Salud mental en el Perú

Salud mental en el Perú

De acuerdo al MINSA el 15% de nuestra población sufre de una enfermedad mental, sin embargo una gran parte no recibe ningún tipo de tratamiento, ni hay servicios adecuados para tratarlos. Lamentablemente siempre han existido estos problemas, solo que no se les da la importancia que requieren, se mantienen en silencio, ya que la mayoría de peruanos tiende a no reconocerlos por temor o miedo al qué dirán, por prejuicios, vergüenza, el ser visto como “locos”, etc. Este texto propone fortalecer actitudes, conocimientos y habilidades que le permitan al individuo comprometerse con un estilo de vida saludable y desarrollar una actitud critica

Para la Organización Mundial de la Salud es: “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. En otras palabras una persona sana es capaz de obrar según su criterio con exención de la opinión o anhelo de otros, es capaz de superar situaciones traumáticas, da solución a las adversidades que se le presenten, es empático, desempeña al máximo sus potencialidades, forma vínculos familiares nutritivos, integra y decreta relaciones sociales de sostenimiento, cumple deberes y ejerce derechos ciudadanos. Una buena salud mental es importante en todas las fases de la vida, a partir de la infancia hasta la adultez. Existen muchos elementos que ayudan a conservarla, desde la alimentación y actividades que se realizan en el día a día como: Dormir lo suficiente, hacer ejercicio físico, meditar, permanecer contacto social (amigos y familia), exteriorizar sentimientos de forma apropiada, evitar el estrés, relajarse, cuidar la alimentación, mantener pensamientos positivos.  Los principales factores que afectan al equilibrio mental son:
El sistema nervioso: capta estímulos del entorno (externos) o manifestaciones del mismo organismo (internos), procesa la comunicación y genera respuestas diferentes según la coyuntura, es complejo y delicado. Cuando está deteriorado  genera una multiplicidad de desórdenes, como la epilepsia, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, etc., también puede sufrir daños por accidentes, por anomalías congénitas, por infección provocada por microbios y otros parásitos.
Coacción de la sociedad: Algunos desórdenes mentales se asocian con presiones emanadas del entorno social: contrariedades laborales, relaciones familiares, carencia económica, despidos, crisis en la relación matrimonial, entre otras, que originan conflictos difíciles de superar.
El consumo de drogas: Dentro de este rango, la totalidad son consecuencia del consumo de tabaco y de alcohol, los cuales afectan rectamente al sistema nervioso, especialmente al cerebro.

Pero ¿Qué es trastorno?, es un desorden que afecta el funcionamiento normal de una persona o de una situación, por otra parte es la acción y efecto de trastornar (cambiar el orden regular o perturbar el sentido o la conducta de alguien). En el caso de los trastornos mentales o psicológicos se refiere a un desequilibrio del estado mental de un individuo, los efectos de este pueden ser temporales o de larga duración. Estos trastornos se originan a partir de una compleja interacción entre factores que pueden ser tanto genéticos, biológicos o por anomalías cerebrales. 

Los factores genéticos que contribuyen al desarrollo de trastornos mentales son: Regulación epigenética; se da por cambios en la conformación de la cromatina según la interacción de ésta con las histonas; Polimorfismos genéticos, afectan a la secuencia codificante o reguladora; Cambios de un solo gen, son poco comunes. Algunos de los factores biológicos que pueden ser relevantes para la presencia de una conducta inadaptada son: Desequilibrio en los neurotransmisores, la trasmisión de información de una neurona a otra por medio de un impulso nervioso al verse afectado en diversas áreas cerebrales puede generar algunos tipos de trastornos como ansiedad, depresión, entre otros; Desequilibrio en las hormonas, una alteración  la principal función de las hormonas es ser transmisores químicos en el interior del cuerpo está estrechamente ligado a trastornos como depresión y estrés post traumático; Vulnerabilidad genética, los genes influyen en gran medida en los procesos bioquímicos del cuerpo, la herencia predispone determinados trastornos como esquizofrenia y alcoholismo; Temperamento;  Disfunción cerebral, los daños en el tejido cerebral pueden ser un factor de contingencia para presentar algún tipo de psicopatología; Deprivación física. Los principales factores ambientales que pueden originar el desarrollo de una enfermedad mental son: La muerte de un ser querido, maltrato o Violencia, cambios de gran impacto, una situación traumática, una separación o divorcio, abuso de sustancias, presión social

Los trastornos mentales se clasifican  en dos grandes categorías: trastornos de personalidad y trastornos alimenticios. El primero está establecido por una agrupación de alteraciones psiquiátricas que invierten el curso normal de las relaciones interpersonales. Aunque su causa no está definida con exactitud, los expertos hablan de la presencia de diversos factores genéticos y ambientales que contribuyen su crecimiento. Estas conductas interfieren en diversos ámbitos (social, familiar, laboral, etc.) Son considerados como graves debido a que no solo afectan a la persona que los padece, sino también a su  entorno, suelen surgir en la adolescencia y continúan en la edad adulta, pueden ser ligeros, templados, o graves, no obstante es posible tener etapas de remisión en el que funcionan parcialmente bien. Los conocedores distribuyen estos trastornos en tres agrupaciones: Grupo A, donde incluyen los desórdenes excéntricos o extraños (paranoide, esquizoide y esquizotípico); Grupo B, dramáticos, emocionales o erráticos (antisocial, Limite, histriónico y narcisista); y Grupo C, ansiosos o temeroso (evitativo, dependiente y obsesivo compulsivo).

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