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PADRES VERSUS DOCENTES EN LA EDUCACIÓN


Enviado por   •  15 de Enero de 2014  •  861 Palabras (4 Páginas)  •  184 Visitas

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PADRES VERSUS DOCENTES EN LA EDUCACIÓN

En estos momentos pareciera que los padres consideran que pueden y deben decidir sobre el trabajo del docente en el aula y en los exámenes de sus hijos. Se transforman en jueces y recriminan a todos y contra todos.

Se han dado casos de violencia, padres que insultan y hasta golpean a docentes después de un examen de recuperación de diciembre o en el del temprano febrero. Los docentes por su lado realizan prolongadas e inútiles reuniones institucionales para tratar entre tantos temas, el consejo de convivencia y ver cómo pueden mejorar todo lo referido al trabajo con el alumno y se realiza hasta un seguimiento para mejorar y retener al mismo en el sistema educativo que todos sabemos que ha comenzado el siglo con una crisis muy difícil de superar.

Los padres no se acercan al colegio hasta que la situación se agrava y no se puede hacer nada por su hijo, a pesar de que durante el año fue convocado por docentes, preceptores y notas a concurrir al establecimiento.

A fin de año, cuando su hijo no tiene posibilidades y repite, el padre sostiene que conoce muy bien a su hijo y que le tiene confianza y que seguro le ha ido muy mal porque un docente no lo acepta o porque hay drogas en el colegio, cosa que sabe muy bien por lo que su hijo le ha comentado, pero nunca, si es que lo supo, ayudó a las autoridades del colegio sobre el tema.

Se llegan a concretar juicios y después de mucho andar, el padre o madre intenta disculparse para no pagar lo que corresponde y no en todos los caso pues hay quienes aún apelan sosteniendo que han pegado al docente por estar muy nerviosos y que es comprensible ya que se juega un año de estudio del hijo.

¿Cómo actúan los integrantes de la comunidad educativa y cómo, los padres frente a esta situación?:

La institución educativa parece ajena a la problemática y sólo se limita a lamentar lo sucedido y espera que el docente damnificado lo solucione, y ¡De la mejor manera posible!.

Nadie parece conocer el tema, no se hace público y eso es negativo porque nadie tiene posibilidad de ayudar a su compañero, quien tampoco dice nada hasta el momento en que las cosas están más o menos encaminadas en un juicio.

Se pregunta al preceptor, quien se supone debe saberlo todo, pero llegado el momento nada dice porque lo compromete. Lo máximo es un comentario sobre el chico algo “introvertido”, o “algo desconectado del contexto”, pero nada claro al respecto.

Los directivos no quieren problemas en su establecimiento y menos aún frente a la supervisión, entonces es el momento en el cual tratan de solapar todo dentro del establecimiento.

Llegadas en una visita de rutina, las supervisoras son informadas y allí la expresión de rutina también ¡qué barbaridad¡. Y aseguran que eso debió pasar a la supervisión,

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