SISTEMA DE MERCADO
fitoluis24 de Abril de 2015
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LA EXPANSIÓN DE SISTEMA DE MERCADO
Durante ciento cincuenta años, muchas sociedades se han visto atrapadas en un malhumorado debate acerca de los sistemas de mercado. Hoy tenemos la oportunidad de pensar en esos sistemas de una forma más clara, lo cual se debe a que los ideólogos del mercado se han dado cuenta de que hay poco que temer del comunismo, por lo que, pueden permitirse abandonar sus barricadas ideológicas y hablar seriamente del mercado y sus problemas. Por otra parte, los ideólogos socialistas se han dado cuenta de que aspirar a una sociedad mejor no es suficiente. Ahora bien, incluso con esos datos a favor, no será fácil debatir coherentemente sobre el mercado … Por ello, uno no encuentra un amplio intercambio intelectual acerca del sistema de mercado entre los economistas, quienes en su mayoría lo admiran, y aquellos otros académicos de campos como la historia, la literatura y la filosofía que, como el filósofo y sociólogo Jürgen Habermas, enjuician con dureza las consecuencias de un sistema de mercado para valores como la libertad, la racionalidad y la moralidad.
¿Qué es un sistema de mercado?
En primer lugar, necesitamos distinguir sistema de mercado y mercado. Si bien no todas las sociedades adoptan o contienen un sistema de mercado, todas las sociedades existentes hacen uso de los mercados. Paseando por una calle ya fuera en la China maoísta o en la Unión Soviética, cualquier distraído visitante habría visto mercados de bienes de consumo y de servicios como los de peluquería o de reparación de bicicletas. Y es que, efectivamente, dondequiera que la gente paga de modo usual a otra gente para que haga algo sea cantar una canción o cavar para extraer carbón, esos intercambios constituye mercados.
Y sin embargo, pese a lo común de esos intercambios en la China maoísta o en la Unión Soviética, de ninguna de esas sociedades podía decirse que fuesen sistemas de mercado, puesto que un sistema de mercado existe solamente cuando los mercados proliferan y se interrelacionan unos con otros de una forma muy particular. El sistema de mercado organiza y coordina las actividades humanas mediante las interacciones mutuas de los compradores y vendedores.
No basta que la gente compre y venda para que exista un sistema de mercado, se requiere asimismo que sean sus compras y ventas las que coordinen la sociedad y no una autoridad central. Y esto nos permite dar una definición del sistema de mercado suficientemente útil para nuestros propósitos inmediatos: un sistema de mercado es un sistema de coordinación de las actividades humanas a escala de toda una sociedad que procede no mediante un sistema de órdenes centralizadas sino vía las interacciones mutuas en forma de transacciones.
Tres son los tipos de mercados más habituales: los mercados de trabajo, los mercados agrícolas, y los mercados para los bienes y servicios que la industria ofrece a los consumidores. Pero para que un sistema de mercado funcione son necesarios dos tipos de mercado menos evidentes. Son, por un lado, los mercados de bienes y servicios intermedios producidos para el uso de otros productores; y por otro, los mercados de capital, y específicamente, los mercados de préstamos, acciones y otros tipos de activos de inversión. En estos dos tipos de mercados, los participantes ya no son gente común y corriente sino empresarios, empresas o instituciones financieras.
LAS DIMENSIONES DEL SISTEMA DE MERCADO
El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un método para controlar y coordinar el comportamiento de la gente. Cuando un centenar de trabajadores aparecen en la puerta de una fábrica cada mañana a las 8 de modo enteramente previsible, su aparición no está ordenada por el Estado. Si están allí es porque la promesa de unos pagos monetarios los controla y coordina.
En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los mercados. Si realmente les hubiese sido permitido hacer lo que les viniese en gana no habrían conseguido las prodigiosas hazañas productivas que caracterizan a los sistemas de mercado. El que los participantes en los mercados se vean a sí mismos haciendo elecciones libres y voluntarias no niega en absoluto que estén controlados por los procesos de compra y venta.
El sistema de mercado de nuestros días no es el laissez-faire de Adam Smith ni tampoco un sistema de mercado ligado a un Estado mínimo. Hoy, el sistema de mercado es un sistema dirigido en el que el Estado es el comprador más importante. De todos los agentes es el que tiene la lista de la compra más larga, incluyendo en ella al ejército, las obras públicas y los servicios de policía y de los funcionarios. También es un oferente a gran escala, aunque muchos servicios —por ejemplo, la educación elemental— no los venda sino que los "proporciona" así sin más, de modo que en vez de dejar que las fuerzas de la oferta y la demanda fijen los precios, a menudo lo hace él mismo, manteniendo por ejemplo los precios de los productos agrarios altos para ayudar a los campesinos o, por contra, bajando esos mismos precios para combatir el malestar social entre los pobres de las ciudades.
De una forma u otra, el Estado subvenciona la mayoría de las industrias… Recoge ingentes fondos para repartirlos a través de los programas de bienestar social. Y finalmente, es un poderoso y activo agente en la oferta de dinero y crédito vía control que ejerce sobre el sistema bancario y su propia política fiscal.
LA COORDINACION DE LA SOCIEDAD
Un sistema de coordinación ha de cumplir dos funciones: la primera consiste en limitar los daños y perjuicios que, en su ausencia, los individuos de infligirían entre sí. Ello requiere reprimir la violencia, el robo y las interferencias de quien sea en los movimientos de los demás. La segunda finalidad es más ambiciosa y consiste en organizar el toma y daca de la asistencia mutua. Sucede que casi todo el mundo ayuda a alguien a la vez que todo el mundo recibe ayuda de otros, si bien no necesariamente de la misma gente a quien haya prestado ayuda. Si se quiere puede llamarse a esta segunda función cooperación más que coordinación… Cuando no se dispone de la suficiente cantidad de algo deseado, la coordinación se hace difícil y mucho más necesaria.
LA COORDINACION DE SISTEMAS DE MERCADO
El sistema de mercado es un coordinador a gran escala que utiliza el mecanismo de los ajustes mutuos. Está especialmente adaptado para encarar las dificultades que presenta la escasez a los procesos de coordinación. Para que el sistema de mercado haya llegado a ser el gigantesco coordinador que hoy es, la esclavitud tuvo que dejar paso al trabajo asalariado, las estáticas relaciones feudales que ligaban al trabajador a la tierra tuvieron que ser reemplazadas por transacciones en los mercados de trabajo y de tierra, y en las ciudades tuvo que acabarse con el control social por parte de los gremios para permitir la libre compraventa.
La afirmación de que el sistema de mercado articula la cooperación social seguro que se les hará difícil a aquellos que siempre han identificado el mercado con la competición entre quienes en él participan, incluyendo aquella del tipo más brutal. Y, ciertamente, los sistemas de mercado incluyen muchos escenarios donde reina la competencia.
El mercado, en estos tiempos, se ha convertido en el coordinador de las actividades cooperativas de un mínimo de dos mil millones de personas. Ningún otro método de cooperación social lo iguala tanto en amplitud como en detalle… Además, en tanto que hay un sistema de mercado global no existe un Estado mundial. Y, aun dentro de cada país concreto, el sistema de mercado es capaz de organizar la cooperación a un nivel de detalle, asignando papeles muy precisamente definidos a millones de individuos, como pocos estados o gobiernos han intentado siquiera alguna vez; y en los casos en que lo han hecho, siempre han fracasado.
Toda la coordinación descrita requiere ayuda por parte del Estado. El Estado establece el marco de libertades, el sistema de derechos de propiedad y el respaldo del cumplimiento de las obligaciones contractuales, todos ellos elementos sin los que las gentes no pueden comprar y vender… Construye puertos, canales, carreteras y ferrocarriles, mantiene un sistema monetario, lo que le lleva a tener que regular a los bancos y el proceso de concesión de créditos.
La perspectiva de las ventas puede ser suficiente incentivo como para estimular las actividades de mercado, pero ningún sistema de mercado puede sobrevivir sin la ayuda estatal. Y los gobiernos ofrecen ayuda no sólo para mantener en marcha el sistema de mercado sino para estimular el crecimiento. Si el sistema de mercado es como un baile, el Estado pone la sala y la orquesta. Los estados están en alerta constante para atender al sistema de mercado.
La economía convencional contempla todo esto desde un ángulo diferente. Nos cuenta que la escasez plantea un problema de eficiencia. Si no hay de todo para todos, entonces la sociedad debe encontrar algún método que pondere las posibles alternativas… Pero ahora, en lo que me estoy fijando es que existe un problema más fundamental creado por la escasez: el de la violencia potencial. El primer requerimiento que plantea la escasez no es el de la elección eficiente, sino el de encontrar un método para resolver las reclamaciones conflictivas que los distintos individuos plantean respecto a unos bienes y servicios que son escasos de modo que la gente no se agreda para conseguirlo. El
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