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Wilman Villar


Enviado por   •  1 de Febrero de 2012  •  1.350 Palabras (6 Páginas)  •  473 Visitas

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Wilman villar

Las voces de opositores cubanos en el exilio han estallado tras la reciente muerte de Wilman Villar, el disidente que murió tras cumplir una huelga de hambre de 50 días en una cárcel de Santiago de Cuba, en protesta por la condena de cuatro años a la que había sido sentenciado por los delitos de desacato, resistencia y atentado. Entre quienes desde el exilio piden que el régimen castrista responda por el “asesinato político” de sus disidentes y que las instancias internacionales intervengan para garantizar la libertad de expresión en la isla está Rigoberto Carceller Ibarra, expreso en las cárceles cubanas por un supuesto delito de promover “propaganda enemiga”. Desde Madrid (España), el ahora fundador y presidente de la plataforma Cuba Democracia Ya, le cuenta a El Espectador su historia y su percepción sobre las detenciones a disidentes cubanos.

El gobierno cubano sostiene que Villar fue condenado por agredir a su esposa y que su muerte se produjo a consecuencia de un fallo multiorgánico secundario debido a un proceso respiratorio séptico severo, que llevó al paciente a un shock por sepsis. Sin embargo, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) ha pedido al régimen castrista aclarar varios puntos, pues para este organismo “Villar falleció bajo custodia del Estado y su muerte era evitable”. Además, “no se le ofreció la atención médica adecuada desde los primeros días de su huelga de hambre en la prisión de alta seguridad de Aguadores". A los llamados de la CDHRN se han sumado duras críticas de Estados Unidos, España, la Unión Europea y organismos internacionales que piden al régimen cubano liberar a sus presos políticos y detener las violaciones a los derechos humanos, pero La Habana ha desmentido cualquier abuso contra disidentes y ha rechazado cada una de las críticas.

Para Carceller la cuestión es clara: “la muerte de Villar constituye un asesinato político. Por el origen y el desenlace final”. Cuenta Carceller que el régimen cubano le impedía a Villar vivir y fijar su residencia dentro de Cuba, “donde quisiera o junto a su esposa que vivía en otra ciudad, la política y el estado le asfixiaron de tal manera que encontró la huelga de hambre como única salida. No tengo dudas, no es el primero ni el segundo caso, ya llevamos en Cuba un rosario de mártires por la libertad aun cuando la opinión publica lo desconozca”.

Rubén Fernández, también miembro de Cuba Democracia Ya en conversación con este diario, añade que la muerte de Villar es un asesinato político “porque fue detenido a raíz de participar en una protesta pública junto a otros activistas de su organización en la localidad de Contramaestre, en Santiago de Cuba, y posteriormente condenado a cuatro años de privación de libertad en un juicio sumario bajo los cargos de desacato y atentado a la autoridad. Porque se declaró en huelga de hambre y sed en protesta por lo que él y todos consideramos una condena injusta y en respuesta a su actitud lo confinaron a una celda de castigo bajo condiciones extremas donde su salud se deterioró, y cuando decidieron trasladarlo a un hospital ya fue demasiado tarde. Porque Villar, un activista pacífico, fue víctima de la intransigencia, la sangre fría y el desprecio a la vida de un régimen militar”.

La historia de Villar recuerda a la de Carceller, quien duró 18 meses de prisión en prisión y pudo salir gracias a la gestión de la iglesia católica. Cuenta que el preludio de su detención fue una serie de detenciones que él llama “súper absurdas”: La primera fue por “defender a un chofer que la policía quiso culpar injustamente por un delito que no había cometido, ellos (la policía) se saltaron la roja de un semáforo sin previo aviso y le chocaron, por todo ello le quisieron culpar injustamente y yo no pude sopórtalo. La segunda vez por defender a un compañero de trabajo que le culpaban de un robo que no había cometido y me consideraron su cómplice. La tercera, por responder irónicamente a un policía que se burlaba de mi porque estaba

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