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Biología de la mucosa oral y esófago

Kevin Franco ZuritaDocumentos de Investigación31 de Marzo de 2016

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Biología de la mucosa oral y esófago

El revestimiento de la mucosa de la cavidad oral y el esófago funciones para proteger el tejido subyacente de daños mecánicos y desde la entrada de microorganismos y materiales tóxicos que pueden estar presentes en la orofaringe. En diferentes regiones, la mucosa muestra la adaptación a las diferentes mecánicas demandas: la mucosa masticatoria consiste en un estratificado epitelio escamoso queratinizado firmemente adherido a la subyacente tejidos por un tejido conjuntivo colágeno, mientras mucosa de revestimiento comprende un epitelio no queratinizado apoyado por un tejido conectivo más elástica y flexible. El epitelio se sustituye constantemente por la división celular en las capas más profundas, y la rotación es más rápida en el revestimiento que en las regiones de la masticación. Los agentes quimioterapéuticos y radiaciones proliferación límite del epitelio de manera que se vuelve más fina o ulcerado; esto primero ocurre en las regiones de revestimiento. Los principales patrones de diferenciación epitelial están representados por queratinización y no queratinización. A medida que los queratinocitos entrar en la diferenciación, que se hacen más grandes y comienzan para aplanar y acumular filamentos de citoqueratina. En adición a las queratinas, los queratinocitos que diferencian sintetizan y retener un número de proteínas específicas, incluyendo pro filagrina, involucrina, y otros precursores del engrosamiento de la envoltura celular en las capas más superficiales. El concepto de la homeostasis epitelial implica que la producción de células en las capas más profundas se equilibra con la pérdida de células de la superficie. Hay un rápido aclaramiento de las células de superficie, que actúa como un mecanismo de protección mediante la limitación de la colonización e invasión de microorganismos adherentes a la superficie mucosa.

INTRODUCCION

La cavidad oral a veces ha sido descrita como un espejo que refleja la salud del individuo. Los cambios indicativos de la enfermedad son vistos como alteraciones en la mucosa oral que recubren la boca, que puede revelar condiciones sistémicas, como la diabetes o la vitamina deficiencia, o los efectos locales de tabaco crónica o alcohol utilizar. Terapia contra el cáncer moderna representa un reto importante a la integridad de la mucosa oral. Quimioterapéutico los agentes y de la terapia de radiación limitan la capacidad proliferativa de la epitelio de manera que se vuelve más fina o ulcerada. Esto se manifiesta primero en los tejidos más que proliferan rápidamente, tales como gastrointestinal y mucosa de revestimiento oral. También puede ser indirecta efectos, como el daño a las glándulas salivales, que reducirán salivales producción y poner en peligro la eficiencia de barrera y una reducción en la inmunocompetencia como resultado de la terapia mieloablativa. Esta aumentará el riesgo de infección local a partir de organismos orales.

 En este artículo se describirá primero la organización de la vía oral mucosa del esófago y, a continuación, examinar los aspectos funcionales importantes del epitelio que recubre, incluyendo la proliferación epitelial, la diferenciación, la facturación y la función de barrera, todos los cuales tener implicaciones importantes para el mantenimiento de la integridad de este tejido en la cara de la terapia contra el cáncer. Por último, ya más el cáncer es una enfermedad de los ancianos, habrá una breve la consideración de los cambios causados por el envejecimiento del tejido.

Organización y funcionamiento de lo oral y ESOFÁGICA MUCOSA

La mucosa de la boca y el esófago puede parecer que diferir poco del resto del revestimiento húmedo del tracto gastrointestinal, con el que es continua. De hecho, con la notable excepción de cuello uterino, este tejido es notablemente diferente de otras mucosas del cuerpo y tiene más en común con la piel, con el que forma una unión en los labios, que con la intestinal mucosa.

Los tejidos blandos de la cavidad oral humana y el esófago son cubierto por todas partes por un epitelio escamoso estratificar (1). En regiones sometidas a fuerzas mecánicas asociadas con la masticación (Es decir, la encía y el paladar duro) hay un epitelio queratinizante parecida a la de la epidermis que cubre la piel. En estos mucosa masticatoria, da epitelio queratinizado está estrechamente unido a los tejidos subyacentes por una conjuntivo colágeno tejido o lámina propia. El suelo de la boca, las regiones bucales, y el esófago, que requieren flexibilidad para adaptarse a la masticación, el habla, la deglución o de un bolo, están cubiertos con un no queratinizante epitelio. El tejido conectivo de la mucosa de revestimiento es más elástica y flexible que el tejido conectivo en la mucosa masticatoria. El dorso de la lengua está cubierta por un epitelio especializado, que puede ser representado como un mosaico de epitelio queratinizado y no queratinizado. Este epitelio es unido firmemente al músculo de la lengua.

Fig. 1 ilustra esquemáticamente la distribución de los diferentes tipos de mucosa dentro de la cavidad oral (2). A partir de mediciones hecha por Collins y Dawes (3), se puede calcular que la mucosa masticatoria representa aproximadamente el 25%, el mucosa especializada (dorso de la lengua), aproximadamente 15%, y la mucosa de revestimiento de aproximadamente 60% de la superficie total del revestimiento oral.

[pic 1][pic 2]

El esófago se extiende desde el esfínter esofágico superior, el cual delinea desde la orofaringe, el esófago más baja esfínter, lo que representa el cruce con la mucosa gástrica (4). La organización de los tejidos refleja su función: la de transporte ingerido alimentos de la cavidad oral al estómago. El proceso de la peristalsis, que se inicia por la ingestión e implica contracciones rítmicas de las paredes musculares, logra este transporte. La extensibilidad y la motilidad de la revestimiento de la mucosa se refleja en la presencia de un no queratinizado superficie de la mucosa se asemeja a la de la mucosa oral de revestimiento (fig. 2). Esta superficie está separada de la submucosa mediante una capa muscular mucosa, que consta de un músculo liso y la capa de fibra elástica, que puede servir para reducir la excursión del revestimiento luminal mucosa como resultado de las contracciones del esófago externa músculo, que consiste en capas circulares y transversales de estriado o músculo blando.

La función primaria del epitelio oral y esofágico es la protección del tejido subyacente (1). En las regiones de la masticación, la resistencia mecánica estrato córneo sirve para disipar fuerzas de cizallamiento, y en las zonas de revestimiento, incluyendo el esófago, hay una capa de superficie distensible y flexible. En ambas regiones, las barreras de permeabilidad a base de lípidos en el epitelio externo capas protegen los tejidos subyacentes contra la pérdida de líquidos y contra la entrada de una gama de medio ambiente potencialmente dañinos agentes. Estos incluyen toxinas microbianas y enzimas y antígenos y carcinógenos de los alimentos y bebidas.[pic 3][pic 4]

Estructura de la mucosa oral y del esófago

Todos los tejidos que cubren el revestimiento del cuerpo constan de una superficie epitelio apoyo de un tejido conectivo fibroso. Epitelio, en virtud del empaquetamiento compacto y la rotación constante de las células, se adapta bien a proteger los tejidos y los órganos subyacentes contra el insulto mecánico y químico, mientras que el término de enlace tejido, que consiste en relativamente pocas células en una matriz extensa, proporciona soportes mecánicos y nutrientes para el epitelio. En la comparación de la estructura de la piel y la mucosa oral a la vía gastrointestinal, surge una diferencia importante en la organización del epitelio, que refleja las diferentes funciones de estas regiones. El revestimiento del estómago y el intestino delgado y grueso se compone de un epitelio simple compuesto por sólo una única capa de las células, lo que facilita la absorción a través del tejido. Piel, oral mucosa, y el esófago están cubiertas por un epitelio estratificado (Fig. 3) compuesto de múltiples capas de células que muestran diferentes patrones de diferenciación (o maduración) entre la más profunda capa de células y la superficie.

[pic 5][pic 6]

Las características que distinguen a la mucosa oral y de esófago de la piel son su superficie húmeda y la ausencia de apéndices. La piel contiene numerosos folículos pilosos, glándulas sebáceas, y glándulas sudoríparas, mientras que el componente glandular oral y la mucosa esofágica está representado principalmente por el salival menor glándulas. Estas glándulas se concentran en la submucosa, y las secreciones alcanzan la superficie de la mucosa a través de pequeños conductos. Los glándulas salivares tienen un papel importante en el mantenimiento de un suelo húmedo mucinas que contienen de superficie y una gran variedad de sustancias antimicrobianas así como el factor de crecimiento epidérmico (EGF). En el esófago, las glándulas salivales menores pueden producir una secreción con un alto concentración de bicarbonato para neutralizar el reflujo de ácido del estómago (5). Las glándulas sebáceas están presentes en el labio superior y bucal mucosa en aproximadamente tres cuartas partes de los adultos.

A diferencia del esófago, la mucosa oral no tiene muscularis mucosae, y, en consecuencia, es difícil identificar claramente el límite entre ésta y los tejidos subyacentes. En muchas regiones, como las mejillas, los labios, y las partes del paladar duro, una capa de grasa suelta o glandular tejido conectivo que contiene los principales vasos sanguíneos y los nervios el suministro de la mucosa separa la mucosa oral de subyacente hueso o músculo. Esto representa la submucosa en la cavidad oral, y su composición determina la flexibilidad de la unión de la mucosa oral a las estructuras subyacentes. Una organización similar se ve en el esófago. En las regiones de la mucosa oral, tales como la encía y partes del paladar duro, la mucosa oral está unida directamente al periostio del hueso subyacente sin intervenir submucosa. Esta disposición se denomina mucoperiostio y proporciona una firma, el apego inelástica. En varias regiones de la cavidad oral, hay nódulos de tejido linfoide que consiste en criptas formados por invaginación del epitelio en la lámina propia. Estas áreas están ampliamente infiltradas por linfocitos y células plasmáticas. Debido a su capacidad de montar reacciones inmunológicas, tales células juegan un papel importante en la lucha contra infecciones de las regiones orales.

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