Surgimiento de la nueva mujer la cual se les nombra “mujer empoderada”

Introducción.

En este presente ensayo recapitularemos el surgimiento de la nueva mujer la cual se les nombra “mujer empoderada”, pues bien recordaremos, en especial la generación baby boomer y anterioridad, que hace unos ayeres a ellas se les hacía ver como el sexo débil o secundario y ahora en la actualidad predominan alzando la voz y dándose a conocer quiénes son realmente y de lo que son capaces de lograr. A pesar de lo que han hecho para ser reconocidas a nivel global, muchas personas, en especial los hombres mayores, las toman como unas simples lunáticas por la manera en cómo se manifiestan lo cual lo toman como inválido a su criterio por la forma en cómo se expresan en la sociedad, pero esto no las hace retroceder, al contrario, las motiva más para salir a delante e imponer el respeto en el género femenino.

En el feminismo hay de dos bandos, o estás a favor o estás en contra de esto y no precisamente debes ir y estar en un grupo de mujeres con pancartas alzando la voz, basta con que informes a la gente este tipo de contenido para que no caigan en garras de la ignorancia y las tachen de patéticas por su errónea forma de verlas, y es que de eso se trata este libro, el saber cómo a la mujer se le era tratada en el ayer y también cómo al paso de los años se desarrolló esta ideología hasta conocer lo que es hoy en nuestros días para que nos demos cuenta del porqué hacen esto y empatizar. Como breve introducción extra Simone de Beauvoir en su libro redacta la manera de percibir el hombre a la mujer, las hace ver como unas simples esclavas en pocas palabras, ellas no eran más que unas máquinas progenitoras y sirvientas del hogar, los hombres eran los encargados de hacer las tareas más destacadas y exclusivamente ellos podían ejercer una profesión en un trabajo, cosa que la mujer no, y no era solo eso, sino que eran explotadas mayoritariamente aún en el hogar, cuidando a los hijos, manteniendo la casa, atender al esposo a diestra y siniestra en todo momento con la justificación de que el hombre es quien sustenta a la familia y merecía ser tratado de la mejor manera sin darle la oportunidad a la mujer de poder cumplir este tipo de rol, tanto surgía el morbo entre las mujeres cuestionándose unas a otras si ese estilo de vida era el más adecuados para ellas hasta que surgió “una revolución en la sociedad”.

Desarrollo.

Sin duda alguna, en principios de la humanidad, la mujer estaba condenada a seguir la voz del hombre por ver como ellos predominaban en bastantes ámbitos de los cuales ellas se sentían inferiores y por consiguiente surgió ese pensamiento en el que postula la obediencia al hombre, además de estar de acuerdo en su forma de pensar sin cesar. Cuando se dieron cuenta del potencial que poseían al comenzar a hacer lo que ellos hacen, lograron abrir los ojos y se desmintieron por ellas mismas el por qué no tenían los mismos derechos o las mismas oportunidades como los hombres, pues ellas podían realizar labores pesados, resolvían problemas por sí solas, lograban innovar incluso en el ámbito de la ciencia como Emmy Noether, Isabel Torres, Dorothy Hodgkin, etc. Desgraciadamente el hombre al ver que la mujer se les igualaba simplemente decidieron ignorar la señal de advertencia que ellas dieron y lo tomaron como una simple casualidad e incluso pensaban que podía haber simplemente mujeres exclusivas para hacer la tarea del hombre, ya que ninguna otra mujer común podía ser capaz de estar en los zapatos del hombre, lo que desató más furor entre las femeninas.

La ciencia por su parte en aquellas épocas se cuestionaban la existencia del género opuesto, no veían en este género a alguien extraordinario sino más bien ordinario, alguien sin relevancia, en pocas palabras, un donnadie, aunque simplemente podían ver una pequeña cualidad de la que ni siquiera mostraban una pisca de respeto la cual era coincidir hijos, y concluyeron que este género era una máquina de procrear de cual empeoraba la manera de verlas representando un peligro para su integridad, pues incluso sólo veían en ellas un ser para reproducirse o peor las podían usar como un simple objeto sexual. Una vez con hijos, los hombres las obligaban a cargar con el peso del hogar sin siquiera dudarlo, era la única pero más pesada responsabilidad. Mientras las mujeres callaban, los hombres gozaban y se enaltecían llegando incluso a creerse el único ser humano, a pesar de compartir la misma carga fisiológica, genética y anatómica, sencillamente decidieron clasificarlas una vida secundaria, como en el caso de la fauna y flora, son vidas, pero hasta ahí, quizá en los primeros asentamientos de un gran coeficiente en algunas mujeres, otras querían hacer lo mismo, pero por desgracia, las mujeres “extraordinarias” sólo se esmeraban por un bien propio, se superaban por sí solas para salir de esa jerarquía inferior que los hombres crearon y ya, no tenían intención alguna de alzar la voz para otras, lo que fue por una parte desagradable pero por otra parte un surgimiento hacia algo nuevo.

Como mencionaba, las mujeres que se volvían diferentes al resto era para salir del estereotipo de alguien “simple” que los hombres imponían entre sí, pues toda mujer que

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