Panorama de la ciencia en colombia
276720 de Abril de 2014
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Panorama de la ciencia en colombia
La entrada en vigencia de la Ley 29 de 1990, que reglamentaba el sistema nacional de ciencia y tecnología, generó un crecimiento en la actividad científica del país. Sin embargo, todavía está muy lejos de los niveles internacionales.
Actualmente hay cerca de 4.500 grupos de investigación registrados en Colciencias, de los cuales dos mil han sido reconocidos por la institución, es decir, han superado los estándares de calidad exigidos.
De sus trabajos resultan en promedio unas 800 publicaciones en revistas internacionales al año, cifra que comparada con las de otros países de la región, se queda corta. Venezuela, por ejemplo, publica cerca de mil investigaciones cada año, y Brasil está cercano a las 15 mil, estima Eduardo Posada, director de la Academia Colombiana para el Avance de la Ciencia (Acac).
Faltan líderes científicos Según los cálculos de la Comisión de Sabios que se reunió en 1994, para 1998 el país debería tener 8 mil profesionales con doctorado, pero hoy, más de 10 años después, apenas llegamos a los 4 mil.
Y el avance en esa materia es lento. Cada año en el país se gradúan solamente 100 doctores, mientras que en Brasil reciben el título casi mil personas.
En países industrializados, el porcentaje de población que participa en ciencia es cercano al 5 por mil. En Colombia debería ser entonces el 1 por mil, lo que significa que 40 mil personas tendrían que estar dedicadas al desarrollo científico. Y sin embargo, con suerte tenemos 15 mil, dice Posada.
En qué investiga Colombia En cuanto a las áreas donde se concentra el mayor número de investigaciones salud, agricultura y ciencias básicas, encabezan la lista.
El desarrollo logrado en materia de trasplantes ha situado al país como líder en Latinoamérica.
Y en ciencias sociales, Posada destaca el creciente interés en la realización de estudios con énfasis en drogadicción y violencia, claves para la superación de dichos problemas.
CAROLINA LANCHEROS Redactora de EL TIEMPO El descubrimiento de un gen responsable del Alzheimer hereditario habría quedado escrito en la historia de la ciencia como un hallazgo colombiano si el país hubiese invertido más recursos en ese estudio, que concluyeron científicos nacionales dos meses después de que lo hicieran investigadores canadienses.
Para evitar experiencias similares, la senadora Marta Lucía Ramírez y el representante Jaime Restrepo Cuartas radicaron en el Congreso un proyecto de ley que busca estimular el conocimiento científico para lograr el desarrollo del país.
Según el más reciente informe del Foro Económico Mundial, Colombia ocupa el puesto 69 en competitividad en una lista de 131 países del mundo. La razón del rezago explica la senadora está en la poca inversión en ciencia, tecnología e innovación.
El país sigue concentrado en exportaciones tradicionales, no productos sofisticados ni con valor agregado, explica, por su parte, el representante Restrepo. Tenemos oro y lo exportamos en barras, en vez de crear una industria en joyería, dice.
La dificultad para hacerlo está en que Colombia invierte solamente el 0,37 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación, según el Departamento de Planeación Nacional, porcentaje equivalente a un billón 200 mil millones de pesos correspondientes a la inversión de las universidades, la empresa privada y el Estado.
La cifra es dramáticamente baja comparada con los presupuestos de otros países latinoamericanos como Brasil y Chile, que destinan el 1,2 y el 1 por ciento para la investigación o con Estados Unidos y Japón que invierten al año unos 1.500 y 900 dólares por persona respectivamente, suma que en Colombia apenas llega a los 20 dólares.
La ley de Ciencia El proyecto de ley busca mejorar esa condición. La meta es que lleguemos a invertir el 1 por ciento del PIB en el 2010 y el 2 por ciento en el 2019, dice Restrepo.
Para lograrlo, los congresistas proponen que las regalías, privatizaciones, concesiones y licencias que otorga el Estado dejen un porcentaje de recursos fijos para investigaciones científicas.
El Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia (Colciencias) se convertiría, según el proyecto, en un Departamento Administrativo dependiente de la Presidencia, y contaría con un Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología encargado del manejo de recursos y la integración de todos los ministerios en pro de la ciencia.
No al nuevo ministerio La creación de una cartera de Ciencia, propuesta inicial del proyecto, fue descartada tajantemente por el Presidente Uribe. Pero no por eso se desestimó la idea. El punto era poner el tema en la agenda y aumentar la relevancia de la ciencia en el país, indicó el director de Colciencias, Juan Francisco Miranda.
La ley busca mejorar el nivel de esa institución, de forma que las políticas de investigación sean políticas de Estado. Al respecto el rector de la U.
Nacional, Moisés Wasserman, destacó la importancia de que la ciencia tenga una presencia transversal en los asuntos de la Nación.
Por ahora, la discusión está sobre el tapete. Los ponentes del proyecto esperan darle primer debate este año para asegurar su vigencia para la próxima legislatura y entrar así a discutir con Planeación Nacional y Minhacienda los términos económicos de la propuesta y la modificación de la estructura del Estado.
Lo único claro es que si no empezamos a crecer, la brecha con otros países será mayor y la inclusión en el mercado global aún más difícil, concluye la senadora.
CON REPORTERÍA DE ÉDGAR ALFONSO.
0,37.
es el porcentaje del PIB que actualmente destina el país a ciencia, tecnología e innovación.
Situación actual
Una vez más, la comunidad científica expresó voces de alarma ante el manejo desarticulado del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación —SNCTI—, la reducción del presupuesto deColciencias y la inversión de los recursos de las regalías.
Para Moisés Wassermman, ex-rector de la Universidad Nacional de Colombia, el gran problema es la ausencia de un plan nacional en investigación científica. Los proyectos que están aprobados son muy puntuales: el fortalecimiento de la cadena productora de leche solo para Antioquia o el desarrollo de una cultura científica en niños y jóvenes para Tolima nada más.
“El sistema responde a la lógica del que primero llega, primero es servido. No hay programas de desarrollo, ni estudios prospectivos de carácter nacional. No hay estudios de fortalezas existentes, ningún análisis sobre necesidad de consolidación de grupos, ninguna estrategia diferencial”, explicó Wassermman durante el foro “Las Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia”, que se realizó el miércoles 31 de octubre y estuvo organizado por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales Capítulo Antioquia y la Sede de Investigación Universitaria.
Entre las causas de esa desarticulación está el Acto legislativo 5 de 2011, en el que se aprobó que el 10 por ciento de las regalías fueran a la investigación científica, determinando que “los Fondos de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Desarrollo Regional tendrán como finalidad la financiación de proyectos regionales acordados entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional”.
“Fue perder la guerra antes de empezar la batalla”, explicó Moisés Wassermman, “la ejecución de los proyectos quedó amarrada a los intereses políticos y, a corto plazo, de las entidades territoriales y del Gobierno Nacional porque así es la política, los gobernantes quieren las obras para el final de su mandato”.
Otra preocupación es el recorte por parte del Ministerio de Hacienda en el presupuesto de Colciencias, que pasará de 420.000 millones de pesos en 2012, a 350.000 millones de pesos en 2013; aunque para el año entrante el presupuesto debía ser de 590.000 millones de pesos para cumplir con las metas trazadas.
Aunque en el país crece en el número de graduados en programas de posgrado, el futuro se hace incierto con los recortes en el presupuesto. En el año 2007, Colombia contaba con 1.430 estudiantes de doctorado y 45 doctorados; en el 2011 fueron 2.792 estudiantes de doctorado y 126 doctorados.
“En el pasado se hizo una inversión importante, se crearon los programas de doctorado y la comunidad científica respondió haciendo la tarea. No obstante el apoyo de Colciencias ha venido a menos. Se capacitó un número importante de investigadores pero no se siguieron dando las condiciones para realizar su trabajo.El país está desaprovechando esa fuente de conocimientos. Necesitamos muchos más estudiantes y programas de doctorado en relación con la población del país”, indicó Nelson Porras, profesor de la Universidad del Valle.
“Hemos de recordar que los doctorados en el país son muy jóvenes, los primeros llevan 25 años nada más. Nos preocupa la tasa de graduación tan baja por causa de la deserción. Hacer un doctorado requiere mucho trabajo, dedicación y compromiso. Hay que tener un foco muy claro para poder plantear el problema y desarrollarlo. Esto, sumado a los recursos que hay que invertir en cada doctorando, son las causas de la deserción según el estudio de varias universidades”, declaró Natalia Ruiz Rodgers, directora de fomento para la Educación Superior del MEN –Ministerio de Educación
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