Trabajo Práctico Especial Visita al Museo del Cabildo y la Revolución
Graciela SoriaDocumentos de Investigación18 de Mayo de 2021
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Trabajo Práctico Especial
Visita al Museo del Cabildo y la Revolución
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Datos del edificio histórico, funciones, transformaciones edilicias
Cada vez que los españoles fundaban una ciudad, asignaban un espacio frente a la plaza principal para levantar un Cabildo. Pues, la palabra Cabildo viene del latín “Capitulum”, que significa a la cabeza de una región, de una ciudad.
Según la distribución de tierras efectuada en el año 1.580 por Juan de Garay en la segunda fundación de Buenos Aires, correspondió al Cabildo el solar n°51, sobre el costado oeste de la Plaza Mayor (Plaza de Mayo), y con frente sobre la actual calle Bolívar, en el ángulo con Hipólito Yrigoyen. Pues, el documento más antiguo que se registra en los libros del Cabildo es del año 1.594 y corresponde al tiempo de administración de O. de Zárate que mandó a transcribir el acta de la 2° fundación, por estar tan deteriorado el original que ya no era posible descifrarlo.
A mediados de octubre de 1.580, el Cabildo designa como patrono de la ciudad a San Martín de Tours. En 1.608, se construye la primera sede del Cabildo.
Su fachada
La primera edificación fue una simple construcción con paredes de adobe y techos de paja. Constaba de una sala para la reunión de cabildantes y tres pequeñas habitaciones, una de ellas destinadas a la cárcel. Las tejas fueron agregadas en el año 1.712; se incorporó una sala grande para las deliberaciones de los cabildantes.
Este rústico edificio careció de solidez y en varias ocasiones el cuerpo municipal se reunió en el Fuerte[1], para evitar que el gobernador concurriera a un lugar no apropiado, donde además existía una prisión con un cepo para sujetar las piernas de los reos. Esta construcción fue refaccionada en 1.621, es abandonada en 1.632, ante la amenaza de derrumbe.
En el año 1.649, el Cabildo fue mejorado, pero con materiales poco durables (barro y madera) y no tardó en presentar un aspecto ruinoso.
En 1.711, se autoriza su reedificación al arquitecto jesuita padre Juan Bautista Prímoli y Andrés Blanqui, quienes realizan los primeros planos en el año 1.719.
Las obras del histórico Cabildo se iniciaron en el mes de julio de 1.725, pero luego se suspendió. La obra volvió a reanudarse en 1.734 y posteriormente en 1.747. El edificio, con excepción de la torre, quedó concluido en diciembre de 1.751. El primitivo balcón del Cabildo era de madera y quedó reemplazado por otro de hierro más reforzado. En 1.786 se dispuso el decorado de la sala de sesiones, para la que se adquirieron alfombras inglesas, colgaduras de damasco carmesí con flecos y borlas de oro, escaños, mesas y una campanilla de plata.
Construcción del nuevo edificio
El nuevo edificio se comenzó a construir en 1.725, y respondió al proyecto ejecutado por el arquitecto jesuita Andrés Blanqui, quien ideó con características propias de la arquitectura colonial, un volumen de dos plantas y torre central con sendas y galerías abiertas, una en planta baja y la otra en la planta superior, con una balconada, tal como lo conocemos en la actualidad. La construcción era simple: mampostería de ladrillos con bóvedas y coberturas de tejas.
Las aberturas en forma de arcos, la carpintería de madera y las ventanas con rejas de hierro forjado le daban un aspecto sencillo, solo alterado por la ornamentación centrada en la fachada y en la torre. La torre era un elemento imprescindible, ya que, al son de su campana Nuestra Señora de la Concepción, se convocaba para las sesiones comunes o extraordinarias. Su construcción concluyó en 1.751.
Los altos se destinaron para el cuerpo municipal; la planta baja para la guardia, policía y cárcel.
En el año 1.763, se colocó en la torre el primer reloj de la ciudad que fue comprado de contrabando en Cádiz. En febrero de 1.779 ocurrió un suceso casi fantástico, cuando en una tormenta la torre del edificio fue alcanzada por un rayo, de este modo, los mecanismos del reloj quedaron, seriamente, dañados. Pues, desde ese entonces, dicho reloj, comenzó a sufrir recurrentes averías debido a su antigüedad, en tiempos de Juan Manuel de Rosas.
Cinco años más tarde, se construyeron cinco calabozos y se completó la capilla.
Con el transcurso del tiempo, el edificio del Cabildo de Buenos Aires sufrió profundas transformaciones y recibió en las reiteradas modificaciones las influencias de las tendencias ítalo-francesas reinantes. Se incorporaron las campanas San Martín de Tours (1.855) y Stella Matutina para señalar los cuartos de hora.
En el año 1.860, se ornamentó la cúpula con azulejos y en su parte superior, lució una bola de metal dorado con un pararrayos. En este período, el reloj de la torre es reemplazado por uno nuevo que provenía de Europa, para lo cual hubo que modificar la torre, comenzando a funcionar en septiembre de 1.861.
Sus tres cuadrantes de 2 mts de diámetro, se ubicaron mirando hacia el Norte, Sur y Este, y se iluminó a gas, para poder ser visible de noche. Debía ser de ocho días de cuerda. En 1.884, se aprueba una ley para iniciar la construcción de la Avenida de Mayo, y se mutila al Cabildo: se le sacan 3 arcos para que pase dicha avenida, y se demuele la torre porque al estar asimétrico el edificio, había peligro de derrumbe. Al demolerse la torre, se saca el reloj inglés y se coloca en una de las torres de la Iglesia de San Ignacio (calles Alsina y Bolívar) donde se lo puede ver actualmente, aunque con solo dos cuadrantes, el norte y el este, por entonces el que poseía había desaparecido no se sabe desde cuándo.
En 1.889, debido a la apertura de la Avenida de Mayo, el ingeniero Juan Antonio Buschiazzo tuvo que demoler al costado del Cabildo, con lo cual desaparecieron los tres arcos del lado norte. Se aprovechó la oportunidad para demoler la torre construida por Benoit, pues su excesivo peso, ponía en peligro la estabilidad de la construcción. De esta manera el edificio perdió su simetría frontal, hasta que en 1.931 se demolieron los otros tres arcos del lado sur para abrir la diagonal de Julio A. Roca. Con la idea de concretar la demolición total, la intendencia solicitó al poder ejecutivo que le entregase el edificio del Cabildo. La campaña de los medios de prensa de la época, asumiendo la defensa del patrimonio histórico y cultural, provocó la concientización y movilización de la opinión pública que condujeron a la declaración del Cabildo como Monumento Nacional destinándolo a Museo Histórico Nacional, por Ley 11.688 de 1.933.
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Datos de su historia como Museo y sus actividades actuales
Sobre el patio trasero del Cabildo, el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo, diseñó en 1960 la sede de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos, el organismo nacional a cargo de la administración y mantenimiento de los museos y monumentos históricos de la Argentina. Antes de la restauración de 1940, ese espacio estaba ocupado por diversas oficinas y ambientes agregados al antiguo edificio del Cabildo cuando se lo había transformado en sede de la Cámara Civil en 1879. Todas estas construcciones anexas fueron demolidas y se abrió al público el nuevo Patio del Cabildo, incluyendo un pasaje peatonal semi-público que conecta la Avenida de Mayo con la calle Hipólito Yrigoyen, y en el cual funciona hoy en día un café, denominado “Café Cabildo de Buenos Aires”.
La Comisión Nacional de Museos es una construcción de dos plantas, que respeta el sobrio estilo colonial vernáculo y tiene entrada por Avenida de Mayo 556. Allí se encuentran las oficinas de la Comisión y se vende, al público, los libros y gacetillas que la misma edita, con temática histórica y arquitectónica.
Museo del Cabildo y la Revolución
En el interior del Cabildo se encuentra el Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo, donde se exhiben cuadros, retratos, piezas y joyas del siglo XVIII, el arca fiscal de Caudales, la imprenta que fuese instalada por el virrey Vértiz en la Casa de Niños Expósitos y la lámina de Oruro obsequiada al Cabildo en ocasión de la victoria de 1807 frente a los ingleses (Invasiones inglesas).
En el patio puede observarse un aljibe de estilo barroco americano, de 1835, que pertenecía a la casa donde nació y murió Manuel Belgrano (que estaba en la actual Avenida Belgrano 430, antes llamada Santo Domingo), político, militar y creador de la Bandera Argentina y otro, de estilo neoclásico, cuya placa afirma que perteneció al solar de Venezuela 1070, que desde 1855 perteneció a Doña Mercedes López de Osornio de Chaves (hermana de Agustina López de Osornio, que fue la madre de Rosas; y madrina de Juan Manuel de Rosas) y que fue donado al Cabildo el 24 de diciembre de 1940.
Actividades y algo más
El museo realiza cada año muestras permanentes sobre diferentes temáticas históricas. Dispone también de materiales didácticos y actividades organizadas para instituciones educativas. Cada día se ofrecen visitas guiadas a los visitantes. Y durante todo el año se dictan talleres y cursos gratuitos a cargo de especialistas.
Además, una aplicación desarrollada por el museo para descargar libremente en teléfonos celulares brinda información y materiales complementarios. Los protagonistas de las historias que se narran son los próceres, pero también los hombres y las mujeres de las élites y de los sectores populares.
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