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Trabajo Sobre Amelia


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2013  •  2.041 Palabras (9 Páginas)  •  766 Visitas

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LA VIDA DE AMELIA EARHART: UN VUELO SIN RETORNO

Antonia Dinamarca F.

Emilia Infante B.

Luz Jaramillo P.

Genoveva Ostornol G.

Paula Prieto C.

I.- TEXTO EXPOSITIVO

I.I.- INTRODUCCIÓN

A través de este trabajo revisaremos la vida de una de las más famosas aviadoras del mundo, Amelia Earhart. Ella fue la primera mujer que como tripulante realizó un viaje sobre el Atlántico entre los días 17 y 18 de Junio de 1928 y que además lo volvió a hacer como piloto en solitario cuatro años después convirtiéndose así en la primera mujer en hacerlo. Luego de otra serie de asombrosos viajes y aventuras, se puso como gran meta hacer un viaje alrededor del mundo siguiendo la línea del ecuador y casi lo logra, pero debido a una serie de problemas técnicos, de salud y de estrategia ella y su compañero de viaje no pudieron lograrlo desapareciendo sin volver a saberse nunca más de ellos ni de la aeronave el 2 de julio de 1937, dando origen a una serie de especulaciones en relación a su desaparición.

I.II.- BIOGRAFÍA

Amelia Earhart, nació en Atchison, Kansas. Durante su infancia, vivió un largo periodo de tiempo con sus abuelos maternos. Su abuelo Alfred Otis, era un importante juez que se preocupó de darles una vida cómoda y tranquila, ya que el papá de Amelia no era muy exitoso en su trabajo.

Desde muy chica Amelia, fue inquieta y osada, le gustaba participar en muchas actividades que en ese tiempo y aún ahora, se asocian más con los hombres: trepaba árboles, jugaba con trineos y disparaba rifles. Le encantaba recolectar recortes de diarios que relataban historias de mujeres exitosas que destacaban en actividades masculinas.

En 1905, debido al trabajo de su padre se fueron a vivir a Iowa, donde no les fue muy bien porque su papá cayó en el alcoholismo, fue despedido de su trabajo y su querida abuela materna murió.

Esta situación de inestabilidad laboral se repitió varias veces y por eso tuvieron contantes cambios de casa, tratando de mejorar la mala situación de su padre. Sin embargo, su madre se cansó de esta vida y decidió partir con sus dos hijas (Amelia y Muriel) a vivir a Chicago.

Durante la Primera Guerra Mundial, Amelia participó como voluntaria de enfermería junto a su hermana en Toronto, Canadá. Allí ayudó atendiendo a los pilotos heridos en combate y conoció el campo del Cuerpo Aéreo Real y según las distintas biografías, nació su amor por los aviones y la posibilidad de volar.

En 1920 su familia se volvió a juntar en California, donde asistió a un espectáculo aéreo en Long Beach y quedó fascinada con los aviones. Esa vez, Amelia consiguió que la llevaran a bordo de un biplano en el que voló diez minutos sobre Los Ángeles. Después de esa experiencia, dijo según sus propias palabras: “Tan pronto como despegamos sabía que tendría que volar de ahora en adelante” (ameliaearhart.net/biography)

Sus primeras clases de aviación las tomó con la instructora Neta Snook, que nunca la consideró una buena piloto. En octubre de 1922 consiguió su primer récord de altitud al volar a 4267 metros de altura. En 1923 obtuvo la licencia de piloto de la Federación Aeronáutica Internacional.

En 1927 se unió a la Asociación Aeronáutica Nacional y se dedicó a juntar dinero para construir una pista de aterrizaje, vendió aviones y promovió la aviación, especialmente entre mujeres.

En abril de 1928, Amelia recibió una llamada que cambiaría su vida, del publicista George Putnam, encargado de buscar a la mujer que acompañaría a los pilotos Wilmer Stultz y Louis Gordon en el cruce del Atlántico le preguntó si quería ser ella la primera mujer en hacerlo. Por supuesto que ella dijo que sí altiro. Usaron para ese vuelo una aeronave que bautizaron como “Friendship” y despegaron el 3 de junio de 1928 hacia Halifax en Nueva Escocia. Llegaron a Burry Port, en el sur de Gales y no a Irlanda, como lo habían planeado. A pesar que Amelia no había hecho prácticamente nada durante el viaje, cuando aterrizaron los periodistas solo querían entrevistarla a ella y el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge la felicitó en persona. Poco a poco se fue haciendo conocida y cada día más famosa, daba conferencias y la plata que ganaba la invertía en aviones y viajes. Le interesaba mucho desarrollar la aviación entre las mujeres e hizo diversas acciones para eso. Por ejemplo organizó una carrera aérea femenina desde Los Ángeles a Cleveland y fundó una organización de pilotos, etc.

El día 20 de Mayo de 1932 emprendió su vuelo en solitario sobre el Atlántico y lo logró, rompiendo varios récords: primera mujer en hacer un vuelo solitario en el Atlántico, primera persona en hacerlo dos veces, la distancia más larga volada por una mujer sin parar y en el menor tiempo hasta esa fecha (13 horas y 50 minutos). Después de esto recibió muchos reconocimientos, hizo un recorrido por Europa y al volver a Estados Unidos el presidente Hoover la condecoró con la medalla dorada de la National Geographic Society y el Congreso le dio el premio “Cruz Distinguida del Vuelo” que por primera vez se le daba a una mujer.

En 1934 empezó a planear volar el Pacífico en un vuelo desde Hawáii a California, muchos pilotos lo habían tratado de hacer pero habían muerto en el intento. Amelia salió de Honolulu el 11 de enero de 1935 y aterrizó en Oakland, California, ante una gran cantidad de gente que la recibió. Ese mismo año ella realizó el primer viaje en solitario entre Ciudad de México, y a Nueva Jersey, estableciendo un nuevo récords, pues tardó solo unas 14 horas.

En 1937 anunció que intentaría dar la vuelta al mundo utilizando una ruta distinta a la que se usaba en ese tiempo. Ella quería volar alrededor de la línea del ecuador o sea circunvolar el mundo en un bimotor Lockheed Electra. El día 1 de junio de 1937, inició su viaje acompañada del piloto Fred Noonan volando desde Miami (Florida) hasta Sudamérica; de allí a África y posteriormente a las Indias Orientales. Siguió después Posteriormente sus destinos fueron Birmania, Bangkok, Singapur y Bandung. En esta isla de Indonesia, tuvo muchos problemas de tiempo, técnicos y de salud. Un poco más recuperada decidió partir el 27 de junio hacia Australia, donde tomó la decisión de viajar sin paracaídas. Llegó a Lae, muy cansada y enferma y ahí se tuvo el último contacto con

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