SAINT SIMON Y LOS ORIGENES DEL COLECTIVISMO

HENRI DE SAINT-SIMON

El conde de Saint-Simón nació en París en 1760 y es prototipo del espíritu ilustrado creativo y visionario. Puede considerarse como el primer teórico de la sociedad industrial, lo que causó que algunos le atribuyeran el título de fundador del socialismo francés, incluso de iniciador del Socialismo Escribió una obra voluminosa, centrada en la ECONOMÍA.

Luchó a favor de la Independencia de los Estados Unidos y pasó por diferentes niveles económicos a pesar de ser aristócrata. Su contexto social es el de la revolución francesa, la revolución estadounidense y la primera industrialización. Recibió influencias de la ilustración y el romanticismo.

Estuvo relacionado con Auguste Comte, padre de la sociología. Por un largo tiempo trabajó con este, pues Saint-Simón lo contrató como secretario, junto al historiador Augustin Thierry; al parecer, la teoría de los tres estadios de Comte, surgió de aquella colaboración.

Es el autor más influyente sobre los primeros socialistas, así como también pesó en los románticos, en la sociología de Auguste Comte, en John Stuart Mill e incluso en Luis Napoleón. También su eco llegará hasta Marx, pues este compartirá el optimismo científico y la fe en la tecnología.

Murió en París el 19 de mayo de 1825 a la edad de 64 años.

SAN SIMON Y LOS ORIGENES DEL COLECTIVISMO

LA PARABOLA DE SAN SIMON

Se da el nombre de “parábola de San Simón” a una serie de ideas sustentadas por el maestro, en donde se exalta el papel que la industria juega en la economía.

La interpretación de la parábola pone de manifiesto que los miembros del gobierno no son más que un aparato superfluo y que la comunidad bien puede prescindir de él, sin que ello signifique disminución en los niveles de vida de los habitantes del país.

EL INDUSTRIALISMO

San Simón habla del industrialismo como el régimen del mañana, y lo conceptúa como una organización social que favorece en todos sus aspectos a la industria; esta viene a ser nada más que “la única fuente de todas las riquezas y todas las propiedades”. Para San Simón, son trabajadores los obreros, agricultores, artesanos, manufactureros, banqueros, sabios, artistas, etc. La única diferencia entre todos ellos será su capacidad; y los beneficios que obtengan estarán en proporción a ella. Acerca del gobierno, San Simón piensa que debe desaparecer puesto que su existencia resulta inútil. Dentro del régimen, claro que si hay lugar para un gobierno, pero debe de ser un gobierno administrador, por ser el tipo de gobierno que se necesita. San Simón habla de una transformación de la propiedad privada, mas no de su abolición, lo que no es motivo suficiente para considerarlo como socialista, ya que socialismo, tiene como objetivo básico la abolición de la propiedad privada de los bienes productivos.

LOS SANSIMONIANOS Y LA CRÍTICA DE LA PROPIEDAD PRIVADA.

La propiedad debe de organizarse para que rinda un mayor beneficio a la producción. Pero actualmente no se cumple esta finalidad, debido a que los capitales pasando de una mano a otra, a través de la herencia, por “azar del nacimiento. Para remediar la anarquía económica, los sansimonianos no encuentran otro recurso que el colectivismo. Por otra parte, los sansimonianos conciben al Gobierno como un gran banco, el cuales depositario de todos los capitales; este banco dispone de muchas sucursales, a efecto de atender eficazmente con sus recursos aun a la más lejana comunidad y elegir a los mejores hombres a quienes habrá de remuneras según el trabajo que realicen. El sistema sansimoniano viene a ser nada menos que el prototipo de todas las ideas colectivistas que habrían de tener lugar, a todo lo largo del siglo XIX. Otras ideas sansimonianas son las siguientes:

1. Rechazo del sistema de comunidades de bienes.

2. Abolición de todos los privilegios, principalmente

la herencia.

3. Los instrumentos de producción deben de constituir un fondo social, el cual ha de ser explotado por asociaciones y en forma jerárquicas.

PRINCIPALES DISCIPULOS DE SAINT SIMON

Entre los discípulos de Saint Simón están Agustín de Thierry (1795 -1857), Auguste Comte. (1798-1857), Barthelemy-Prosper Enfantin (1796-1864), Saint Armand Bazard y Eugenio y Olindo Rodríguez, de los cuales los más destacados fueron Enfantin y Bazard, quienes desarrollaron las ideas y propuestas de Saint Simón dando lugar a un movimiento, en su tiempo revolucionario, conocido como saintsimonismo.

Después de la muerte de Saint Simón los discípulos continuaron su obra, radicalizando las reformas sugeridas por el maestro el 22 de Mayo de 1825 un pequeño grupo de discípulos se reunieron en un cementerio de Paris, alrededor del sepulcro de Saint Simón,

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