Vida, Pasion Y Muerte De Un Mexicano

VIDA, PASION Y MUERTE DEL MEXICANO

Introducción.

Descubrir, amar y reír al saber que tú eres mexicano solo este libro lo contiene. El ser mexicano lo podemos ver como una bendición ya que ninguna persona nacido en territorio de los Estados Unidos Mexicanos, jamás de los nunca tendrá una vida monótona, aburrida, o una desgracia porque vivimos en una sociedad nuestras principales leyes nos son las de la constitución establecida en 1917 por un revolucionario de nombre Venustiano si no por el “Que dirán” de las personas que te rodean.

La cultura como ignorancia, la política como una forma de que los demás hagan del país lo que quieran para después criticarlo y no hacer nada o una enfermedad que al momento de estarte muriendo las actividades que principalmente haces son el auto medicarse o mejor aún los remedios de hierbas que me dijo la comadre…

Joaquín Antonio Peñalosa mediante este escrito que nos presenta a mi parecer algo sarcástico y lleno de risas trata de entender el cómo y el porqué de la particular manera de ver la sociedad y no me refiero a la nuestro país si no el mundo entero como se dan las relaciones sociales en México.

Las diferentes etapas de la vida actúan como ejes narrativos de esta reflexión sobre cómo se desarrolla lo humano en un país lleno de fuertes arraigos, contradicciones y pasiones.

Desarrollo.

He aquí mi crítica sobre este libro que en lo personal me lleno de humor y por otra parte de ver la realidad de nuestra esencia del mexicano.

En todas las cosas que establece el autor establece la mera realidad de lo que es ser un verdadero mexicano, es como en las Ciencias Naturales el nacimiento, la reproducción y la muerte en este libro es la vida, pasión y muerte.

El primer punto, o actividad que hace un mexicano es nacer, nacer en este hermoso país en todo el libro el autor nos da su punto de vista desde un punto de bueno y otro malo. Empecemos con la ansiosa llegado del bebe, el primogénito el… ¿niño? O ¿niña? He aquí el dilema aun no nace y ya es un caos dice a la madre no importarte con que el niño llegue bien se refiere en cuestión de salud pero toda mujer su principal ilusión es tener una niña una compañera con la que pueda vestirla como le plazca y de peinarla mejor no hablamos, pero ahora viene lo que papá quiere y toda ilusión de un hombre es tener en su árbol genealógico como primer miembro después de Padre y Madre un hijo, un varón, un junior.

Al pasar los tiempos y que la tecnología cada vez sea más asombraste, y la ciencia siempre este a la vanguardia y estemos en pleno siglo XXI los hombres o al menos el mexicano siempre tendrá una parte machista en su interior o ¿por qué no? En su forma de ser lo que espera el hombre con su primer hijo es que sea como el hombre tener el mismo nombre, que el apellido no muera y se siga conservando y que los pequeños negocios o los grandes sean manejados por ellos cuando ya estén más grandecitos.

Todo esto y más el mexicano empieza a pensar o discutir cuando él bebé está en camino. Algo que es muy cierto es que las mujeres embarazadas hablan con todo el mundo y amar que les acaricien la pansa.

“La ropita” y siguiendo en ese gran misterio de que será la ropita del bebé es un caos, tenemos aquí en México de que lo azul es de hombre y lo rosita es de mujer, asi que compran las familias mexicanas un mameluco de un color y el otro de otro color, pero; ¿Porque etiquetar si es niña o niño en base de colores? O sea, que a una niña no le podemos poner un mameluco azul porque se va a cambiar de sexo o un niño el rosa porque se hace gay. Creo que el color no hace el género ni tampoco definirá si eres hombrecito o mujer pero en las familias mexicanas es así el rosa marca el lado femenino y el azul el masculino así que contra eso no podemos hacer nada, aunque muchas mamas mexicanas botan por comprar colores neutros, es decir, blancos, verdes, amarillos, porque con estos colores se pueden vestir tanto a niñas como a niños.

Cuando llega el momento del parto, un hombre no deja de trabajar hasta 5 minutos antes de que su mujer le llame para avisarle que ya dará a luz, y en cambio la mujer su maleta que llevara al hospital la prepara días antes de lo acordado con la fecha de parto con el doctor.

Después del parto lo primero que preguntan es saber si fue niña o niño no les importa el si llego con salud, o enfermito o vivo o muerto lo que quieren saber es el sexo. Irónico pero cierto. En cada hospital o en cada parto eso, el saber si e saber si es hombre o mujer es lo importante lo de más viene después.

Y empezamos con una serie de problemas, desde que el niño puede resistir lo contaminado de nuestro país, o el nombre que se le otorgara porque en todas las familias mexicanas no pueden faltar los nombres de María, José, Juan y como no mencionar el de Guadalupe, porque como país católico que somos tenemos que llevar el nombre de nuestros máximos exponentes de nuestra religión.

También se empieza con el registro civil, el darle la leche, el que no le de aire al niño hasta la famosísima mollera que a mi edad y siendo universitaria nunca le entendí ni ayee sentido a eso.

La fiesta del bautismo, tiempo de echar la casa por la ventana, y hacer una fiesta en grande, y más si se trata del primogénito, el padrino tiene que ser el que es como un hermano para el padre, aunque hay alguien que siempre le llamaste compadre y no lo va hacer.

No debemos pasar desapercibido la vivienda, el hogar un mexicano cuando es propietario de su propia casa es un hombre realizado, hasta el autor lo maneja como un antes y un después en su vida. Y ame la descripción de la casa sus cuartos, o cuantos patios pueden tener o los que ahora llamamos closet, garaje y sin duda algo que es realmente cierto en la cultura mexicana es la sala que la sala solo llega hacer una adorno más porque nadie, nadie la puede pisar esta eternamente cerrada, bueno en salvo ocasiones muy importantes que la abre pero solo para que la aprecien.

Y

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