizar un consumo seguro para incorporarlas como acciones cotidianas a su contexto laboral y personal.
CURSO : 3° D.
Guía Complementaria
SEGURIDAD EN EL CONSUMO
SEGURIDAD EN EL CONSUMO
Como vimos en la unidad sobre Derechos de los consumidores, uno de los derechos básicos es la seguridad en el consumo de bienes o servicios, la protección de la salud y el medio ambiente y el deber de evitar riesgos que puedan afectarles.
La seguridad en el consumo incluye desde la inocuidad de un alimento, hasta la protección de datos en el uso de una tarjeta de crédito o compra por internet, pasando por la seguridad de los productos de uso cotidiano, la seguridad en un evento masivo, en una autopista o estacionamiento, entre otros.
Así, una de las temáticas de la seguridad en el consumo, es la seguridad de productos destinados a los consumidores, también llamados productos de consumo y que se definen como aquellos que fueron diseñados y producidos principalmente para el uso personal (diferenciando de aquellos de uso industrial o empresarial), incluyendo sus componentes, partes, accesorios, instrucciones y envase. La falta de información, su poca claridad, o su presencia en idioma extranjero, puede hacer del producto un producto inseguro.
Un producto seguro entonces es cualquier producto que no presente riesgos o presenta únicamente riesgos mínimos compatibles con el uso del producto.
Un producto inseguro o peligroso, o condiciones de uso inseguras, serán fuente de potencial daño, con el consiguiente riesgo para los consumidores, ya sea por lesiones o efectos en su salud, su vida o en su seguridad y la de sus bienes.
Visto así, entendemos lo siguiente por estos conceptos:
- Daño: Lesiones físicas o daños a la salud de las personas o a la propiedad.
- Riesgo: Combinación de la probabilidad de ocurrencia de un daño y su severidad.
- Peligro: Fuente potencial de un daño.
En las imágenes a continuación, ¿qué riesgos o factores de riesgos observa en estos productos?
Existen muchos productos de consumo que poseen riesgos o factores de riesgo en su diseño, forma de uso o en cómo está fabricado, los cuales en algunos casos se pueden identificar fácilmente a simple vista.
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La seguridad es algo que nos atañe a todos. En todos los segmentos de la sociedad la seguridad es algo importante ya que todos, sin importar edad, sexo, etnia, religión, etc., estamos expuestos a riesgos que pueden ver afectada nuestra seguridad. No es algo que sólo afecte a los más débiles o vulnerables, sino que nos involucra a todos.
Pero ¿a qué se debe la preocupación por la seguridad de los productos?
Debido a la globalización, el intercambio comercial se ha facilitado enormemente. Los tratados de libre comercio, las rebajas en los impuestos aduaneros, etc. permiten que circulen un sin fin de productos por todo el mundo. Además, la fabricación se realiza de forma segmentada. Las piezas de un producto vienen de distintas partes del mundo lo que hace difusa la responsabilidad ante una falla del producto, ya que quien diseña no es el mismo que fabrica y no es el mismo que vende. Esto dificulta la trazabilidad de un producto, es decir, la ruta que recorrió desde que se comenzó a fabricar hasta que llegó a manos del consumidor final.
La falta de información respecto del producto y sus componentes produce confusión y por lo tanto no permite realizar un control adecuado, lo que a su vez se traduce en que los riesgos del producto no están plenamente identificados ni tratados.
Por ejemplo:
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Para que un producto sea seguro, se debe considerar:
- El producto propiamente tal: Hay productos intrínsecamente peligrosos, tales como un cuchillo o encendedores.
- Su uso: La interacción que se tenga con el producto, su uso en condiciones seguras o las acciones inseguras con éste.
- Su uso previsto: Uso de un producto de acuerdo con la información proporcionada por el proveedor y para lo que está hecho.
- Su mal uso previsible: Uso inapropiado o incorrecto de un producto, posible de ser conocido anticipadamente por el proveedor, basado en el mejor conocimiento disponible acerca del producto y de la conducta humana.
Pero ¿de dónde surgen los riesgos de seguridad? Esencialmente de:
- Productos que no cumplen con las normas de seguridad o son peligrosamente defectuosos.
Por ejemplo, los cascos de motocicleta, tienen que cumplir con la normativa correspondiente. O productos que su diseño puede ser riesgoso, como el niño que se ahorca con el cable. En ese caso, el diseño falló, ya que el cable no debería ser tan largo.
- Del uso de los productos en formas que representan un riesgo para la seguridad.
Por ejemplo, si me voy a dar un baño de tina y pongo la radio en la orilla para escuchar música mientras me baño. La radio en sí misma no es peligrosa, pero si la uso de esa forma, podría caerse al agua y provocar electrocución a la persona.
- De productos que carecen de la debida información, o no están en idioma nativo.
Por ejemplo, que la advertencia esté en inglés. No todos saben leer en inglés ni tampoco todos conocen la simbología, por lo que la información de los productos debe venir en el idioma del país donde se comercializan y de manera clara.
En nuestro país, la seguridad de productos adquiere importancia en la medida que la economía nacional se incorpora al mercado global y da pasos hacia el mundo desarrollado y la libre circulación de mercancías. Esta perspectiva enfatiza la necesidad de definir estándares que garanticen calidad y seguridad, que sean homologados en los distintos mercados.
En Chile, la seguridad de productos en general, se encuentra amparada en la Ley N°
19.496 (Ley del Consumidor), tanto en el derecho de los consumidores al consumo seguro (que contiene a la seguridad de productos) y que señala la seguridad en el consumo de bienes o servicios, la protección de la salud y el medio ambiente y el deber de evitar los riesgos que puedan afectarles; como en el deber de seguridad de los proveedores a través de la puesta en el mercado de sólo productos seguros, la información y advertencias de seguridad en los productos que proveen previo a su puesta en el mercado (etiquetado, rotulación, manuales) y las medidas de información a la autoridad y a los consumidores, así como medidas protectivas o reductoras del riesgo, en caso de advertir defectos en productos ya puestos en el mercado y que presentan riesgo o peligros inadvertidos con anterioridad.
Ello no obsta del cumplimiento de obligaciones de seguridad particulares (productos regulados), tuteladas por otras agencias del Estado, tales como el Ministerio de Salud, Seremis de Salud y el Instituto de Salud Pública, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, entre otros.
En este sentido, el consumo seguro, y en particular la seguridad de productos, involucra que todos los productos de consumo sean seguros y no sólo aquellos cubiertos por disposiciones legales especiales.
El deber de seguridad está directamente vinculado al proveedor y por ende es éste quien necesita asegurar a los consumidores esta cualidad en los productos o servicios que comercializa, sin desmedro de los deberes de los consumidores a informarse y evitar riesgos.
PRODUCTO SEGURO
El concepto de seguridad hace referencia a productos que se utilizan de un modo normal o razonablemente previsible, es decir, no se puede garantizar que un producto sea seguro si no se utiliza para la finalidad para la que se fabricó o frente a conductas temerarias por parte de los consumidores.
Se considera seguro cualquier producto que no presenta ningún riesgo o únicamente riesgos mínimos compatibles con el uso del producto y considerados admisibles, teniendo presente los siguientes elementos:
- Su diseño y función de uso. ¿El producto está diseñado de acuerdo a cómo se debe usar?
Por ejemplo, si compro una cuna debo fijarme que sea resistente, que la separación de los barrotes es adecuada para que un niño no atrape alguna de las partes de su cuerpo, entre otros aspectos.
- La información que acompaña al producto, el etiquetado, las instrucciones de uso, los posibles avisos, las instrucciones de montaje y, si procede, la instalación y el mantenimiento, tiene que ser correcta y suficiente. ¿Tiene información que me permita a mí o a la persona que se lo voy a regalar, saber cómo usarlo de manera adecuada?
Y También evaluar el efecto que puede tener junto a otros productos. Por ejemplo si dice inflamable, no se debe poner al lado de una vela o de una cocina prendida.
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