Atm Articulacion Temporomandibular
chrizcoco22 de Marzo de 2014
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COMPLEJO ARTICULAR TEMPORO MANDIBULAR
El complejo articular temporo-mandibular (CATM) forma parte del sistema Masticatorio, que es la unidad estructural y funcional que se encarga principalmente de la masticación, el habla y la deglución, aunque también desempeña un papel significativo en la respiración y en la percepción gustativa. Este sistema está constituido además por la articulación alveolo-dentaria, los ligamentos, los músculos masticadores y un importante mecanismo de control neurológico. Ambas articulaciones sinovial y dentaria, deben trabajar con precisión y en armonía, la primera tiene como principal función guiar los movimientos mandibulares y la segunda, al poseer propioceptores, protege todo el sistema de posibles traumas de oclusión.
Estructura Histológica del CATM Adulto
Se describen sucesivamente: las superficies articulares, el disco articular, la capsula y ligamentos, la membrana sinovial, y el liquido sinovial.
Superficies articulares
Están constituidas por dos superficies articulares: una inferior, el cóndilo perteneciente a la rama del hueso mandibular y otra superior, la eminencia articular y la fosa mandibular (cavidad glenoidea) dividida en 2 porciones por la cisura petrotimpanica o de Glaser, siendo la región anterior la que participa activamente en la articulación. Ambas superficies articulares superiores pertenecen al hueso temporal.
Las zonas articulares destinadas a soportar o resistir las fuerzas mecánicas que se originan durante los movimientos mandibulares, se denominan superficies funcionales. Estas superficies están recubiertas por un tejido conectivo fibroso (de mayor espesor), localizado, por un lado, en la vertiente posterior del cóndilo temporal, donde alcanza un grosor de 0.50 mm. Y a nivel de la carilla articular del cóndilo mandibular, donde presenta un espesor de 2 mm. Su función consiste en amortiguar las presiones y distribuirlas sobre las superficies óseas articulares. Las fibras de colágeno superficiales de distribuyen en forma paralela a las superficies libres, mientras que las fibras profundas lo hacen en sentido perpendicular. El cóndilo mandibular, desde el punto de vista anatómico es una eminencia elipsoidea cuyo eje mayor está orientado en sentido oblicuo hacia atras y hacia adentro. Está unido a la rama mandibular por un segmento estrecho, denominado cuello del cóndilo, que es más fino en su parte anterointerna, donde se inserta el musculo pterigoideo externo o lateral. Los cóndilos de una misma mandíbula, generalmente, no son exactamente iguales en forma ni en tamaño.
Las superficies articulares, desde el punto de vista histológico, están constituidas por 4 capas:
Una zona externa de tejido conectivo fibroso que la reviste, por debajo del cual existe una zona proliferativa muy delgada. Esta capa en el CATM adulto es la que suministra los fibroblastos para renovar el tejido fibroso articular. Por debajo de esta zona proliferativa se observan sucesivamente una zona de fibrocartílago con fibras dispuestas al azar (capaces de resistir fuerzas compresivas y laterales) y otra zona muy fina de cartílago calcificado (con fibras colágenas dispuestas en forma radiada), tras la cual se encuentra el tejido óseo subarticular o hueso subcondral. Durante el desarrollo pre y postnatal, el área proliferativa de células indiferenciadas da también origen a los condrocitos subyacentes, como se describe a continuación.
Los requerimiento fisiológicos del CATM puede provocar distintas respuestas de los tejidos que lo constituyen y, en particular, de los que recubren las superficies articulares o del disco. La constitución histología de las estructuras articulares, dentro de un intervalo de tolerancia tisular, posibilita que se soporten las fuerzas que exigen las distintas demandas funcionales. Así como por ejemplo, el cóndilo de un recién
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